Día 14 - Después de hacerse oír

Querido diario:

No sé si es porque ganamos. O porque alguien dijo mi nombre en voz alta frente a todos. O porque una niña me entregó un dibujo con más significado que la estatuilla de madera. Pero hoy me siento distinta.

Como si ya no tuviera que esconder el cuaderno al abrirlo. Como si ahora pudiera escribir en voz alta.

Esta mañana, al llegar al colegio, alguien me saludó con un "¡Felicitaciones, compositora!". Me reí. No por burla. Sino porque sonó más real de lo que esperaba. Nunca nadie me había llamado así. Nunca me había sentido así.

Durante literatura, la profesora nos pidió que escribiéramos una carta para alguien "que nos haya cambiado el punto de vista de alguna forma". Yo no dudé.

No escribí para Gabriel. Ni para la profesora. Ni siquiera para esa niña de ojos grandes que repitió mi estribillo sin saberlo.

Escribí para mí. Para la que era antes de cantar en público. Para la que pensaba que su voz solo servía para subrayar en los márgenes.

Le escribí:

"Tranquila. No se te fue la voz. Solo estaba esperando que dejaras de disculparte por sentirla."

Gabriel me esperó afuera, como siempre. Pero esta vez traía una carpeta bajo el brazo. La abrió y me mostró algo que me hizo detener el paso:

Una partitura nueva. Con mi letra. Pero... tenía armonías. Voces dobles. Espacios para coros. Y arriba, en la esquina, había escrito:

"Proyecto: voces invisibles".

—¿Y esto? —le pregunté, sin saber si estaba emocionada o en shock.

—Quiero que más personas canten tu canción —dijo—. No para que te escuchen a vos. Para que se escuchen entre ellas.

Y en ese momento entendí que todo esto... no estaba terminando. Estaba empezando.

Porque una canción que nace de lo invisible, no se calla con un trofeo. Se multiplica. Se expande.

Se convierte en otras voces. En coros improvisados en pasillos. En niñas que se animan a hablar en clase. En compañeros que escriben frases en las mesas y no se disculpan por sentir.

Y yo...

Yo me estoy convirtiendo en alguien que, por primera vez, sabe lo que quiere decir y no le tiembla el alma al hacerlo.

Y lo expresa componiendo canciones que son inspiradas en él.