Venus.
Hoy fue un día bastante agotador para ti, fue tu primera quimioterapia.
Te mantenías fuerte por tu familia, pero en tus ojos se reflejaba la tristeza.
Llámame ventajista, al aprovecharme de la situación y tomar tu mano con el anhelo que te tengo en mi corazón. Acariciando tú dorso con delicadeza al temor de asustarte con mi muestra de afecto, pero fui feliz en una pequeña burbuja que se rompió al llegar al hospital, con tu madre.
El encanto se rompió.
No te preocupes, estaré aquí en cada paso que des.
Oswaldo.