Aiden se apoyó contra la ventana, observando el atardecer mientras su guitarra descansaba sobre su regazo. La luz dorada del sol se reflejaba en las paredes de la habitación, pero su mente estaba lejos de ahí. La publicación de la canción "Mi Mariposa" acababa de estar en línea, y, aunque no lo quería admitir, su corazón latía con fuerza por la incertidumbre de lo que sucediera a continuación.
—¿Crees que ahora ella lo notará? —murmuró Theo desde el sofá, con una ligera sonrisa en los labios, como si supiera lo que pasaba por la cabeza de Aiden.
Aiden no respondió de inmediato. Su mirada se mantuvo fija en el horizonte, sin enfocarse realmente en nada. Sabía que Theo tenía razón. Había lanzado la canción con la esperanza de que Odett, de alguna forma, se sintiera atraída por su música. Pero, al mismo tiempo, sabía que todo dependía de ella. No podía forzar nada, no podía seguir arrastrándola hacia su mundo, hacia su pasado.
—No lo sé, Theo. —Aiden se pasó una mano por el cabello, sintiendo la fatiga mental que lo había estado atormentando durante semanas. "Mi Mariposa" era la canción que más sentía en su alma. Era su manera de decirle a Odett lo que no podía expresarle con palabras, su manera de poner todo su amor y su dolor en una melodía. Pero, ¿y si no la entendía? ¿Y si la ignoraba?
Theo lo miró en silencio, sabiendo que Aiden estaba luchando con sus propios sentimientos. Se había dado cuenta de la conexión innegable entre ellos, aunque Aiden aún no pudiera aceptarlo completamente.
—Lo que sea que pase, Aiden, ella va a saber que te importa. —Theo finalmente habló, como si hubiera leído los pensamientos de Aiden. "Ya lo sabe, aunque no lo entienda por completo. Solo tienes que ser paciente. El destino tiene sus propios planes, y no puedes pelear contra eso."
Aiden cerró los ojos, respirando profundamente. "Lo sé... lo sé... pero cada vez que veo a Odett, siento como si algo me faltara. Es como si no pudiera respirar sin ella, Theo. Como si mi alma estuviera incompleta." Su voz tembló un poco, y la frustración salió a flote. "La canción... la escribí para ella, y siento que de alguna manera está conectada a todo lo que hemos vivido en el pasado... Pero no lo sé. No sé si ella lo sentirá. No sé si alguna vez lo recordará."
Theo se acercó y se sentó junto a él. "A veces las personas necesitan tiempo, Aiden. No te hagas tanto daño pensando que todo debe suceder de inmediato. La vida no es así. Los recuerdos, las emociones, los sentimientos, todo llega cuando debe llegar."
Aiden asintió, aunque no estaba completamente convencido. Sabía que lo que Theo decía era cierto, pero su corazón no podía callar esa desesperación interna. Cada vez que veía a Odett, cada vez que sentía su presencia cerca, sentía que algo se despertaba en él, algo que nunca había olvidado. Pero ¿y si ella nunca recordaba? ¿Y si ella nunca lo veía de la misma manera?
—¿Qué hago si ella no me reconoce, Theo? —preguntó con voz baja. "¿Qué hago si ella nunca recuerda lo que fuimos? Si nunca se da cuenta de que siempre he estado aquí, esperando por ella?"
Theo lo miró fijamente, y por un momento, parecía que el tiempo se detenía. Después, con una sonrisa suave, le puso una mano en el hombro.
—Lo que siempre has hecho, Aiden. Sigue adelante. No te rindas. Sigue escribiendo, sigue tocando, y sigue siendo tú mismo. Si ella es parte de tu destino, entonces lo sabrás cuando llegue el momento. —Theo hizo una pausa antes de agregar, con tono más serio—: "Y si no lo es... si el destino no tiene cabida para ustedes dos en esta vida, entonces al menos sabrás que lo diste todo. Eso es lo que importa al final."
Aiden miró a Theo, una leve sonrisa asomándose en sus labios. "Gracias, amigo. Tienes razón. No puedo forzar nada. Solo tengo que seguir adelante."
Con una profunda respiración, Aiden tomó su guitarra nuevamente. Sus dedos empezaron a moverse por las cuerdas sin pensarlo, como si la guitarra misma lo guiara. Tocó una melodía suave, algo que siempre había sido su refugio. La música fluía de él de manera natural, como un río interminable que se desbordaba sin control. Pero mientras tocaba, algo en su pecho se relajaba, como si la simple acción de crear lo conectara con algo más grande que él mismo.
—La música... —murmuró para sí mismo. "La música es lo que puedo ofrecerle. Tal vez eso sea suficiente."
No sabía lo que el destino le tenía preparado, pero estaba decidido a no dejar que su vida pasara sin vivirla a su manera. Ya no iba a esperar que las cosas se alinearan según sus deseos. Lo único que podía hacer era seguir adelante, tal como lo había hecho en el pasado, tal como lo hacía ahora. La música seguiría siendo su guía, su alma, su verdad.
El sonido de su guitarra llenaba la habitación, y aunque no sabía si Odett lo escucharía alguna vez, Aiden ya no sentía miedo. Al final, todo lo que podía hacer era esperar y crear, esperar y esperar, hasta que el destino decidiera que sus caminos se cruzaran una vez más.
Y si eso no sucedía, al menos sabía que había amado con todo su ser. Y eso, para él, era suficiente.
Aiden despertó de golpe, respirando con dificultad. Estaba empapado en sudor, su corazón latía desbocado en su pecho. La oscuridad lo rodeaba, pero sentía una extraña presión sobre él, como si todo el peso de una vida pasada cayera sobre sus hombros. Miró a su alrededor, dándose cuenta de que estaba en su habitación, pero el eco del sueño todavía resonaba en su mente.
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Editado: 14.03.2025