Meses después ya era el primer día de clases y Carolina se encontraba formándose junto a sus amigas para las inscripciones de los cursos recreativos y obligatorios de la institución.
Mas adelante en la fila Carolina pudo observar a Jesús quien también noto su presencia y le sonrió cínicamente al verla.
—No puede ser cierto —Exclamo en desanimas llamando la atención de sus amigas.
—¿Qué sucede? —Pregunto Ángela.
—Aquel estúpido otra vez —Les dijo y todas observaron al chico de espalda.
—No te preocupes, quizás ya decida dejarnos en paz o en su defecto dejarte en paz a ti —Le dijo Andrea.
—Eso espero —Les dijo para ignorarlo y cambiar el tema de conversación.
Los minutos pasaron hasta que Carolina logro obtener su turno de inscribirse en aquellos cursos.
—Lo siento, en el curso de escritura ya no hay espacio —Le dijo la profesora encargada de la inscripción.
—¡Que!, ¿Porqué? —Exclamo Carolina —Mis amigas acaban de inscribirse en ese curso ¿Como que no hay espacio? —le decía a la profesora.
—Lo siento, son solo cuarenta estudiantes por curso y ya están completos, debes escoger otro curso —Le dijo aquella profesora.
—Pero ese es el curso que quiero tomar, solo hay cuarenta participantes, un estudiante más no hará la diferencia, por favor —La profeso negó con su cabeza —No puede ser que tenga que inscribirme en un curso que no quiero solo porque no me permitan entrar a que si, por una mínima diferencia de un alumno.
—Lo siento, pero no tengo permitido agregar mas estudiantes de los que están requeridos por el sistema —Carolina paso la mano por su mejillas en señal de frustración.
—Esta bien de acuerdo, ¿Qué otros cursos está disponible? —Pregunto y la profesora le mostró la pantalla del computador donde se marcaban en verde los cursos que aún tenían espacio —¿Es una broma? —Carolina miro a la profesora y luego nuevamente a la pantalla —¿Carpintería?, ¿Fútbol?... ¿Electricidad?, esos son cursos de chicos no voy a inscribirme en esos cursos —Sentencio.
Segundos mas tardes el subdirector se acercó a dónde ambas mujeres aún se encontraban y dónde Carolina se negaba a inscribirse a uno de los cursos.
—¿Qué sucede? —Pregunto el subdirector.
—Dice que no va a inscribirse en ningún curso porque son cursos de chicos —Le dijo la profesora al subdirector y este miro el computador para verificar los cursos disponibles.
—No son solo de chicos, conozco mujeres que practican esos oficios —Le dijo el subdirector a Carolina.
—Solo estoy pidiendo que agreguen un estudiante más al curso de escritura, no quiero inscribirme en ninguno de esos cursos —Les dijo nuevamente.
—No podemos agregarte a ese curso porque el sistema no lo permitirá, y sino te inscribes en ningún curso serás reprobada tanto del curso como en el grado que actualmente estás cursando, y no creo que quieras repetir el año —Dijo esas palabras para luego retirarse
—Hay muchos más estudiantes que están esperando por inscribirse, seguramente no serás la única chica en esos cursos —Le dijo la profesora a Carolina —Aunque mira, también está disponible el curso de gimnasia, es un curso unisex y es tu mejor opción.
—En gimnasia siendo la peor estudiante de educación física, eso sería auto humillarme frente a todo el curso —Dijo y suspiro cansadamente —Creo que de todas mi mejor opción es electricidad —Dijo para comenzar a llenar el formulario de inscripción.
Luego de inscribirse Carolina se reunió en la cancha deportiva con sus amigas y paso toda la tarde quejándose del curso donde se había inscrito.
Una semana después Carolina se dirigía al salón donde vería su primera clase de el y al entrar al salón se encontró con que no habían más mujeres en el lugar y para su mala suerte, frente a ella se encontraba Jesús y algunos de sus amigos.
—Esto debe ser una puta broma —Dijo entre dientes para luego tomar asiento.
Jesús y sus amigos la observaban curiosamente mientras murmuraban cosas sobre ella que no lograba escuchar.
—Debes de ser Carolina —Dijo el profesor llamando la atención de ella -Eres la única chica que se inscribió en este tipo de cursó, todas las demás que no lograron agarrar maquillaje o danza decidieron irse a gimnasia, que raro que tu no -Le dijo mientras mantenía su vista puesta en la carpeta que yacía abierta en sus manos.
—Ese no es un curso que sea de mi interés, este tampoco pero no tenía buenas opciones —Dijo sin mas.
El profesor hizo un movimiento con su mano dando a entender que quería que todos tomarán asiento para comenzar.
Carolina se encontraba en silencio tomando nota de todo lo que el profesor decía y escribía en el pizarrón cuando de repente un chorro de agua cayó sobre su libreta haciendo que está se levantará de golpe de su asiento.
—¡¿Eres imbécil o que carajos te pasa?! —Carolina alzó la voz llamando a la atención del profesor.
—Carolina las faltas de respeto no están permitidas en mi clase —Dijo el profesor
—¡Jesús acaba de tirar agua sobre mi cuaderno! —Le dijo al profesor mientras le mostraba el cuaderno mojado.
—Baja la voz Carolina, no grites —El profesor parecía desinteresado del tema—. ¿Jesús porque hiciste eso? —le pregunto al chico.
—Lo siento mucho, fue un accidente. Tropecé y cuando buque sostenerme para no caer derrame mi agua —Dijo Jesús.
—¿Accidente? Eso fue todo menos un accidente —Le dijo encarándolo.
—Ya oíste Carolina, fue un accidente —El profesor se dio la vuelta volviendo a escribir en el pizarrón y Carolina se sintió indignada.
—Fue un accidente, Carolina. Solo eso —Le dijo Jesús con ironía mientras esbozaba una sonrisa.
—Eres un idiota —Le Dijo para luego tomar sus cosas e irse del salón.
Carolina se dirijo hacia la oficina de evaluación para solicitar el cambio de curso, fue atendida por la secretaria quien tomaba los detalles del porque ella quería cambiarse de curso.