Novia Fugitiva

Capítulo 18 Pecado Capital y Agua Bendita

Aron y yo seguíamos congelados, mi hermano, Peter, estaba de pie con una expresión de horror absoluto.
—Entonces, esto lo confirma —dijo Gia, con una sonrisa pícara, rompiendo el silencio.
—¿Puedes simplemente bajarte de él? —se quejó Peter, con un tono más agudo—. Me está dando náuseas de solo verte así. —dijo, volteando la cara y agitando su mano en mi dirección.—¡Es un pecado capital!
Aron soltó una risita baja.
—¡Pues me encantaría, pero sigues aquí! —me quejé, sin moverme.
—Esto es raro —dijo Aron, claramente divertido por el drama de Peter.
—Es más común de lo que crees —dijo Gia, encogiéndose de hombros.
—Tal vez debamos regresar por nuestras camisas —sugirió Aron.
—Sí, deberían. ¡Y luego echen agua bendita en todo el lugar! —escupió mi hermano, aún de espaldas.
Hundí mi cara en el cuello de Aron, sintiendo el calor de la vergüenza. No podía creer que me pasara esto por segunda vez con Peter.
Aron caminó de regreso por el pasillo y me dejó en el suelo, aunque seguí aferrada a él.
—El destino es bastante cruel —dijo Aron, y salí de mi escondite para verlo. Me miraba entre divertido y frustrado.
—Lo sé —susurré, y llevé mis manos a mi pecho, sosteniendo el sostén, para luego voltearme—. ¿Me ayudas? —le pedí, sintiendo cómo se me calentaban las orejas.
—Debería estar quitándolo, no poniéndolo —se quejó él, divertido, mientras sus manos acariciaban mi espalda. Sentí un escalofrío. Aron tardó unos segundos, hasta que el broche hizo clic. Sentí su respiración contra mi piel, mientras dejaba un beso en mi hombro.
—Listo —dijo con voz ronca.
Me volteé, aún avergonzada. Aron recorrió mi cuerpo con la mirada, relamiéndose los labios. Tuvo que alzar la vista al techo, pasando su mano por su cara, para controlar ese fuego en su mirada.
—¿Será demasiado tarde para huir a mi apartamento? —preguntó cuando volvió a verme, y yo reí.
—Sí, lo siento.
Aron buscó nuestras camisas y me tendió la mía, poniéndose la suya rápidamente.
—Bien, ya estamos presentables para conocer a tu hermano... ¿Crees que me odie? —preguntó.
—Solo lo traumamos un poco. No es para tanto.
Aron soltó una carcajada y luego me besó en la frente.
—Estoy listo.
Tomó mi mano y volvimos a la sala bajo la atenta mirada de mi hermano y Gia. Aron y yo nos sentamos en el sofá frente a ellos. Aron llevó su brazo al respaldar, atrayéndome más a él, y Peter entrecerró los ojos siguiendo el gesto de protección.
—Entonces, el "no es nadie" se trataba de Aron Davis —dijo Peter—. Phoebe... Esto no es salir con tu vecino aburrido que trabaja en una biblioteca..., ¡es el maldito Aron Davis! ¡Estás en todas las páginas de chismes!
—No esperaba que te enteraras tan rápido —dije, restándole importancia.
—Phoebe, eres tendencia... Son tendencia en redes —dijo Gia, mostrándome su teléfono.
Cuando tomé el teléfono, Aron se inclinó hacia mí para ver las fotos. No solo estaban las que vimos en la mañana, sino un carrusel de fotos demasiado familiares, fotos que venían del teléfono de Andreas, con la descripción "fin de semana en los Hamptons". En ese momento sentí que podía matar a Andreas.
—Creo que debí advertirte que Andreas es muy activo en redes y postea todo —dijo Aron, viéndome avergonzado.
—Sí, debiste —le dije, con los ojos entrecerrados, y él me sonrió inocentemente.
—Esto es tan subreal —dijo Gia, tratando de contener a su fan de Neon Ghost—. De verdad lo siento cariño, pero no puedo perder esta oportunidad —le dijo a Peter—. ¿Puedo abrazarte? —le preguntó a Aron emocionada—. Soy super fan y me encantan todas tus canciones, eres increíble y te amo —dijo rápidamente, haciendo reír a Aron.
—Claro, hermosa —le respondió, parándose, y Gia casi saltó a sus brazos.
—¿En serio, Gia? ¿En este preciso momento vas a actuar como una fan loca? —se quejó mi hermano.
—¡Cállate, a ti también te gusta su música! —respondió Gia, aun aferrada a Aron.
—Estoy tratando de actuar como un hermano responsable después de que encuentro a mi tonta e inocente hermana con... con... un playboy a punto de hacer... ¡actos impuros!
—¿Actos impuros? —dijo Aron, riendo cuando Gia lo dejó libre.
—No eres mi papá, Peter, y sabes que no soy virgen. ¡Por Dios, tengo 25 años!
—No oigo, no oigo, LALALA —dijo Peter, tapándose los oídos, exagerando el drama.
—¡Madura de una vez! —le dijimos Gia y yo al mismo tiempo.
—Solo quiero decir que no soy un playboy —dijo Aron.
—¿Ah, no? ¿No eras tú el que estuvo en su gira por Europa con una súper modelo muy de "manitos calientes"?
—Bueno, si pero.... —
—Y la rubia... —lo cortó Peter—, todos dicen que son novios, ¿qué pasa con ella?
—No, nosotros.... —
—¿Y qué me dices de la actriz Victoria Richi... —Peter lo interrumpió sin parar.
—Eso tiene una explicación —trató de defenderse Aron.
