Not so happy endings

Morir de amor

Morir de amor

Desde que tenía uso de razón había estado preparándose para la responsabilidad que le esperaba al crecer y asumir su lugar como sucesora de su mentora, sin embargo se sintió paralizada de miedo cuando falleció y el peso de su destino le cayó encima de golpe.

Su maestra era tan joven, su muerte fue una tragedia completamente inesperada, tal vez por eso no se sentía lista para resguardar el anillo, aunque no era ni de cerca la guardiana más inexperta que había tenido.

Hasta ese día había cumplido su tarea, el mundo seguía a salvo del terrible poder de la joya que colgaba de su cuello como si fuera un simple adorno, pero eso estaba por cambiar, una parte de ella ya había traicionado su deber cuando Imp se presentó y ella supuso el objetivo de su visita.

“Es tu responsabilidad, pero no te pertenece. Debes traerlo siempre contigo, pero no puedes usarlo jamás”

Repetía su antecesora todo el tiempo, esa era la razón de llevarlo en una cadena al cuello en lugar de usarlo en el dedo como un anillo común y corriente.

Era irónico que ese día en particular la voz que le había explicado y repetido hasta el cansancio todo lo que necesitaba saber para cumplir con su deber no dejaba de sonar en su cabeza tan clara como si la estuviera escuchando. Tal vez se debía a lo apenada que se sentía hacía ella  por haber pasado sus consejos por alto y encontrarse ahora en tan penosa situación, o simplemente a que ahora podía entenderla de una forma en la que jamás lo hizo cuando estaba viva.

“Hay una guardiana cuyo nombre no está escrito en el memorial ni en los registros del gremio. Ya nadie lo recuerda y ese fue parte de su castigo.”

Así introdujo la historia que pretendía ser una lección importante que se quedara con ella para el resto de su vida.

“¿Y qué hizo? ¿Por qué la castigaron?” 

Preguntó con la curiosidad propia de la edad que tenía en aquel entonces.

“Dejó que su corazón la arrastrara al camino equivocado y le hizo daño a mucha gente”

Aquella joven, en contra de las reglas impuestas por el gremio, se enamoró de un hombre y mantuvo una relación con él, pero lo peor era que no se trataba de un muchacho común y corriente, sino de un ambicioso príncipe que de alguna forma la convenció de usar el poder del anillo en su favor durante la lucha para suceder a su padre en el trono, en la que perecieron la mayoría de sus hermanos y varios hombre ilustres de la corte.

Lamentablemente la tragedia no terminó ahí, una vez tuvo la corona un sólo reino no le pareció suficiente y se lanzó con ayuda de la gema a conquistar pueblo tras pueblo, decidido a gobernar el mundo entero.

Demasiado tarde la infame guardiana se dio cuenta de lo que había hecho y pudo ver al objeto de su amor como lo que era en realidad: Un ser despiadado que se había aprovechado de sus sentimientos para usarla en su beneficio, dañando en el camino a incontables inocentes.

Arrepentida y con el corazón destrozado, puso fin a su vida para terminar con la matanza. 

Desde entonces hay otra maldición asociada al anillo, una que sólo afecta a la guardiana.

Se dice que si permite que su corazón la guíe por un camino que la aparte de su deber, sufrirá una muerte instantánea,una medida disuasoria que además pretendía limitar el desastre que podía ocacionarse.

“No importa lo dulce, hermosa o talentosa que seas, para los hombres el poder siempre va a ser más importante que el amor, ellos nunca van a dejar que su corazón decida...” 

“No te dejes engañar. Seguro van  a dar una justificación, pero ¿Para qué quedría un hombre bueno una joya que sólo sirve para destruir al enemigo y someter inocentes?”

¡Si sus sabías palabras hubieran hecho eco en su cabeza antes! Ahora era demasiado tarde.

En contra de todo lo que le habían enseñado y en contra del sentido común, se perdió en los ojos azules de un experto en embaucar a mujeres ingenuas como ella.

Ella se creyó felizmente aquella farsa y hubiera continuado viviendo en su imitación de un cuento de hadas si el mismo artista que la creó no la hubiera hecho pedazos de un golpe.

-¡Mierda! No sabía que estabas maldita, ¿Es verdad que morirás si intentas usar el anillo? ¡No me jodas! Así no me sirves para nada.

En el fondo lo sabía, sabía que debía haber un motivo para que semejante personaje de cuento apareciera frente a ella y convirtiera su vida descolorida en una fantasía, pero ¿No podía la ilusión durar un poco más? Quería con toda el alma creer en esa hermosa mentira unos días más.

Pero, de un momento para otro se derrumbó ante su mirada atonita y el apuesto ministro del que estaba enamorada se convirtió de pronto en el rey recién coronado que pretendía usar el anillo para sofocar a una fracción rebelde.

Pudo haber desaparecido de su vida de una forma más discreta, o haber ofrecido cualquier excusa para la despedida, pero no, prefirió destruir la obra de arte que con tanta pericia había construido y restregarle la verdad en su cara.

-Ahora que lo sé, no hay ningún motivo para volver a vernos. Adiós, al menos espero que esto te enseñe a no ser tan ilusa de ahora en adelante.

Y la abandonó sin volver la vista atrás ni un segundo.

Él lo había dicho con absoluta claridad, su única razón para estar con ella era el anillo y ahora que sabía que era inútil, la botaba sin contemplaciones, aún así la facilidad con la que le dio la espalda le dolió más que cualquier otra cosa ¡Se estaba desprendiendo de todo lo que habían compartido y pasado juntos como si simplemente estuviera sacudiéndose el polvo! 

Nunca creyó poder sentir la tristeza de forma tangible en su cuerpo, pero estaba adolorida como si acabara de recibir una paliza, perdió el sueño, el apetito y la energía para realizar hasta las actividades más cotidianas.

Su piel estaba pálida y opaca, con ojeras que parecían pintadas a propósito y pómulos sobresalientes; sus ojos habían perdido el brillo al que su antiguo amante tanto hacía referencia cuando le susurraba palabras de amor. Era increíble que una decepción amorosa hubiera cambiado hasta su aspecto de una forma tan drástica.



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En el texto hay: amor, tragedias

Editado: 17.07.2019

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