¿A qué edad se puede asimilar una historia?
Eso depende de la capacidad mental que tenga la persona para entender lo que oye, ¿no?
—¿Estás segura de contarle? —murmuró con suavidad en mi oído.
—¿Crees que pueda entender? —Coloqué mis manos en sus brazos que me rodeaban por la cintura.
Un prolongado silencio se estableció porque se encontraba pensativo. —Mmm... Ha estado insistiendo porque tiene curiosidad. Le cuentas ahora y quizás en el futuro le explicas los matices que no pueda entender.
Dejé caer la cabeza en su pecho y suspiré. —¿Quién fue el qué le metió la idea?
Un pequeño beso sentí en la coronilla como su pronta sonrisa. —A lo mejor fue uno de los chicos.
Volví a suspirar y me separé de sus cálidos brazos. —Está bien, se lo contaré. Además que también lo quiere escuchar como un cuento para dormir.
Escuché su risita detrás de mí y cuando giré la cabeza, lo ví levantar ambos brazos en un gesto de ánimo. —¡Fighting!
Le saqué la lengua y me encaminé a la habitación.
«¿Por dónde debería empezar?».