Mi muy estimado:
Antes de exponer mi terrible caso, voy a preguntar —más por cortesía que por querer realmente saber, ya que mi intención ahora es abordar rápidamente mi tema— cómo te encuentras y, esperando que aquella que es mudable te esté sonriendo, voy rápidamente a decirte lo que ocurre: hasta hace unos días, me enteré de la existencia de la Caribdis, pero no te confundas, no hablo de esa criatura mitológica que hizo ver su suerte a Odiseo. No, ésta es distinta, aunque no por eso menos monstruosa.
Tan sólo debo decirte que su apariencia es horrenda, ya que es tan alta como un poste y sus cabellos grises, sucios, maltratados y alborotados le dan una apariencia de bruja. Su rostro es tan negro como la noche y en él se pueden apreciar unos ojos amarillos fosforescentes desposeídos de pupila; pero eso no es lo único que no tiene, además, carece de cejas, pestañas y labios, por lo que siempre deja al descubierto esos dientes puntiagudos y manchados de una inagotable sangre color vino además, los pómulos se le marcan asquerosamente puesto que su delgadez la delata. Su cuerpo es igual de escuálido que el rostro, por lo que las extremidades resultan horribles a la vista es así que podemos notar unas manos huesudas, sobre todo esos dedos largos que parecen más una rama delgada forrada en piel. Pero ahí no acaba el asunto, no es sólo su apariencia la que da miedo, sino que expide un asqueroso aroma a animal muerto y pútrido. Yo conocí de este monstruo porque pronuncié la fórmula latina Charybdis veni te cum, la cual encontré en un extraño libro antiguo de brujería. Ahí también leí que una vez dichas estas palabras, el monstruo te perseguirá hasta matarte. ¿Te das cuenta en el peligro tan grande en que me encuentro?
Quizá para cuando recibas esta epístola mis días hayan terminado sin embargo, quiero informarte, mi desdichado, que tú también has pronunciado la fórmula, así que no te sorprenda si la Caribdis ya se encuentra detrás de ti, respirando tu mismo aire, sobre tu hombro, con ese rostro negro y esos ojos amarillos atentos a esta misiva, esperando que te gires en cuanto termines de leer…
Tu amigo.
María Fernanda López Barrera (León, 1995). Ganó el primer lugar en el concurso de creación literaria de la Universidad de Guanajuato en el rubro de cuento con el texto “Gen”. Estudió la carrera de Letras Hispánicas en la UNAM. Su última publicación ocurrió en la revista Piramidal con el cuento “De amore”. Actualmente se encuentra enfocada en escribir varios cuentos de terror y una novela con temática fantástica.