El ladrón y el planeta de fuego. Hefestos, tiene la clave. Aún falta por recorrer. Esmira y Sistina, cazadoras por naturaleza. -
El ladrón y el planeta de fuego. Hefestos, tiene la clave. Aún falta por recorrer. Esmira y Sistina, cazadoras por naturaleza. -
No soy el único saqueador, ni Caciope. Hay muchos escondidos por allí que saben hacer muy bien su trabajo.
Comenzó Mikonos a desplazarme por toda la profundidad de la zona en las cuales había una cinta transportadora de objetos. En ello podía, percibir que alguien ya estaba persiguiéndolo muy rápidamente. Si era quien creía que era, Caciope podría llegar a Hefestos, y traerlo con ellos para poder viajar a Vulcano por la corona o arco.
Para encontrar a Hefestos debo ir por donde nace el sol. Aunque no se bien, lo que quiso manifestar ese individuo irracional. ¡Ahh! Debo ir a la sala del fin del camino. La cinta métrica – Una cinta automática que llevaba a una compuerta –
Lerna llegaba a la nave chasqueándo las palmas de su mano
¿Creaste el alboroto niña?
Y de lo mejor – Dijo ella. – Nunca me fue tan bien, con tantos imbéciles aficionados al alcohol y las peleas urbanas.
Caciope se abrió camino, y se dirigió hasta la compuerta. Lamentablemente aquella poseía una clave de complicada forma de descifrar –
-¿Así que una clave? – La puerta estaba sellada – ¡Bien!. – Ella primero se relajó, y estiró su cuerpo, para luego juntar sus manos y tronar sus dedos. Poco a poco iba girando una perilla. De izquierda a derecha y viceversa.
Mikonos continuaba el mismo rumbo, con el propósito de generar una distracción ampliar. Despistando a su seguidora daría el tiempo preciso a Caciope. Saltaba de casa, en casa, aprovechando sus dotes de felino montes, y la persuasión estaba en sus seis bigotes de un rostro con cicatrices y pelaje. Estaba frente a él en menos de unos minutos transcurridos.
¡Estas yendo por el camino equivocado looter!
Lo siento es que no tengo mucho sentido de la orientación –
Deberías trabajar para Von Kramer.
No lo tengo pensando.
Sabes que el ídolo lo no lo van a tener ustedes, ni tu jefe el Car
Claro que no..¡¡MMM!! ¿Cómo explicarte?.. Resulta que no es mi jefe.
Caciope continuaba intentando abrir parte de la compuerta, cuando un dardo pasó cerca de ella. El grupo Abaddon los estaba siguiendo.
¡Qué interesante! Estos muchachos, si que no se cansan - Ella sacó de su bolsillo una bomba de humo para nublar el sitio. Y salió corriendo, pero habían venido demasiados, y estaba rodeada. Entre la confusión, la perdieron de vista. -
Es por allá – Dijo uno de ellos a ver su silueta escapando. Un tumulto de disparos se escuchó a lo lejos.
¡¿Eh?! - Se dijo ella – Una mujer apareció entre sus ojos.
¡Vamos! Quiere todo rápido
¿Y tú quien eres? Ah…ya me imagino..
Me llaman Sistina, ¡Haz tu trabajo niña! – Expresó ella. Algunos secuaces del mister venían en camino. Debia hacerse de tiempo. Ambas estaban en una confrontación
Así que vienes de parte del mister. ¿Es que no confía en sus saqueadores?
Solo quiere que les de una mano de ser posible.
Esta mujer es bueno. Ella sola eliminó a todo un grupo determinado
¡Apúrate! No tenemos todo el día
No es tan fácil abrir la compuerta
¡Aléjate! – Dijo y disparó varias veces
¿Y bien? No se abrirá – Caciope continuó intentando. Hefestos se había escondido muy bien como para que no lo molestaran, pero había sugerido que lo busque el looter.
Vamos niña.¿ No sequevió en ti el mister? Abre esa puerta
No es tan fácil. Hazlo tú
Sistina disparó a la perilla…
Me queda claro que no tienes la remota idea de éste trabajo
¡Lo mío es directo! Apuntar y disparar
Bien por ti asesina. Pero aquí se utiliza la destreza. Y con un movimiento de perilla abrió la puerta de forma automática. – Lo logré! – Ambas ingresaron a lo que parecía un pasadizo. Allí descendieron por unas escaleras. –
No entiendo como este tipo se esconde
Es un excéntrico. Así es su vida.
Sistine/a, tenia la misión de manera paralela al looter y Caciope, de todas maneras, ella quería la gloria para si misma. Una vez abierta la puerta entraron por un ascensor que las llevó a un subsuelo oscuro. Caciope encendió su linterna para verificar el lugar con un perímetro total
¿Es un lugar vacío?
Una maquina se encendió con una radiante luz que cegaba todo.
¡Diablos! – Dijo Sistina cubriéndose con el codo la luminiscencia
Este debe ser el sol naciente
¿Por que éste tipo querría esconderse aquí?
No esta aquí – Dijo Caciope – Éste lugar no es el sol naciente - Y ve diciéndole al mister que no hay contrato con mafiosos del Orión
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