Nova Star

[00]̴

Las estrellas son infinitas, incontables. Son tantas que no se sabe exactamente cuántas son. Más allá de la belleza que tienen al estar todas juntas en el cielo oscuro de la noche, las historias que la humanidad creó inspiradas en ellas logran atraparnos todavía más a mirar hacia arriba y suspirar el romanticismo que nos causan. La realidad es que gran parte del mundo desconoce el nacimiento de cada una, no sabe cómo es que un punto más decide lucirse en la galaxia y cómo es que, una de estas, logró cambiar nuestra vida para siempre.

Las estrellas se forman en las nubes interestelares, empezando por pequeñas partículas de un material sólido, el polvo interestelar, mezclado con hidrógeno, lo cual se vuelven el resultado de la formación de nubes frías, denominadas nebulosas. Esta mezcla, al llegar a los diez millones de grados centígrados, el hidrógeno componente empieza a tornarse en helio y produce luz y calor. Es, a partir de este último paso, que una estrella nace.

¿Qué tan sorprendente podría ser? ¿Pensar que los componentes se hallaron en el mismo aire y que al juntarse formaron una belleza más en el universo? Y después, que cuando una estrella llega a su fin, causa una explosión que arrasa con su alrededor. Que arrasó con nosotros y nos cambió absolutamente todo.

Todavía no estábamos acostumbrados a lo que éramos, a lo que nos condenaba a una vida distinta a la que teníamos, a la energía en nuestras venas que controlaba algo que nunca habríamos imaginado. Vernos en acción era como seguir soñando, era seguir pensando que era de película. ¿Íbamos a poder aceptarnos alguna vez? En plena guerra entre la humanidad y la otra parte, nosotros, que éramos tratados como una nueva plaga; ¿podríamos comprender por qué nosotros habíamos evolucionado por una estrella y por qué los demás no?

Pensé en el zodíaco, en cómo por haber nacido en cierto día, un signo era asignado a la persona. Pensé en las cartas natales y astrales, en cómo los planetas y casas adoptaban ciertos aspectos de la vida que ayudaban a guiarte en tu destino. En aquello todo había tenido una explicación lógica o al menos una suposición que se tomó como respuesta, sólo que teníamos una correcta que nos definía a la raza humana por completo.

Éramos ignorantes.

Siempre lo habíamos sido. Más allá de sólo ignorantes, éramos engreídos, ingenuos, egocéntricos, obsesionados con el poder, con el conocimiento, con todo tipo de raíz política que nos brindara derechos y leyes; éramos imposibles. Teníamos más defectos que virtudes, más odio que amor, más sed de poder y venganza que lógica y paz. Creíamos que por leer miles y miles de libros llenos de datos y conocimiento teníamos todo sabido, que con canales de historia y escuelas donde enseñaban nuestros errores nosotros íbamos a aprender de nuestro pasado.

Podríamos saber hasta el último detalle de un error que nos hizo caer como humanidad y podríamos hasta tenerlo tatuado en nosotros para nunca olvidarlo, pero nuestra sangre era humana, llena de venganza y sedienta por derramar la de otro si eso significaba una posición. La catástrofe había funcionado como un catálogo más que aumentó esta sed y que, para saciarla, más sangre fue derramada. ¿Qué habría sido entonces lo que seleccionó a cada uno si la venganza la compartimos todos?

Por eso, comencé a suponer que, si una estrella se creó a partir de los gases y polvos que se encontraban en la galaxia, nosotros habíamos actuado como un componente más en nuestra Tierra. Nuestra sangre y energía propia. El último ingrediente que nos impulsó una anomalía fue la radiación de la supernova, algo que despertó en nosotros un nuevo sentido. Una energía distinta. Pero; ¿había estado en el aire desde antes o la había traído la catástrofe? ¿De dónde realmente habían venido nuestras habilidades? Y en el caso de seguir creciendo, ¿Qué tanto más odio podría causar?

Si parte de nosotros habíamos renacido como nuevas estrellas, con tanta energía que seguía creciendo en nosotros, ¿Cuánto tiempo nos quedaba antes de nuestro último momento? ¿Hasta qué punto íbamos a evolucionar? ¿A dónde iba a llegar nuestra anomalía?

¿Y cuánto tiempo tardaría yo en estallar como otra Supernova?

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.