—Mochi, regresaremos a Seúl
—¿Tan pronto?
Jimin estaba algo sorprendido por el cambio repentino de mi parte. El se ha dado cuenta de que estoy muy distraída la verdad me siento impaciente, tengo tantas cosas en que pensar. Y la verdad tome dos decisiones importantes. También pasé la noche anterior sin dormir, pero esque hay tantas cosas que no cuadran en mi vida, simplemente están fuera de lugar.
—Rebe, antes de irnos te confesare algo importante.
Jimin me observaba de una forma profunda la cual no podía evitar que fuera para mí incómoda pero a la vez mi corazón latía a mil por ¿hora?, no... Mas bien cada minuto. Y eso no estaba bien no para lo que también estaba apunto de decir justo después de él.
—Bueno, dime —Sostuve el contacto visual
—Rebeca, me gustas
Jimin no suele ser tímido sin embargo en ese momento el parecía querer esconder su rostro pues ahora se sentía intimidado y débil al expresar su sentir.
—¿Que!?
—Me gustas Rebeca y eso no es todo, tu abuela nos eligió como los herederos de la empresa.
Ambas noticias eran ideales y de cierta forma algo que quería escuchar, pero... No estoy feliz.
—Ah, ¿de verdad? Supongo que tengo suerte y tú también la tienes
Dije esas palabras tratando de añadir felicidad a ellas pero por más que lo pensaba faltaba algo, las cosas no debían ser así de fáciles. Que hay de Hyunjin, además Andrew ha estado muy tranquilo bueno sigue siendo insoportable pero no ha movido ni una pestaña para tratar de arrebatar el puesto.
—Mochi, eres muy lindo —Tomé sus regordetes cachetes y los precione con ternura. —Es hora de regresar.
...
Cómo dije tomé dos decisiones una de ellas es dejar de mentirle a Jimin. Yo creía que el era un psicópata que era raro, misterioso he incluso alguien cruel. Quizá lo fue pero tuvo sus razones. Ahora no dejo de pensar quien es peor ¿él? o ¿yo?
Ahora estoy en la casa de la señora Park para tomar el té.
—Rebeca, sabes has sido como un ángel para mí. Gracias a ti estoy mejorando y Jimin ha estado más feliz que antes
¡Lo odio con todo mi ser!Debí de estar tan mal de cabeza cuándo firme ese contrató. Nunca pensé en el futuro, odio, si odio mentirle a Jimin...
―Señora Park con todo respeto, por favor, le pido que cancele ese contrató— Mire a la señora Park con la esperanza de que aceptará, faltan tres meses exactos para que anuncien al heredero así que no debe haber ningún inconveniente, nadie pierde nada que no sea remedible.
—Rebeca, no entiendo tus motivos— Rebeca es una buena chica además acepto sin pensarlo dos veces. Es mejor terminar esto como debe de ser. Y es dentro de tres meses, cuando por fin Jimin decida confirmar su relación con un compromiso —Solo quedan tres meses.
—No creo aguantar, ¿Tres meses más? Ni loca, no pienso aceptar. Es más le pago lo de un año con tal de terminar el trato. Sabe que le ha estado o más bien le hemos mentido a su hijo, ¡su hijo, señora Park!
—Mamá, estoy en casa— Grito el chico desde la puerta. —Rebe, no me dijiste que vendrías hoy—
Solo ver esos ojos me dan escalofríos, siento que estoy apunto de llorar. —Amm... Bueno mi teléfono está sin batería— Esa excusa es muy tonta. Me siento terrible como pude verle la cara todo este tiempo, enserio como pude obligarlo a amarme a ser mi marioneta para mi beneficio es verdad que le tengo afecto pero no es algo que este bien.
—Ya veo, de que hablaban—
—Nada importante, mi querido hijo— Nada importante
Es que Jimin no sabe nada, no es tan malo pero hay algo que no me gusta de él. Debí de prestar atención a aquellos otros rumores.
Es verdad, todo lo demás es verdad... Él no es alguien mal. Es completamente un maniático de amor, alguien muy sincero, y eso es algo que no me gusta. No soy la persona indicada para el, mi corazón dice lo contrario pero es mi cabeza la que decide y ella me dicta que está mal amarlo, hacerlo sufrir.
—Rebe, Cariño ven vamos a dar un paseo. Me da gusto verte— Mucho gusto, de verdad.
Salimos a dar un paseo cerca de su casa, en todo el camino desvíe la miraba y quizá el ambiente era tenso para ambos, hasta que él rompió ese silencio.
—Cuando nos conocimos...
Recuerdo que te hable de mi padre y de que el estaba muerto. Mencione que fue lo mejor que me pasó, pero... En realidad me sentía culpable por su muerte, por no entender en realidad quien era y él porque de sus actos. Estos años me pregunte si realmente fui un buen hijo, quizá no. Siento como si yo hubiera matado a mi padre, es verdad que yo no lo hice, pero ver a mamá llorar su muerte me rompió el corazón. Él fue tan malo con ella al final, sin embargo ella nunca lo dejó de amar. No comprendía esa actitud, pero entendí que mi madre nunca perdió la esperanza de que papá cambiara, de que el fuera como antes, un hombre cálido y lleno de felicidad. Reflexione en toda mi vida y reconoci que incluso cuando yo hice cosas malas también tenía una razón, para mi era la mejor aunque para otros no lo fuera.
Todos tomamos la mejor decisión a nuestro parecer y entiendo eso muy bien.
—¿Porque me dices eso?
—Rebeca, me duele aceptar que me mentiste y me utilizaste.
—Ji... Jimin, yo..
—No digas nada, no te escucharé de todos modos. Comprendo a mi madre, ella tenía miedo de dejarme solo, de ser una carga. Ella quería protegerme cuando aceptó tu trato. Pero tú, ¿Realmente querías ayudarla?
—¡No digas más! —Exprese rápidamente, trate de evitar que las lágrimas brotaran de mis ojos, pero era tarde ellas exigían su libertad y yo no podía detenerlar. —Jimin se que fui egoísta, me engañe a mi misma, quería ayudar pero en realidad pensaba mas en mi beneficio, en que tanto tú como tu madre fueran mis marionetas. Esta bien, acepto mi derrota, acepto ser culpable. Peor también hoy renuncio a ti, me niego a amarte aunque mi corazón lo desea, me niego a heredar la empresa de mis abuelos, yo se que quien juega con fuego es imposible que no termine con quemaduras.
Editado: 14.05.2023