Capitulo 1

Mi nombre es Aisha Dunkelhei y soy una Non Mort, en pocas palabras estoy muerta, no se confundan no soy un zombie, aunque lo parezco no lo soy, repito ¡no lo soy!

Claro que con mi apariencia, cualquiera lo pensaría, puesto que mi piel es pálida y tengo una ojeras enormes,  no es sueño, es solo que al ser una Non Mort, esta debe ser mi apariencia, solo tengo un sentimiento, y es el odio, con el que todos despertamos, los demás solo se activan en tres ocasiones...

1.- Cuando vemos un muerto: Así es, al ver un cadáver, este nos produce una sensación maravillosa y por solo cinco segundos soy humana, luego de eso, el pesar de la muerte vuelve a invadir mi cuerpo

2.- Al visitar un panteón: ¿jamás han sentido que no están cómodos y al llegar a su casa sienten una sensación de paz? eso sentimos nosotros, solo ahí puedo ser humana por más de cinco, diez o veinte minutos, por desgracia no puedo estar ahí todo el tiempo.

3.- Los recuerdos: al despertar, no podemos recordar nada de lo que alguna vez fuimos, y al ser el enojo el único sentimiento que tenemos, no hay oportunidades, pero aún así existe una forma, encontrar a alguien que nos conoció, esto vaya que funciona, o bueno es lo que me han dicho, jamás lo eh experimentado.

Cuando desperté lo único que supe de mi, fue mi nombre, solo eso, no se si tengo família, o amigos, o alguien, no se nada.

A la única persona que tengo es a Annabelle, mi BFDF - mejor amiga muerta por siempre - ella es todo lo contrario a mi - en algunos sentidos - su cabello no es negro, es blanco, su piel es pálida pero no parece estar muerta como yo, sus ojos son grises, los míos son marrón, y a diferencia de mi, ella si puede salir después de las doce, si yo lo hago, mi instinto asesino me consumiria por la ira acumulada, por lo que asesinare a todo el que vea, debido a eso voy a un centro de ayuda, que más que nada, le da asilo a los Non Mort, podría decirse que ahí paso toda la noche.

Los Non Mort somos la mayor causa de accidentes y suicidios al año, puesto que una de nuestras habilidades es inducir al humano a morir, los nuevos lo disfrutan más, tanto que se culpan, es por eso que mi expediente esta lleno de Investigaciones.

Puede parecer malo, pero lo peor es lo que nos pasa si no nos vengamos, los Non Mort obligadamente deben vengarse de los que los asesinaron, es la única manera de asender, y solo nosotros podemos hacerlo, si no es así podriamos quedarnos atrapados en la tierra para siempre.

— ¿Sabes que día será mañana? — preguntó Annabelle emocionada — no — ella me miró ofendida, rodé los ojos y suspiré cansada — tu aniversario luctuoso — su rostro cambió, mostrándo una gran sonrisa — ¡lo recordaste! — chilló emocionada.

Y como no recordarlo si se la pasaba anunciando a todos lo tan emocionada que estaba.

— no entiendo porque te alegras, debería ser al contrario

— sabes muy bien que yo ya no puedo ascender, solo me queda esperar, disfrutar y continuar, solo eso. Tu por el contrario deberias mover el trasero y apurarte, aún puedes ascender.

— lo dudo, no recuerdo nada, por más que lo eh intentado solo... — suspiré cansada — estoy resignada — me apoye en una de las paredes y lentamente me deslice hasta quedar sentada.

— No, hay que estar consientes de algo — se acercó y tomó asiento frente a mí — los Non Mort no recordamos a menos que tengamos contacto con algo de nuestro pasado, sean objetos, lugares o incluso personas. Nunca quieres salir, siempre estas refugiada aquí y ¡vamos! este lugar es más deprimente que una sala de partos — negué con una pequeña sonrisa asomándose en mis labios, raro en mi.

— aún puedes recuperar lo que alguna vez tuviste y ascender como cualquier alma, no sólo ser un trozo de carne, pudiéndose día con día, esperando el día del juicio para por fin descansar y ambas sabemos que para eso falta mucho — me quede callada, ella solo me miraba con nostalgia, tristeza, no me imagino lo difícil que debe ser recuperar tu memoria y no poder hacer nada — cambiemos de tema ¿si? — asentí — bueno, quería decirte que me niego rotundamente a que solo me acompañes en el cementerio — la mire confundida, acaso...

— no, no, no y mil veces no.

— ¿por qué?

— no me mires así, conozco tus fiestas, se lo que incluyen, además recuerda lo que pasó la última vez que asistí a una, aparte de que ya tengo muchos expedientes como para agregarle otro, así que la respuesta es un ¡no!

— ay vamos, ya no eres una novata, debes saber controlarte. Solo hazlo por mi ¿si? como regalo, solo te pido eso — la mire seria, oh no, no puedo siquiera considerar el hecho de ir, en esas fiestas donde hay alcohol, drogas, sexo y aunque sinceramente estoy bien con eso, me da náuseas el saber que voy a compartir espacio con los vivos. Quiero negarme, pero se que si lo hago Annabelle se enojara mucho y no parara de molestarme, aun recuerdo la última venganza, caer desde un acantilado no es tan cómodo como lo creen, además de que me entumí por dos semanas. No, definitivamente no lo haré.

— te veré ahí.

Eres una estúpida Aisha, una verdadera estupida.

Annabelle sonrió complacida.

— te veo mañana entonces, por cierto, estoy disponible si necesitas ayuda con tu outfit, puede que quizá te consigas algo.