Nos volveremos a encontrar

Carta N°5

De: Maddie Fierman
Para: Dave Stradowsky
A: 768 W. Hamburg St. Baltimore, Maryland

31 de enero 2014

Y aquí vamos otra vez...

    Son las tres y cuarenta y cinco de la madrugada, me ha despertado el sonido de un grillo posado en la ventana de mi dormitorio, eso ha sido a la una de la madrugada, pero como me ha estado sucediendo hace ya varias semanas se me dificulta conciliar el sueño, ¿y a que recurro siempre? a escribirte estas estúpidas cartas.

¿Puedo contarte un secreto? Creo que el chico que me gusta —ese del que te había comentado en una de las cartas anteriores— ha terminado con su novia luego de llevar juntos casi seis meses. No estoy feliz por ello, no soy de las personas que se alegran de las "desgracias" ajenas, pero mis esperanzas por llegar a ser algo en un futuro han aumentado. Aunque aún no he sido capaz de relacionarme con otros chicos, no desde tu partida. El mínimo contacto ya sea visual o físico me recuerda a ti. Todo me recuerda a ti.
Cuando quiero pensar en él es imposible no tener tu nombre rondando por mi cabeza. Cuando este chico, nombrémoslo Dylan —Claramente ese no es su verdadero nombre pero hagamos de cuenta que si lo es— y yo nos damos algunas miradas aquí en el barrio, automáticamente comienzo a recordar cuando tu y yo hacíamos lo mismo. Éramos menos disimulados, tú sabías que yo té observaba a ti, y yo sabía que tú me observabas a mi, incluso de vez en cuando nos dábamos alguna media sonrisa, o un simple saludo de lejos —¿Recuerdas lo difícil que se nos hizo comenzar nuestra "relación"?— en fin, con Dylan es todo muy difícil, y eso me molesta, porque contigo luego de nuestra primera cita parecía que nos conocíamos de toda la vida, teníamos muchas cosas en común, nuestras charlas hasta altas horas de la madrugada en el patio de mi casa o incluso a veces en el de tu casa, los silencios que habían entre los dos no eran para nada incómodos, al contrario, nos unía aún más, era como si nos estuviésemos comunicando mentalmente y que un solo sonido podía interrumpir o romper esa magia que nos conectaba. ¿Es irónico no? hace dos años atrás esa confusión me sucedía al revés, era a éste chico al que no podía quitar de mi cabeza, ahora cuando quiero pensar en él se me hace imposible no pensar en ti, por arte de magia apareces en mi sueños, en mis ideas, en mis pensamientos a cualquier hora del día e incluso a cualquier hora de la noche, aparece allí diciendo "me fui pero aún estoy aquí, no te olvidarás de mi tan rápido"
Aún no puedo quitarte de mi cabeza, por más que lo intente se me hace imposible. Yo se que tu piensas lo mismo, —sea donde sea que te encuentres en este momento yo se que aún piensas en mi, o al menos eso es lo que quiero creer— siempre has sido lo bastante orgulloso como para admitirlo, pero no era necesario que lo hicieras, tan solo debías bajar la mirada y comenzar a mover tus manos para saber que era en lo que estabas pensando.

Atte: Maddie

 



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En el texto hay: adolescente, romance, amor

Editado: 15.07.2021

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