En la actualidad
Mark
Cuando ví que esa maldita mujer que se hacía llamar la madre de Mari, le pegó una patada regrese por unos minutos a mi pasado, y por un segundo imaginé que mari era mi madre y que el maldito de mi padre biológico le estaba pegando.
No aguante a ver a Mari así, me recuerda un pasado que ya estaba olvidando y que no quiero volver a recordar.
Dejé a Mari con los chicos, se que ellos no le harán nada y la cuidarán demaciado.
Tengo que despejar de nuevo estos pensamientos de mi pasado para volver, no quiero volver a tener una recaída.
Me estoy dirigiendo a uno de mis bares, cuando ingreso el volumen alto de la música me invade y todos los cuerpos en movimiento de las personas que se están divirtiendo, voy directo a mi lugar apartado que es siempre mi favorito, pido un whisky doble y otros para los guardias que entraron conmigo al lugar.
Me pongo a observar como todas esas chicas mueven sus cuerpos muy sensualmente al ritmo de la música, pero mi mente, alma y corazón ya tienen a su dueña y esa es Mari, ¡MI PEQUEÑA!.
terminó de un solo sorbo mi whisky y le pido otros a el camarero que los trae rápidamente.
No sé cuánto tiempo a pasado pero se que estoy subido de copas,he rechazado a más de 15 chicas que se me han insinúado. no quiero ir a casa ya que no quiero que Mari me vea en este estado, entonces le digo a uno de mis muchachos que me lleven a uno de mis hoteles.
Si lo se me imagino lo que deben de estar pensando, mafioso, dueño de bares y hoteles, pero no crean que todo lo que he ganado es gracias a la mafia, también estudie finanzas y administración de empresas y yo tengo mi propio negocio con demasiadas franquicias.
Llegamos a uno de mis hoteles, y mis muchachos me ayudan a caminar, no sé cuántas copas tome pero se que ellos no pasaron de la segunda.
—Señor Ivanok, que placer tenerlo por aquí,¿ la habitación de siempre?— dice la recepcionista, con voz coqueta y vi como se desabotonaba los primeros botones de su camisa, dejando ver muy bien sus grandes pechos operados.
¡Ya que! no se que número va hacer está pero ya colmaron mi paciencia, porque el día de hoy nadie entiende que no quiero.
—MIRA NIÑA NO SE COMO TE LLAMAS, NI QUE CARAJOS HACES TRABAJANDO AQUI, LO ÚNICO QUE TE VOY A DECIR ES QUE SI ME SIGUES COQUETEANDO, EN VEZ DE ESTAR TRABAJANDO, PUEDES RECOGER TUS COSAS Y LÁRGATE, YO NO TE PAGO PARA QUE ME ANDES COQUETEANDO A MI O A LOS DEMÁS CLIENTES ¿ENTENDISTE? — le gritó con seriedad y el enojo crece cada vez más.
—Si...Señor...— dice con la cabeza agachada y tartamudeando abotonando la camisa.
Veo cómo mis muchachos me miran sorprendidos por lo que acabo de pasar, ya que nunca me habían visto que rechazará una o varias mujeres.
La estúpida esa nos da las llaves de la habitación y con la ayuda de los chicos llegó hasta ella.
Creo que ya veo doble, mañana desperté con una jaqueca del diablo.
Los chicos me dejan el la cama y veo como ellos salen de la habitación, no tengo fuerzas para nada y me dejó llevar por la oscuridad profunda.
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Me despierto por la maldita luz que entra por la ventana, me levanto molesto de la cama y cierro las cortinas,luego me dirijo al baño hago mis necesidades y luego busco en el gabinete las pastillas para el maldito dolor de cabeza que tengo.
No sé qué hora serán, me meto a bañar sin preocupación alguna, terminó y me organizo para poder bajar a desayunar.
Terminó de hacer todo y ahora solo falta agarrar mi celular, y mi billetera, cuando lo hago prendo mi celular y veo en la pantalla la hora y ¡¡DIABLOS!!, son las 2:34 pm, dormí casi todo el día.
Salgo corriendo de la habitación, y veo a uno de mis hombres ahí.
—Buenas tardes señor— dice saludándote muy cordialmente
—Buenas tardes Theo— le respondo de igual manera .
—Señor tome las necesitara— dice Theo estirándome unas gafas de sol oscuras.
—No las voy a necesitar gracias Theo— le digo tranquilo.
—Como quiera señor— me responde
Bajamos hasta la recepción y salimos por la puerta principal cuando lo hago, todo el sol cae en mi y me cega, y hizo que mi dolor de cabeza que ya estaba mermado, volviera aparecer mucho más fuerte que antes.
—¡¡CARAJO!!, Theo me pasas por favor esas gafas de sol— le digo lo más calmado posible ya que este dolor de cabeza va hacer que se la quite es ha alguien.
—Si señor— dice muy respetuoso, sacando las gafas de uno de los bolsillos de la chaqueta de su traje y pasandomelas.
—Gracias— le respondí, y apresuradamente me las coloque, luego subí al auto y solo cierro los ojos, esperando a llegar pronto.
Con los ojos a un cerrados, solo me imagino a mi pequeña,¿Como estará?, ¿Que habrá dicho el doctor?, ¿Será que me extraña?, Todas esas preguntas empiezan a rondar mi mente.
No sé en qué me quedé pensando, pero cuando menos lo espere ya estábamos en la casa.
—Señor ya llegamos— me informa Theo y salgo apresurado del auto.
Necesito ver a mi pequeña y saber que está bien.
Ingreso a la casa y escucho la voz de mi pequeña en medio de carcajadas.
Mi pequeña ríe hermoso, pienso y me dirijo de dónde provienen sus risas.
—NO MAMÁ, NO LO VAYAS A HACER— dice Mari en medio de carcajadas y Nick se acerca con una jeringa.
—¿Que hacen?—pregunto mientras entro a la sala de estar, dónde veo que Alex, Diego, Piter, Joe y Nick, están rodeando a mi pequeña y ella está huyendo de ellos.
Noto como mi pequeña corre hacia mi y me abraza, aunque solo me llegue a el torso, no le interesa y se aferra a mi.
—!MARK!, ¿dónde estabas?, te extrañe mucho, ¿Estás bien? — Me pregunta mi pequeña, con cara de preocupación y solo sonrió.
Ella me extraño, y se preocupa por mi, ya se me olvidó que es un dolor de cabeza.