—Sí, me imagino que todo tiene una explicación —dijo mi hermano con sarcasmo—. ¿Qué se supone que buscas con ella? Ella no es una de esas chicas con las que puedes jugar. Parece tonta, pero ella es mi hermana y no dejaré que una estrella playboy rompa su corazón.
Rodé los ojos, pero no pude evitar sonreír por su tonta sobreprotección de hermano.
—Te juro que mis intenciones con Phoebe son sinceras. No estoy aquí para lastimarla, realmente me gusta y mucho, y no pienso dar marcha atrás. Sí, salí con varias modelos y actrices antes, pero no es mi intención jugar con Phoebe. Quiero estar con ella, si ella me acepta.
Peter lo miró con seriedad y se inclinó en el sofá hacia Aron.
¿Te gusta mi hermana? —preguntó y Aron asintió.
—Me gusta, y mucho —confirmó Aron.
¿No estás jugando con ella?
—Jamás podría hacerlo.
¿Ya te acostaste con ella?
—¡Peter! —me quejé, y él me ignoró, viendo a Aron.
—Bueno... no —dijo Aron incómodo, pasando su mano por su cabello.
¿Planes de hacerlo?
—¡Peter! —le advertí.
—Solo estoy haciendo una pregunta —se defendió.
—Una pregunta... entonces no te importará que yo también haga un par de preguntas.
—Yo soy el que está haciendo las preguntas aquí —contestó cruzándose de brazos.
—Son preguntas idiotas.
¿Idiotas? Estoy tratando de cuidarte y así me pagas.
—Sé cuidarme sola, así que ya basta con este interrogatorio absurdo.
—Bien —dijo mi hermano, volteando los ojos y recostándose de nuevo en el sofá, y Gia rió.
—¿Ya terminó el acto de hermano responsable? —le preguntó Gia divertida y Peter volvió a su posición, mirando a Aron, y yo solté un suspiro.
—Esto será eterno —me quejé.
—Solo una cosa más —dice serio señalando a Aron y a mí—. Si ella derrama una sola lágrima por tu culpa te acabaré.
Aron levantó las manos en rendición.
—Si la hago llorar te doy permiso de que me destruyas.
—Bien —respondió mi hermano.
—Perfecto, ya que terminaste con tu estúpido interrogatorio de papá, ¿me puedes explicar qué hacen en mi apartamento? —dije seria.
—Después de ver tus fotos en redes vinimos a verte. Estábamos preocupados y bastante confundidos —dijo Gia.
—Y menos mal porque no puedo dejar que condenes tu apartamento a la lujuria, ¡eso jamás! —dijo Peter—. ¡Nada de sexo antes del matrimonio, señorita! —dijo como si fuera el mismísimo Papa.
—¡Llevas acostándote con Gia desde hace años y apenas le pediste que se casaran!
—¡Eso no tiene nada que ver! —contestó.
—Ya basta, niños —dijo Gia—. ¿Gustas algo de tomar, Aron?
Volví a ver a Aron, quien estaba tratando de aguantar las ganas de reírse.
—¿Te diviertes? —pregunté con la ceja alzada y él asintió riendo.
—Sí, lo siento, nunca me había pasado algo así y es muy gracioso —dijo sin dejar de reír—. Lo siento, preciosa.
Le sonreí negando con la cabeza.
—¿Quieres algo de beber? —pregunté.
—Agua está bien —me respondió, y asentí levantándome del sofá.
—Yo también quiero agua —dijo Peter.
—Ya sabes dónde está la cocina —le respondí y él soltó un bufido.
Mientras me dirigía a la cocina, Peter se acercó.
—Entonces Aron Davis fue el que te ayudó a huir de tu trágica boda —dice cuando ya estamos en la cocina y yo asentí mientras busco los vasos.
¿En serio no lo reconociste ese día o fue una mentira? —continuó.
—La verdad es que no lo reconocí. Me enteré al tiempo que se trataba de él —dije apoyando los vasos en la encimera.
Peter abrió la nevera sacando unas botellas de agua.
—Mamá enloquecerá cuando se entere.
Lo miré seria mientras mi cuerpo se tensaba.
—No puedes decirle, Peter.
Él alzó una ceja.
—No lo tenía pensado, hermanita, pero ya sabes cómo es en casa, tu secreto no durará por mucho tiempo.
Solté un bufido. Peter tenía razón. Ya podía escuchar el reclamo de mi madre. Aron es todo lo que ella desaprobaría en un hombre.
—Si te pregunta, solo di que no soy yo —digo agarrando un vaso con agua para salir de la cocina.
—Como si ella me fuera a creer eso —me grita Peter mientras voy saliendo.
Aron y Gia estaban riendo cuando llegué con ellos, sentándome nuevamente y tendiéndole el vaso a Aron.
—Gracias, preciosa —dijo tomando el vaso.
—Phoebe, oficialmente eres la chica más envidiada del mundo —dijo Gia—. Sales con un cantante famoso que te escribió una canción —suspiró ella.
¿Qué canción? —pregunta Peter confundido, llegando de la cocina— Le escribiste una canción?— pregunta incredulo.
Aron se ríe.
—Sí, "Novia Fugitiva" —confirmó el.
—Siempre me pareció demasiado curioso cómo parecía que esa canción estaba escrita para Phoebe, pero jamás me imaginé que ella fuera la novia real de la canción —dijo Gia.
—Eso explica por qué estabas tan obsesionada de la noche a la mañana con Neon y escuchabas siempre esa canción —dice Peter—. Pero admito que estoy impresionado. Supongo que si le escribiste una canción puedo estar tranquilo —admitió Peter.
—Ya te lo había dicho, me gusta tu hermana y voy en serio con ella —dijo Aron.




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