Nosotros: Tú y Yo

Capítulo 29

*Dania*

Todo estaba listo, es menos de dos días había conseguido las fotos de los cuerpos inertes de Lilian y de Ralf. Las fotos fueron tomadas con una cámara que había tomado de la casa de Joshua la ultima vez que fui, siempre tuve cuidado de que en ningún momento estarán mis huellas en esa cámara, ya que en ella solo estarían las huellas de Joshua Anders, El plan era simple solo ocupa regresar la cámara a su departamento y el tiempo haría lo suyo pero mis planes se vieron afectados al verlo, ahí en su habitación completamente dolido pero aún no era suficiente, ocupaba verlo más afectado, ocupaba verlo completamente destruido, ocupaba ver su dolor reflejado en sus ojos así como si solo el simpe hecho de respirar le causara dolor, entonces hice la llamada.

-Rion… ocupo esa droga de la memoria- dije y escuché la risa de Rion del otro lado-

- ¿Y crees que te la daré? - dijo Rion y sonreí-

-Que yo sepa nunca te pregunté- dije y escuche a Rion suspirar-

- ¿Qué haces en la casa del juguete? - dijo Rion, sabía perfectamente que Rion tenía mi ubicación las 24 horas por lo que no me molesté en preguntar-

-Estoy muy, muy preocupada por el- fingí preocupación y escuché una risa ensordecedora de Rion-

-Llega en 3 minutos- dijo Rion-

-Que sea en dos- dije-

-A la orden- dijo Rion y corté la llamada, miré a mis alrededores y podía distinguir ese fuerte hedor de soledad, polvo, comida echada a perder.

Era como si estuviera en algún tipo de lugar abandonado con indigentes, excepto que solo había una persona dentro y había retratos y cuadros de lo que solía ser la familia feliz de Morinfilled.

Tomé un cuadro que estaba en el suelo y lo miré fijamente…. Esté sería mi boleto de éxito para más adelante

Un mensaje se emitió en mi celular con un simple ¨Ya llegó¨, abrí la puerta lentamente y había una bolsa de papel justo en la entrada, la tomé en mis manos, me metí dentro del departamento y caminé hacia el refrigerador, un olor característico de comida echada a perder salió inmediatamente de este pero no me importó, logré ver al fondo 18 botellas de aguas algunas ya habían sido abiertas por lo que solo las destapé y me replanteé verter toda la droga en las botellas, volteé dentro del cuarto de Joshua y noté una botella de agua con más de la mitad del líquido en ella, no tendré que esperar demasiado al parecer…

*Joshua*

El sonido de la puerta cerrándose me hizo despertar, un sonido tan fuerte que me hizo estremecerme, mi habitación tan oscura por las cortinas negras que colgaban de la barra de esta, aquella que se encontraba postrada contra la pared, aquella que se negaba a soltar la cortina así como yo no quería salir de mi cama. Volteé a todos lados intentando percibir movimiento pero no hubo ni un sonido de alarma por lo que solo me senté en mi cama y recosté mi espalda sobre la fría pared color marrón, la misma pared que mis padres habían pintado con tanta paciencia solo para mí, su único hijo… ¿Qué harían ellos al verme así? Tan solo, tan lamentable…

Miré a mi costado y vi la botella de agua que había dejado en algún momento de algún día y mi garganta se secó, tenía tanta sed que casi al momento de alcanzarla y beber el agua de ella se vació, miré la botella unos segundos ¿Cómo había terminado así?, miré el techo blanco con algunas gritas que me rehusaba a arreglar intentando encontrar alguna respuesta… Nada, no había nada en mi mente. No se cuantos minutos me quede viendo el techo pero no importaba, no importaba cuanto tiempo me quedará viendo el techo, no importaba cuanto tiempo estuviera sin comunicación, no importaba nada porque ahora estoy solo, no tengo a nadie a mi alrededor, me siento tan asqueado de mi mismo que me es imposible respirar, quiero mi vida de vuelta, quiero a mis amigos de vuelta…

Me levanté de la cama algo tambaleante lo cual no me sorprendió, no había comido en días y solo he estado durmiendo. Un golpe en mi puerta me hizo dar un respingo ¿Quién vendría a mi puerta? Voltee instintivamente al reloj al lado de mi mesa de noche, este marcaba las 7:40 de la tarde, no podía ser alguna paquetería por que no he pedido nada, no puede ser algún amigo por que ya a nadie le importo ¿Quién está en mi puerta a estas horas?

Estaba tan concentrado en encontrar respuestas de quien era el intruso al otro lado que no noté cuando la puerta se abrió de golpe hasta que escuche cuando está golpeo con mi pared, rápidamente corrí a la entrada algo tambaleante pero me quede a medio camino cuando vi esa cabellera negra como la noche, su piel blanca y perfecta como la seda, ella estaba aquí… después de tanto tiempo, después de tantas cosas que habían pasado, ella estaba en mi puerta, ella había venido por mi y solo por mí. Conté hasta tres con la esperanza de que no sea otras de las alucinaciones que tenía, ya que a lo largo de esté tiempo alucinaba que Dania rondaba por mi casa, recé internamente que ella no desapareciera como las demás veces y no lo hizo, ella estaba parada frente a mí, sus ojos me miraban de pies a cabeza mientras seguía en el umbral de la puerta, sus brazos cruzados, sus botas negras militares a conjunto con su chaqueta de piel, ella estaba aquí…

-Dania…- dije incomodo por mi voz, hacía tanto tiempo que no hablaba, hace tanto tiempo no la veía, hace tanto tiempo que no desaparecía al hacer contacto visual, ella era la verdadera Dania, aquella de carne y hueso, no eran mis alucinaciones, ella realmente estaba aquí-

-Joshua…- dijo Dania simplemente con una mirada fría-

- ¿Qué- que haces aquí? - dije algo desconcertado, ya que sentí mis pensamientos revueltos, como si no pudiera reaccionar, sentía mis parpados pesados y mis piernas comenzaron a tambalearse ¿tan mal había estado comiendo? –

-Joshua Anders debemos hablar- dijo Dania firmemente y sentí como mi corazón dolía, su tono de voz no era como la Dania de hace años atrás, ella había cambiado y aún no sabía si era para mejor o peor-




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