Notas de un amor olvidado

Capítulo 20 - Un eco en el alma

El bar estaba más lleno de lo que esperaba. Me ajusté la gorra y la bufanda que cubrían parte de mi rostro antes de adentrarme un poco más entre la gente. No tenía intención de quedarme mucho tiempo, solo quería distraerme un rato, alejarme del teatro, del peso de los ensayos y de la sensación extraña que no me había dejado tranquila desde aquella noche.

No sabía qué era exactamente. Solo… una incomodidad en el pecho. Un vacío que antes no estaba ahí.

Busqué un lugar apartado, pidiendo una copa de vino para perderme entre el murmullo de las conversaciones y el sonido de vasos chocando. Pero entonces, una melodía comenzó a llenar el lugar.

Mi cuerpo se quedó completamente inmóvil.

Esa voz.

Mis dedos se crisparon alrededor de la copa, el vino temblando ligeramente por el leve movimiento de mi mano.

Era él.

Aiden.

Mi corazón latía más rápido de lo que podía procesar. Me giré lentamente, tratando de verlo entre la multitud. Estaba sentado en una mesa con su amigo, Theo, pero ahora tenía una guitarra en las manos. Su cabeza estaba levemente inclinada y sus ojos entrecerrados, como si estuviera perdido en su propia música.

Y luego, la letra comenzó.

"En otra vida, te encontré entre sombras,
bailando como un susurro en la brisa nocturna.
Mariposa, mi luz y mi destino,
te esperé entonces… te esperaré ahora."

Mi respiración se detuvo.

¿Por qué conocía esa canción?

Las palabras resonaron en mi cabeza como un recuerdo lejano. Como algo que alguna vez había escuchado, pero que no lograba ubicar.

Sin darme cuenta, mis labios comenzaron a moverse.

"Si el tiempo nos borra, si el mundo nos cambia,
no importa cuántas vidas, siempre serás mía…"

Mi propia voz salió en un susurro bajo.

Era como si la canción ya estuviera dentro de mí, esperando a ser cantada.

Mis manos se aferraron a la tela de mi abrigo. No podía apartar la vista de él, de cómo tocaba la guitarra con tanta pasión, como si esa canción fuera su verdad más profunda.

El bar entero parecía haber quedado en un trance. Nadie hablaba, nadie se movía. Solo escuchaban, atrapados por la emoción que emanaba de su voz. Algunas personas tenían lágrimas en los ojos, otras simplemente sonreían con melancolía.

Y yo… yo sentía como si mi alma estuviera a punto de romperse en mil pedazos.

Me aparté de la barra de inmediato, alejándome antes de que alguien pudiera notar mi reacción.

Necesitaba salir de ahí.

No entendía lo que estaba pasando.

No entendía por qué cada vez que él estaba cerca, mi pecho se sentía como si estuviera a punto de recordar algo que no quería recordar.

Pero lo peor de todo…

Era que una parte de mí sí quería hacerlo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.