Novio Falso; Jeon Jungkook [#1]

ENCUENTRO COMPROMETEDOR

 

Para sorpresa total, los días pasaron con tranquilidad en esa semana... una relativa tranquilidad.

Porque aunque no hubo movidas extrañas y solo pululaban rumores respecto a la bazofia de beso que Taehyung escenificó, del resto no había más que eso. A cada lugar que pasaba, los pasillos, salones, la cafetería e incluso los campus. Los murmullos cosquilleaban en mis oídos.

Juzgando, envidiando, criticando el modo de vida que llevaba. De hecho, sí podía decir algo resaltante y es que muchos se enteraron de mi inasistencia para ser digno de comentar.

¿La Barbie faltó a una clase, arruinando su perfecta asistencia? Imposible.

Y lo gracioso de ese peculiar rumor al que decidieron prestar atención, eran las razones que se inventaban por mi falta.

Una de ellas es que relacionaban el beso con esto, creando la teoría de que Taehyung y yo nos habíamos acalorado por el supuesto apasionante intercambio de estímulo y decidimos apartarnos a un lugar remoto para descargar y bajar la intensidad que nos calentaba el cuerpo.

De esto me enteré con mis excelentes métodos de conocer los rumores, el punto donde nacía cada uno de ellos, el baño de las mujeres. Gracias a esto también me surgió la idea de entrar en el baño de los hombres para descifrar si estos también cuchicheaban entre ellos como las damas, por muy alocado que sonara esa intención. Quizás algún día me atreva a hacerlo...

  —¿Escuchaste que Barbie faltó a clases? —La voz de una dama que empezaba a hacerle conocida, murmuró.

«¿Es acaso que no tienen un mejor tema de conversación? ¿Soy tan importante en sus vidas?»

  —Es lo que hablan varios aquí. La niña perfecta ensuciando su racha. Es más, dice uno que la vio meterse en una sala vacía, pero que no se percató con quién.

«¡¿Alguien presenció cuando entré a solas con Jungkook?!»

  —No me digas. ¿Y no se quedó a esperar para ver con quién salía?

  —No, justo un profesor pidió su disposición para un favor y no se pudo quedar. Pero está más que claro que fue con Taehyung. —El sonido de destapar al separar el tubo de rimel resonó. Estaban maquillándose.

«Al menos piensan que estuve con Tae, pero Siyeon nos vio...»

  —Es que no lo puedo creer, aparte de que Barbie a veces se la pasa deteniendo a personas criticando la ropa de algunos, tiene el descaro de besarse con Taehyung a la vista de todos.

«Oh, ¿es así como los perciben todos? Es cierto que he detenido a personitas por su atuendo, pero no lo hacía con mala intención...»

  —Creo que ahora está necesitada y le urge, por eso puede que lo empiece a corromper —suspiró y el sonido de la llave se escuchó.

  —Saltarse una clase solo por una cogida... Es una asquerosa.

Las personas fantaseaban con cada cosa que podían...

En fin, otra más suave que se rumoreaba, es que estuve tan avergonzada de ese suceso que no quise presentarme a clases.

En tal caso, ¿quién se avergonzaría de besar a su propio novio?

De todas maneras, a pesar de esos rumores particulares, el resto de la semana pasó sin contratiempo. Claro, en la universidad. Porque es otra historia si hablamos de lo que sucedía en casa con madre.

Desde aquella vez en que Jungkook fue a la casa para fingir ser mi novio falso, mi madre, a diferencia que padre, quedó mucho más encantada con él.

A los dos días del domingo, madre se acercó por la noche a mi habitación y se sentó al borde de mi cama, mientras estaba en el escritorio realizando unos trabajos del aparato digestivo por la especialidad en la cirugía general. Era mi último año de esta especialidad.

  —Querida, ¿cómo conociste a Kim Taehyung?

Suspendí el bolígrafo al escuchar la repentina pregunta. Y apreté los dedos en tensión, maquinando rápidamente un encuentro imaginario de Tae y yo.

  —¿Por qué tienes curiosidad madre? —pregunté en un intento de ganar tiempo.

  —Es porque ambos son de distintas carreras y me dio curiosidad como un estudiante de derecho y una estudiante de medicina se hayan juntados. —La observé de soslayo y vi el momento en que se acostó en la cama mirando el techo. Eso significaba que no se iría hasta escuchar una respuesta que le convenciera.

Al final me decanté por algo de verdad. —Bueno, fue un día en que fui a la biblioteca... —Empecé, recordando aquel día en que conocí a Jungkook. —Aunque en el almuerzo hayas visto a un hombre guapo y con un estilo excelente, la primera vez que lo conocí su ropa no era del todo acertada, provocando que le diera ciertos consejos, llegamos a congeniar bien y comenzamos a hablar, nos hicimos amigos a pesar de que hubo cierta chispa y armonía entre nosotros. Luego de tres meses, me pidió ser su novia y acepté. —Mezclé verdad con mentira y aún así gotas de sudor se arremolinaron en mi nuca.




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