*Pov Dania*
El dolor y el ser traicionado en el rostro de Joshua Anders al momento de presentarme como única testigo ante el asesinato de Ralf y Lilian fue memorable, él se mostro confundido al inicio pero después de pasar por mi lado noté la rabia en él. El sabía la verdad, yo fui la que los asesinó, pero eso ya no importaba, nadie le creería a Joshua y pronto su vida estaría acabada… Joshua Anders había entrado a la boca del lobo al momento de pisar el suelo de esa cárcel. Todo estaba hecho. O bueno no aún…
- ¿Qué tienes en mente Rion? - dije viéndolo fijamente-
- Tengo a millones de hombres que fueron culpables de las muertes de sus propias hijas, pero eso no nos servirá si no tenemos a quien dio la orden- dijo Rion-
-Ocupamos a un soplón- dijo Nicolas-
-¿Un soplón?- dijo Gianna pensando-
-Tu padre por ejemplo- dije y ella palideció-
-Dania…- dijo Nicolas pero Gianna lo interrumpio-
-Matemos a mi padre... él fue el causante de la muerte de Tabitha- dijo Gianna con dolor y furia en su voz-
-Esta hecho entonces- dije sonriendo, dándome media vuelta e irme a mi departamento, dejé la puerta abierta y pronto sentí los brazos de Aiden rodeándome la cintura, atrayéndome hacia él-
- ¿Piensas dejar al chico Anders en la cárcel? - dijo en un susurro en mi oído-
-Ahora mismo debe de estar pasando lo tan mal- dije con una voz que simulaba tener lastima-
- ¿Mal en qué sentido? - dijo Aiden dándome media vuelta para que yo quedara enfrente de él-
- Bruno estuvo en esa cárcel hace un tiempo…. Puede que alguien haya avisado que Joshua Anders Mató a Bruno… que lastima ¿verdad? – dije sonriendo sobre los labios de Aiden y este sonrió apretando con fuerza su agarre en mi cintura-
-Dudo que permitas que alguien más lo maté- dijo Aiden viendo mis ojos fijamente y sonreí-
-Me conoces demasiado bien- dije sonriendo, dándole un corto beso en los labios y separarlo de golpe- Aun no se sabe si Jessica está viva- dije con molestia hacia él mientras retrocedí de su agarre-
-Ojalá lo esté, Jessica solo fue un juguete después de todo - dijo Aiden y sonreí, tomé mi daga con fuerza y al momento del contacto con la piel del antebrazo de Aiden esta lo cortó sin el más mínimo esfuerzo dejando un rastro de sangre que corría por su piel-
-Vuelves a decir su nombre o él de otra chica y te disparó- dije furiosa hacia él y él sonrió-
-Con gusto aceptaré ese disparo- dijo Aiden tomando mi brazo con fuerza y jalándome hacia él, en un movimiento rápido me quitó la daga de las manos y trazó una línea en mi clavícula dejando un recorrido de sangre sobre la piel que acababa de cortar- Pero si tu vuelves a dejar que te besen como Bruno o tu juego se hace tan largo como Joshua, los mataré y dibujaré mis iniciales por tu piel para que sepan que eres solo mía- dijo Aiden besando la herida que acababa de hacer-
-Mmm, interesante- dije sonriendo sobre sus labios y está vez el me beso primero, podía sentir mi sangre en sus labios y fue algo completamente adictivo ¿Cómo podía robarle esa sensación a él? Lo separé de golpe y besé su herida del antebrazo, casi pintándome con su sangre los labios como si de un pintalabios se tratase, me acerqué a él y ambos nos besamos de nuevo, el sabor metálico yacía en nuestras bocas, pero eso solo alimentaba nuestras ganas de seguir besándonos y cada vez se sentía más caliente la habitación. Aiden se separó un poco de mi boca para tomarme por detrás de los muslos con sus grandes manos para colocarme sobre su cintura y comenzó a caminar directo a la habitación, sonreí satisfecha de lo que pensaba Aiden, ambos nos separamos unos segundos y Aiden se quedo viendo mi cara fijamente, sus ojos tenían ese toque oscuro de siempre pero podía notar una diferencia cada vez que él me veía, no, no era amor, era algo más fuerte, era obsesión y reclamo, y él sentimiento era completamente reciproco…
*Al día siguiente*
*Pov Joshua*
-Visita para Joshua Anders- dijo el oficial que acababa de asomar su gran cabeza en mi celda-
- ¿Visita? ¿quien? - dije ya que ahora ya no tenía a nadie-
-Una bella chica, amable y sonriente dijo el oficial mientras caminábamos- En la mesa 4 – dijo el oficial liberándome de las esposas y me apuntó hacia esa dirección… Una cabellera negra como noche, una chamarra de cuero negra y unas botas a la par de su chamarra… Dania-
- ¿Qué carajos haces aquí? - dije sentándome al frente de ella y sonrió, MALDITA SEA, AÚN SE ATREVÍA A SONREIR-
- Vine a visitar a mi buen amigo- dijo sonriendo de oreja a oreja-
-No somos amigos- dije serio y ella rió un poco-
-Oh Joshua… querido Joshua, veo que te han estado tratando espectacularmente tus compañeros- dijo Dania con una sonrisa espeluznante mientras veía mis moretones con cautela-
- ¿Siempre fuiste así de doble cara? - dije y ella solo negó con su cabeza-
-Joshua… Yo nunca fui tu amiga- dijo sincera y sentí como si un golpe peor que él físico me atravesará la piel-
- ¿Ni siquiera cuando éramos niños? - dije esperanzado-
- ¿tú qué crees? - dijo sonriendo y yo negué mi cabeza eso no era posible… ella si me quería, desde niños me ha querido, yo lo sé, yo se que ella solo lo hizo para cubrir lo que hizo, pero ella me quiere, yo si fui su amigo… o eso creí hasta que habló y me destruyó por completo-
*Pov Dania*
Aún veo un destello de vida en los ojos de Joshua, un destello de un repugnante cariño y quiero destruirlo…
-Joshua ¿recuerdas él accidente de tus padres? - dije sonriendo-
- ¿Qué con ello? - dijo Joshua confundido-
-No fue un accidente- dije y él se paralizo así que continue hablando- Nadie sospecharía de una niña que cortó los frenos tan meticulosamente para que se cortaran por completo en el lugar correcto a la hora correcta en la que se fueran en dirección al trabajo - dije y Joshua palideció-
-Mentira, Ellos no fueron al trabajo ese día, no pudiste intervenir- dijo Joshua convenciéndose a él mismo-