Noir, el saqueador, y el ídolo de la destrucción

El ladrón y el casino. Los rubíes, ojos del ídolo relucientes. Un desastre la operación. -

El ladrón y el casino. Los rubíes, ojos del ídolo relucientes. Un desastre la operación. -

 

 Este lugar es una maravilla, lo que pasa en Grand Park, Se queda en Grand Park.-

 

Un enorme palacio subdividido en muchas plantas llegando a una altura colosal desde una parte simple de subsuelo. Era toda una ciudad de diversión desde que se ingresaba. En ella encontraba todo tipo de seres de cada parte del universo, jugando y realizando sus deseos mundanos. Las fachadas poseen pilares extensos con figuras de dioses de todo tipo. Estatuas del tamaño de una nave gigante adornaban cada sector. Luego un gran laberinto en el cual perderse como parte de las actividades lúdicas. Los chelines (dinero) que corrían por aquel mundo era de una magnitud que podría alimentar a toda una galaxia. Ingresamos por el sector principal en la cual nos encontramos una puerta enorme de aceró con detalles de rostros sonrientes. Al abrirse dos guardias gigantes. Semi humanos. Mitad tor (toros) mitad ser humano terrícola. Poseían hachas enormes y sus miradas pétreas significaban que una vez dentro si se infringían las reglas no saldríamos. Ese era el precio en el Grand Park. Muchos famosos, magnates, mercenarios, políticos y demás calumnias del mundo, submundo, y bajo mundo, venían a beber de la gran teta de la madre del Pan y Circo como he escuchado en mi incursión en el planeta tierra. Entonces pasábamos del otro lado. Un ser semi pulpo nos recibía.

- Tenemos recebas –

- ¿Señor y señora Frent, su hija y su criado?

- Así es estimado- Expresé con cierto agrado

- ¡Gracias!

- ¡¡OHH!! – Muchos hombres, y seres masculinos se iban acercando ante Caciope. Debía admitir que su belleza era descomunal.

- ¿Señorita, quisiera acompañarme en un trago?

- ¡Disculpe! No será posible.

- Es una terrible pena

- ¡Ejeem! ¡gppp! – Produje un gesto de Tos llevando mi mucho a la boca –Discúlpenos

- ¿Y Usted?

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- Buenas tardes, mi nombre es Lord Frent, y ella es la señora Frent.

- ¡Ahh!..¡Es casada!. – Expresa un tanto cabizbajo. ¡De todas maneras!

- No…. – Dijo Mikonos con sus ojos ensañados en aquel ser repulsivo – Ahora, si nos disculpa.

Y nos retiramos

- ¡Ey Mikonos, ten cuidado, o te la van a robar! ¡Ja! ¡Ja! – Se ríe Louis

- Deja de decir tonterías – Se coloca en una posición de pura seriedad.

- ¡Cállense ustedes dos! – Se pone celosa Lerna.

- Tú ve a tomar tu tazón de leche. Niña

- ¡¿A quién le dices niña?! – Saca su daga de su bolsillo Lerna

- ¡¡Shh!! – ¡Guarda eso!!! – Pide calma Caciope. – ¿Y ustedes quieren dejar de bromear?

A Caciope se le seguían acercando hombres, y otros seres. El a sonreía

- ¡¡Ey Caciope!!..¡Olvida eso de coquetear!!

- No estoy coqueteando tonto. Es una forma de hacer negocios. Hay muchas personas adineradas. Y no es culpa mí ser una dama bel a ¿O acaso?..¿Estás celoso? – Expresa con animosidad. -

- ¡Claro que no mujer! Éste lugar es enorme –

Estábamos en una sala de tantas. En ella había un decorado de plata y oro en las paredes. Con muebles de muchas partes de otros planetas y sus culturas antigua. Un moz de etiqueta (mozo) llevaba una bandeja sirviendo aperitivos de alcohol con lima (limón)

- Por favor les dejo aquí sus bebidas estimados y estimadas.

¿La menor toma también?

- Claro que si – Expresó Lerna, y recibió uno por su cuenta, sin pedir permiso. -

- Eso lo decidiremos con tu madre – Dije aplacando un poco la situación. Louis se había metido a observar un poco el arte para realizar un estudio del perímetro visual.

- Hija, no seas así –Se disculpó Caciope fingiendo. El mozo se retiró

- ¿Por qué tengo que pasar por una niña?

- Porque eres la más pequeña de estatura, y aparentas esa edad. – Expresa en voz baja. -

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- ¡¡Dios!!..¡Detesto todo esto!

- Hagamos rápidamente el trabajo.

La noche anterior habíamos estudiado los planos del sitio según las fuentes de Louis. Era la torre principal que guardaba los rubíes. Una cámara custodiada con alarmas infrarrojas que se activaban desde la persección de cien metros. Salvo para quienes tuvieran un censor especial. Para llegar al í había un ascensor que solo podía tomar el personal encargado. Las cámaras eran robots milimétricos que pululaban como microbios. Eso hacía mucho más difícil escapar y pasar por allí con el monitoreo constante. Debajo había otra habitación, o sala muy amplia. Allí estaban los guardias que iban y venían. Nos faltaba un punto especial. Aquellos rubíes guardados en caja fuerte, tenían trampas por doquier. Que al activarse producía que se cerrase todo el sector terrestre. Los guardias saurios, y semi todos-humanos estaban en otra cámara directa a ella, dispuestos a atacar. No sabemos a ciencia cierta quién ideo todo este sistema tan intrincado.

El líder, jefe es un empresario muy poderoso. Aunque nadie lo ha visto jamás. Se dice que no es uno, sino varios. Ideamos una manera interesante. Y es entrar por la cúpula. A una distancia de altura del edificio, utilizaré un sistema de alpinismo. La altura es bastante peligrosa por el oxigeno, pero mi capacidad de semi humano me permite aguantar el mismo, ya que los propulsores de oxigeno portátiles explotarían ante la fuerza de gravedad. Deberé subir rápidamente. Los demás generaran la distracción. Caciope también quería venir conmigo, pero es imposible para ella poder aguantar el tiempo estimado de ascenso y entrada a la cúpula. Sería un riesgo total e innecesario.

Luego para escapar. Les daré la señal y deberán salir antes. Yo saldré volando con un propulsor hasta hacer en una planicie descampada, fuera del radio de transmisión. El os me vendrán a buscar y fin de la historia. El plan es perfecto, el problema es que el tiempo debe utilizarse de forma exacta. Segundos que se vayan pueden ser fatales.-




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