Notas bajo el cerezo | Suosaku [omegaverse Bl] Fanfic

Capitulo Cinco

—Oye, ¿vas a ir a la graduación de los de tercero? —preguntó Nirei, apareciendo junto a mi pupitre como un perrito esperando una galleta.

—¿Para qué o qué? —respondí sin levantar la vista de mi cuaderno, donde había estado dibujando inconscientemente pequeños parches oculares en los márgenes.

—¿Cómo que para qué? ¿Te acuerdas de Tsubaki?

Me encogí de hombros con una indiferencia que solo años de práctica podían perfeccionar.

—La señorita Tsubaki de tercer año —repitió con un aburrimiento dramático, como si estuviera anunciando a una estrella de cine—. Cabello negro, sonrisa brillante, siempre organiza los festivales... ¿En serio no te suena?

—Ah... ¿y qué hay con eso? —dije, intentando que mi voz sonara lo más plana posible.

—Pues ella me pidió que estemos presentes en su graduación y que le echemos muchas porras, porque le darán un reconocimiento como la mejor alumna. O mejor dicho... el mejor alumno, jeje —agregó con una risita que sonaba más a traición que a complicidad.

—Ah, pues... no sé —murmuré, sintiendo cómo el tema se alargaba más de lo necesario.

—Anda, porfa. Además, como Tsubaki conoció a Suo, pues ella...

Mis sentidos se alertaron de inmediato. ¿Qué había dicho ese nombre?

—¿Ella qué? —pregunté, entrecerrando los ojos y frunciendo el ceño hasta que me dolió la frente.

—Pues... —tragó saliva visiblemente—. Lo invitó a su graduación —susurró, como si revelara un secreto de estado.

Sentí cómo mi mandíbula se tensaba de inmediato, produciendo un crujido sordo. ¿Cómo era posible? ¿Desde cuándo ese pirata de pacotilla se codeaba con la realeza estudiantil? Y lo peor... ¿cómo demonios lo había conocido?

—Oye, Sakura, ¿estás bien? —preguntó Nirei con cautela, observando mi expresión que, sin duda, parecía la de alguien a punto de cometer un delito menor.

—¿Cómo lo conoció? —solté casi sin pensarlo, como un detective obsesionado con un caso sin importancia.

Él arqueó una ceja, confundido por mi absurda pregunta.

—Pues... Tsubaki me contó que se encontraron en la cafetería de Kotoha. Dijo que él le ayudó a recoger unos libros que se le cayeron. Un encuentro de lo más casual y adorable, ¿no crees?

—¿Solo eso? —pregunté de nuevo, incapaz de contener mi escepticismo—. ¿No hubo intercambio de órganos, pactos de sangre, nada por el estilo?

—Sí, de hecho, hace un rato, antes de que llegaras, Tsubaki se lo llevó al comedor de la escuela para platicar más con él. Dijo que quería conocer mejor al "misterioso chico nuevo".

Apreté el lápiz con tanta fuerza al escuchar eso que juré que la mina de grafito dentro gimió de terror. Y la verdad... no sé por qué, pero sentí unos celos extraños, calientes y punzantes, como una indigestión emocional.

¿Celos? ¿En serio? ¿Por Suo?

No tenía por qué. No es como si él fuera algo importante en mi vida. Era solo... una especie de irritante constante, como un grano en un lugar incómodo o esa canción pegajosa que no puedes sacarte de la cabeza. Pero cuando lo veo hablar con alguien más, y especialmente con alguien como Tsubaki, que es básicamente la personificación de la perfección estudiantil...

No. No debía pensar eso. Él no era nada para mí. Solo un obstáculo en mi camino hacia una existencia pacífica y anónima.

—Sakura, ¿me estás escuchando? Me estás asustando —dijo Nirei nervioso, ondeando una mano frente a mi cara—. Parece que te han poseído y el demonio en cuestión está muy enfadado.

Sacudí un poco la cabeza, tratando de apartar esas ideas como si fueran moscas molestas.

—Disculpa... ¿qué habías dicho? —susurré, sintiéndome ridículo.

Él soltó un suspiro frustrado.

—Te me perdiste, mijo. En serio, ¿estás bien? ¿Necesitas que llame a un curandero? Tengo el número de uno que es muy bueno con los malos espíritus.

—Sí, estoy bien —mentí descaradamente, intentando dejar el tema a un lado—. Voy al baño, regreso en un momento.

Me levanté de la silla con la torpeza de un recién nacido jirafa y salí del salón, intentando calmarme. Respirar hondo, me dije. Como en esas aplicaciones de meditación que nunca uso.

Mientras caminaba por los pasillos, vi de reojo en el comedor a Suo y Tsubaki comiendo juntos, riendo como si fueran los protagonistas de un drama romántico de bajo presupuesto. Ella se rió y le tocó el brazo. Él sonrió, esa sonrisa suya que normalmente me da ganas de arrancarle los labios, pero que en ese momento parecía genuinamente... disfrutona. El nudo en mi pecho se apretó aún más, hasta el punto de que me pregunté si estaba teniendo un ataque al corazón o solo un berrinche emocional de nivel profesional.

Unos celos incontrolables, irracionales y completamente injustificados me invadieron. Cerré los ojos un segundo, respiré profundo (sonó más como un bufido de búfalo herido) e intenté ignorarlos, siguiendo mi camino hacia el baño como un náufrago hacia la única tabla de salvación.

---

Las clases terminaron al fin, con la lentitud de un caracol en un mar de melaza. Todos recogían sus cosas y se marchaban, menos yo, que seguía atorado en ese bucle de pensamientos tóxicos, analizando cada risa, cada gesto, cada maldito segundo de esa interacción en el comedor.

—Oye, Sakura, ¿estás bien? —me preguntó Nirei, ya con la mochila al hombro—. Llevas media hora mirando fijamente ese borrador como si te hubiera insultado a tu familia.

Asentí mecánicamente, aunque no podía dejar de pensar en lo ocurrido. Mi mente había creado ya una teoría conspirativa completa que involucraba a Suo, Tsubaki, y posiblemente una sociedad secreta dedicada a volverme loco.

—Claro, vamos —respondí mientras recogía mis cosas con la velocidad de un sloth en día de pereza.

—Ya vámonos, la escuela está a punto de cerrar y no quiero que nos encierren otra vez. La última vez casi nos mandan a un reformatorio.

Al levantar la mirada, vi a Suo en la puerta, listo para irse, con esa postura despreocupada que tanto me irrita. Lo ignoré por completo, concentrándome en un punto muy interesante de la pared detrás de su cabeza.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.