Novio Falso; Jeon Jungkook [#1]

VIAJE

 

Estábamos esperando a que Jungkook llegara a nuestro hogar. Así lo decidimos ambos cuando madre insistió en pasar de camino a buscarlo. Negamos rotundamente porque no podíamos permitir eso ya que sería riesgoso.

El día anterior en la noche fue un cúmulo de sorpresas, teniendo en el puesto más alto con listón y todo sería mi madre con sus actitudes porque su actuar me era sumamente extraño.

Y lo evidenciaba cada vez más. Por ejemplo, al terminar de comer la cena, ella sugirió y alentó a que Jungkook me ayudara con las maletas.

Por lo que nos empujó casi a rastras escaleras arriba.

Sin mucho que hacer o evitar esa situación, por más que replicara a madre sobre que 'Tae' debía irse a su casa antes de hacerse más tarde. Continuó con su "brillante" idea haciendo oídos sordos y prácticamente proclamando de que estaría bien y sería menos pesado para mí si él se quedaba un rato más a ayudar.

Y como no, Jeon en presencia de madre se volvía complaciente a sus peticiones.

En cuanto subimos, una tensión retomó su camino porque sabía que ambos recordamos lo que casi sucedía en esa habitación.

Volvimos al principio, a lo que casi se fragmentaba o... comenzaba.

Caminé y me senté en el borde de la cama, cubrí mi cara con las manos porque realmente los acontecimientos se estaban torciendo. No se suponía que mi supuesto novio interactuara tanto con mi familia. Debía ser todo lo contrario a como sucedía con mi relación pasada.

Especialmente madre, nunca estuvo tan entusiasmada con mis anteriores relaciones que se basaba solamente en dos que presenté a mis padres. Ni tampoco me incitaba a ser activa con los jóvenes de mi edad cuando me gustaba alguien.

Alcé la vista a Jungkook que aún permanecía cerca de la puerta con las manos a sus espaldas.

  —¿Qué haces allí de pie? —inquirí. Desatando los broches de la sandalia para andar descalza.

Jungkook tomó mi pregunta como permiso de moverse porque comenzó a dar pasos para acercarse. —Estaba esperando a que dieras una orden.

Me levanté con el par de sandalias en una mano y nos distanciaba probablemente diez pasos. La cercanía podría ser peligrosa, así que rápidamente me dirigí al armario para guardar el par.

  —Bueno, ya que estás aquí, aprovechemos el tiempo. ¿Sabes cómo doblar la ropa? —Las dejé bien posicionadas y luego me giré al otro lado donde estaba mi gran guardarropa. Específicamente en la sección de ropa casual.

  —La mía —escuché su voz amortiguada por la lejanía.

Salí por un momento y entorné los párpados en su dirección. Cargaba una sonrisa ancha llena de diversión. —Pues ahora toca que lo hagas con la mía. Ven. —Agité la mano mientras me giraba.

Crucé mis brazos y fijé la mirada arriba de la ropa. Donde guardaba distintas maletas para cada ocasión que surgiera. Aún con mi metro setenta, no lograba llegar a esa zona sin ayuda de un banquito pequeño.

Jungkook entonces entró, apoyando una mano en el marco de la puerta y en la breve mirada que le di, noté que se había quitado la corbata y soltado dos botones de la camisa. Desvié la atención de nuevo a la maleta antes de siquiera observar algo de su clavícula.

Si con el amplio espacio casi nos besamos, no me podía imaginar si estábamos en uno reducido como en ese momento.

  —El banquito me lo sacaron y necesito ayuda para bajar la maleta por favor. —Señalé la que quería, una enorme de color rojo.

Él asintió, me aparté unos pasos cuando se acercó. Y poniéndose de puntillas, logró alcanzar su asa halando hacia atrás con fuerza, sostuvo la maleta con ambas manos y la colocó en el piso.

  —Muchas gracias, ahora ponlo en la cama y abierta, por favor. —Jungkook obedeció todavía en silencio y regresó rodando en el piso la maleta.

Aprovechando que me encontraba sola, medio cerré la puerta para cambiarme. Vacilé si agarrar entre la ropa para dormir o unas muy informales, al final me desencanté con un pantalón azul de algodón hasta la rodilla y una franela ancha del mismo color. Ese fue el momento más rápido en el que me coloqué unas prendas.

Me quité con cuidado la muñequera de encaje y la reemplacé por una de algodón blanca en mi mano derecha.

Entonces comencé a seleccionar distintos conjuntos imaginando los paseos que daría. Agarré cinco conjuntos y los llevé con Jungkook.

Él se hallaba sentado al lado de la maleta que estaba posicionada en la cama con simplemente su camisa blanca, se había quitado el chaleco.

«Para la segunda vuelta te encontraré sin camisa»

Estaba examinando la habitación y se fijó en mí al verme entrar. Llegué antes de que quisiera levantarse y dejé los conjuntos en su regazo.

  —Espero que seas bueno y al regresar no me encuentre con ropa amontonada en la maleta.




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