Hola.
Sabía que un corazón roto era doloroso, pero nunca pensé presenciarlo en carne propia. Sentía que algo en mí se perdía cuando hablabas de él. Me quemaba. Era un calor sofocante, que no pude soportar más y coloqué mi mente en algún punto del mundo, donde la historia fuera diferente.
Aún tengo en la cabeza esa frase del como lo describiste: “Es la persona más encantadora, pura y radiante que he podido conocer aquí”.
Ahora me doy cuenta que no me duele que te hayas enamorado, cualquier persona lo puede hacer, sino que mi cobardía al no ser sincero sobre mis sentimientos hacía ti, no me haya permitido decir lo cual preciosa y singular eres.
Pero como un fiel devoto del romance, esperaré que seas feliz y que merezcas todo lo que necesitas.
Con cariño, Oswaldo.