Novio Falso; Jeon Jungkook [#1]

JEON JUNGKOOK [2]

 

Abroché el cinturón y esperé a que Jungkook y Tae terminaran de conversar a las afueras del auto. Se habían detenido a unos pasos de distancia con los brazos cruzados. Y entre otras cosas, al mirar el interior del auto, a pesar de que no sabía mucho, sabía que el de Taehyung era un jeep negro muy bonito.

Deslicé la mano por los asientos de cuero, era suave y se notaba nuevo. A lo mejor era recién comprado. Escuché que la puerta del conductor fue abierta y en ella apareció Taehyung, tenía en mente que sería la única que estaría sentada en los asientos traseros, pero Jungkook parecía tener otra idea en mente, porque la puerta que se abrió era la de mi izquierda.

  —¿Estabas con Tae? —le pregunté cuando se abrochó bien el cinturón de seguridad.

Apoyó el codo en la ventanilla que no estaba bajada y se sostuvo la cabeza con la mano. —Lo estaba, te busqué en la multitud pero no te veía por ningún lado y era difícil acercarse a las ambulancias, hasta que hyung me mostró que le habías enviado un mensaje. ¿Qué fue lo que sucedió? —frunció un poco más el ceño y su expresión era de desconcierto total. —¿No necesitas ir al hospital? —ladeó entonces la vista, apartándola de la ventanilla y me miró.

Incliné un poco el cuerpo para ver a Tae, que conducía tan tranquilo con una sola mano en el volante y la otra por debajo de la nariz. —Bueno, supongo que ya se lo habrás contado a Tae, de lo que te hablé de Siyeon. —Kook simplemente asintió. —En pocas palabras, Siyeon sobrepasó la línea que antes no pudo pasar. —Cerré los ojos y elevé una mano hasta la sien. Me martillaba un lado por el dolor de cabeza que aún persistía.

  —Las pruebas que necesitabas eres tú misma Misuk y es probable que las cámaras indiquen algo más —escuché la voz de Tae.

  —Sí, pero las cámaras mostrarán seguramente cuando estamos hablando en el pasillo, no hay sonido tampoco. En el salón es el punto ciego. Lo peor es que no puedo poner una demanda porque no tengo pruebas evidenciales y son tres voces contra la mía —suspiré con cansancio.

Por el rabillo del ojo noté movimiento y cuando alejé mi mano. Sentí un brazo ser deslizado por mi cuello para atraerme en un pequeño y apretado abrazo, el mentón de Jungkook descansó en mi coronilla y oí que inhaló profundamente.

  —Hueles a humo —murmuró con pesar.

  —Si, es un nuevo perfume. —Intenté aligerar el ambiente, pero con su abrazo me transmitió el sentimiento de que aún seguía preocupado por mí. —Estoy bien Kook.

  —¿Segura? —Asentí ligeramente.

Jungkook se alejó y se posicionó correctamente en el asiento. Mirándome intensamente como si llevara tiempo sin hacerlo. Aunque técnicamente no nos veíamos en una semana.

  —¿Pero todo esto surgió porque no te alejaste de nosotros? —preguntó Tae interrumpiendo nuestra conexión.

Miré al frente, observando entre el reposacabezas el cuello de Tae. —Ella está actuando como lo hizo en la secundaria, solo que esta vez ha ido más lejos.

  —Las dejamos estar y ese fue el problema. Debemos hacer algo antes de que se ponga peor —comentó Jungkook con un rostro serio.

Iba a hablar nuevamente, pero el sonido de una llamada cortó el silencio. Jungkook se movió para sacar el teléfono de su bolsillo trasero y murmuró una disculpa. —Dime mamá. —Pasó unos segundos escuchando a su madre y a medida que pasaba los segundos, su entrecejo se contraía. —Las clases fueron suspendidas... ¿Ahora? —Me miró de reojo y presionó los labios. Con su expresión intuía que no quería irse. Terminó suspirando. —Está bien. —Y cortó. —Hyung, déjame aquí, debo ir al tribunal.

Alcé las cejas. —¿Tu madre encontró algo más?

Él sonrió. —Ojalá. Quiere que le haga un recado urgentemente y tengo que ir. —Taehyung se orilló al lado de la calle encendiendo las luces intermitentes y esperó a que bajara. Se desabrochó el cinturón y antes de irse, me dio un suave beso en la mejilla. —Te llamaré más tarde —susurro como si realmente le pesara irse.

Y con eso terminó bajándose y cerró la puerta. Quedando ahora solo Taehyung y yo. Él quitó las luces amarillas y retomó el camino, y por los próximos minutos nos sumergimos en un silencio que quise eliminar porque no me sentía cómoda permaneciendo así.

  —¿Cómo has estado Tae? Escuché en las vacaciones que te reuniste con Siyeon.

Noté en el retrovisor central que Tae me echó un vistazo, pero devolvió los ojos a la carretera. —Se puede decir que lo estoy llevando lo mejor que puedo. Todavía tengo sentimientos de apego hacia ella, porque en cuanto Jungkook me contó el trasfondo de Siyi, me surgió la necesidad de hablar con ella... Pensándolo bien, creo que le di esperanzas de que quiero volver con ella, por como actuó.

  —¿Ella se mostró con su verdadera personalidad? —pregunté curiosa.

  —E incluso se desahogó, pero ya es muy tarde para nosotros. Está desequilibrada mentalmente ahora. No te preocupes Misuk, me siento responsable por ella y lo terminaré resolviendo. —Su voz era sosegada, como si hubiera asumido cierto papel de protector.




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