Cap7: “♫No debí decirlo♫”
Comenzando de nuevo desde lo más profundo de la noche, dos animales salvajes acababan de disputarse, es decir, insultarse mutuamente hasta terminar completamente agotados. Sin embargo, seguramente este hecho les serviría para conseguir descansar un poco mejor.
—Eres... un... patán —decía entre jadeos la exhausta Iris desde el otro extremo de la habitación, y ante el desagradable comentario de la chica: Alik cerró un momento los ojos, absorbió algo de aire en el cargado ambiente para recuperar su aliento, y finalmente se enderezó llevándose una mano a su cintura.
—Fue una pérdida de tiempo hablar contigo respecto a mi pasado —concluyó aquello el pelinegro sin tener en cuenta la opinión de la sensible Lux.
—¿Qué? —mencionó confundida.
—Así es —reafirmó él—. ¡Yo, el magnífico Alik Reverse, no necesito tu compasión! ¡He llegado hasta aquí por mis propios medios, con un único objetivo en mente! —reveló, lo que motivó a la chica a llevarse un par de dedos al puente de la nariz para acariciarla con éstos, pues ya sentía que el muchacho desvariaba de nuevo aun cuando la princesa no estaba cerca, y eso la hacía estresarse.
—Y déjame adivinar... estoy segura que no me lo dirás —después de haber gastado todas sus fuerzas discutiendo, el sueño hizo que su paciencia regresara a ella, pero quizás de forma temporal.
—Eres muy lista a pesar de tu aspecto —la juzgó mientras se llevaba una mano de manera pensativa a la barbilla, y por supuesto, la más baja se molestó ante ese comentario, e inmediatamente le respondió.
—¿Sabes qué? ¡Ya me cansaste! ¡Puedes seguir hablando solo! ¡Yo me iré a dormir! —aseguró ella, y se tiró sobre una de las camas, dándole así la espalda a su compañero.
—¡Ja! ¡Eso demuestra que yo he ganado la discusión! —se señaló a sí mismo con orgullo, después de todo, quizás muy en el fondo de su ser, sabía que tendrían más disputas como esa en un futuro cercano, así que disfrutaría de su temporal victoria, por lo tanto, una vez el silencio reinó en la habitación, Alik se dio cuenta de que Morfeo estaba tomándose su tiempo para llamarlo a pesar de que su cuerpo estuviera cansado, y a su vez, su voz se encontrara desgastada gracias a aquella niña; esto le había traído un dos por uno. Sin embargo, lo cierto era que algo lo estaba inquietando; parte de este percance se debía a que tuvo que volver a su pasado, hecho que no era para sí algo sencillo, pues miles de disgustos le seguían como sinónimo al encuentro de memorias remotas, y aunque la joven Lux no comprendía el porqué de su apasionada forma de ser, tenía cierta sospecha de que se encontraba notablemente vinculado a la reciente fabula que él le había relatado. No obstante, ese cuento no aseguraba que él estuviera enamorado de la princesa, pero era evidente que Alik estaba sufriendo un enorme pesar que no deseaba mostrar con sinceridad ante ella, y era comprensible, después de todo, apenas se conocían de nada; su confianza estaba hecha de sedimentos. Si bien, los finos hilos que compartían eran tenues, no significaba que la belleza de cabellos negros que, ahora se acomodaba adecuadamente sobre la cama, se mantuviera del todo al margen, ya que su nivel de empatía para con los demás, era alto, de modo que, al toparse en su cabeza con lo acontecido, miró de vez en cuando de reojo por sobre su hombro a su acompañante, quien no dejaba de admirar el cuadro nocturno que brindaba el esplendoroso reino de Shion, para colmo, las cuestiones eran muchas, y mañana empezaría el viaje, lo cual significaba para Alik que tendría nuevas oportunidades; oportunidades de llevar a cabo sus planes, los cuales, Iris hasta el momento desconocía.
—Mañana debo hacerlo —susurró para sí mismo el destacable catalizador, y se apoyó acompañado de su nostalgia sobre la baranda del balcón, la única que lo sostenía a él y a su amarga sensación. Es así como horas posteriores, el amanecer atacó con una gran iluminación el horizonte, golpeando a primera hora de la mañana el rostro del guaperas de Alik, quien ahora abría los ojos algo letárgico, ya que se había quedado dormido peligrosamente sobre la baranda. Mientras tanto, iris seguía aún en el séptimo sueño, pero ambos no lograron despertar tan rápido hasta que la puerta fue abierta al punto de ser azotada contra la pared, lo cual desató un tremendo estruendo, que a continuación, los terminó por reavivar con un intenso susto.
—¡Ah! —Iris saltó en su cama, mientras que Alik, patéticamente se abrazó a la barandilla.
—¡Muy buenos días! —gritó la princesa, quien parecía estar de exquisitos ánimos, por el contrario, la pequeña Iris se tocaba el pecho con una mano, pues creyó por un segundo que le iba a dar un paro por la enorme estimulación, en cuanto al pobre de Alik, él se levantó tembloroso de su lugar, como si fuera un cordero perdido, para colmo, no estaba en condición como para disimular su cara sumida aún en el pesar mañanero.
—Mi bella princesa, buenos días —dijo un poco cohibido.
—Princesa... debería de ser menos sorpresiva —el miembro de la familia Lux se sentó en su cama, y dejó escapar un enorme bostezo que intentó cubrir con su mano.
—Lo siento, ¿fui muy brusca con ustedes? —ella cerró un ojo y sacó un poco la lengua divertida, es aquí que el único ser masculino del grupo se rescató, y tomó una rosa de los jarrones para luego inclinarse a los pies de la rubia.
—¡Por supuesto que no! Disculpe mi descortesía, bella dama, y acepte esta rosa como muestra de mi sincero arrepentimiento, y por la falta de respeto de cierta... persona —miró de reojo a Iris, quien también le dedicó una mirada desagradable.