Novio Falso; Jeon Jungkook [#1]

NOVIO FALSO

 

 

 

 

Por tener la mirada clavada en otro lado, no me di cuenta que alguien pasaba a mí costado, no hasta que sentí el hombro ser empujado hacia atrás.

Giré mi cuerpo y alcé la vista para disculparme, pero las palabras murieron en la punta de mi lengua al toparme con los ojos de Bae Chunghee.

Él de inmediato sonrió con su adecuada entonación de malicia. Parecía siempre tener una expresión de que algo malo haría. —Oh, mil perdones señorita Shin —gesticuló arrastrando las palabras como si le pesara y no lo sintiera realmente.

Todavía guardaba cierto recelo con él desde la última vez que nos encontramos, sin embargo, eso no quitaba el hecho de que debía disculparme. —Disculpa, no miré por donde iba. —Incliné la cabeza en una reverencia. Quería irme rápidamente.

Pero parecía que Bae tenía otros planes. —Debe tener cuidado en qué parte está señorita —dijo antes de que pudiera girarme.

Por alguna razón supe que no se estaba refiriendo al reciente choque entre nosotros. —¿Disculpa? —pregunté sin entender claramente.

Bae se acercó con cortos pasos y se inclinó ligeramente hacia mí. —No creí realmente que entre ustedes surgiera algo, es sorprendente. ¿Quizás tenga una oportunidad? —susurró con el matiz de burlón. Enderezó la espalda y carcajeó. Alzó la mano y me señaló—. Tu rostro es todo un poema. Obstruimos el paso, nos vemos señorita Shin. —Se despidió tocando su frente con dos dedos y una sonrisa de suficiencia que denotaba ser consciente de un hecho que tú desconocías.

  —¿Qué...? —Caminó a paso despreocupado, como si no hubiera tenido esa conversación conmigo y dejado con toda la intriga.

Parpadeé indignada porque cada vez entendía menos a ese joven. La única conclusión lógica que llegué de acuerdo a sus palabras era que de alguna forma descubrió mi peculiar relación con Jungkook. ¿Pero qué le importaba a él sobre mí y Jeon? Teniendo en cuenta cómo se comportó aquella vez después del beso que me dio Taehyung, cualquiera pensaría que simplemente era un mujeriego persiguiendo a una cara bonita.

Decidí no darle importancia por ahora, y giré para retomar los pasos hasta el interior de la cafetería donde me esperaban Jiah y Haneul. En cuanto diera con ellas, iría directamente sin escoger un menú, el apetito de repente se esfumó luego de esa rara interacción.

Fue sencillo encontrarlas ya que Jiah agitó el brazo para que la localizara más rápido, sonreí por ello, ella siempre avivaba el ambiente con su energía contagiosa.

  —¿Debería regalarte un teléfono a escondidas de tus padres? Incluso en la universidad es difícil verte. —Frunció el ceño y se llevó un bocado a la boca.

  —¿Estás bien Misuk? Escuché de Jiah que te hirieron con una cuchilla. —Me miró atentamente con una suave preocupación en sus facciones.

Al sentarme con cuidado y elegancia sonreí a ambas y señalé con el dedo índice el parche que cubría parcialmente una parte de mi cuello. —Está cicatrizando bien.

Observé que Jiah tragó con dificultad debido a un bocado grande y se tapó la boca para hablar. —Jungkook me llamó esa misma noche todo nervioso desahogando sus pensamientos. Es la primera vez que lo hace porque no tiene idea de cómo proceder.

Alcé las cejas sorprendidas y apoyé el mentón en el dorso de mis manos en un gesto pensativo. «Él no me hizo saber cómo se sentía...»

Noté de fondo que Haneul le daba un codazo a Jiah e intentó susurrarle, que falló en hacerlo porque aún así logré escucharlo. —¿Puedes compartir eso frente a nosotras? Se supone que es privado.

Jiah se rascó con pereza un lado de la mejilla. —¿Es así? —Arrugó la nariz. —No es como que haya dicho gran cosa, más bien me sirve para decirle a Misuk lo mismo que le dije a él, que hablen entre ustedes. Porque si tuviera que decir en una palabra toda su preocupación, sería Mikook.

Parpadeé saliendo del trance al escuchar esa palabra. —¿Mikook?

  —Creo que son sus nombres combinados —añadió Haneul suavemente.

Jiah chasqueó los dedos y apuntó a Haneul formando con su dedo índice y pulgar una pistola. —Exactamente mi querida Einstein. Después de su blabla. —Amuñuñó los dedos en forma de pico, abriendo y cerrando reiterada veces. —Lo que daban ganas de gritarle era que se fuera a hablarlo contigo. No es que me quiera meter en su rollo, pero si debo dar un empujón con unas palabras, sería mencionar que Kookie estuvo nervioso al presentarse ante tu mamá —finalizó llevándose otro bocado grande.

Mordí mis labios con un sentimiento de ligera molestia. Intenté recordar lo sucedido hace dos días para detallar nuevamente el comportamiento que tuvo Jungkook cuando se encontró conmigo.

Pero Haneul alargó el brazo deslizándolo por la mesa hasta tomar mis manos que entrelacé y apoyé para pensar. Alcé la mirada y me topé con la de ella que estaba sonriendo tímidamente. —Quizás no entienda muy bien sobre relaciones, pero hubo una frase que alguien una vez me dijo, y es que si una persona no comparte contigo una inquietud, no es porque no sienta confianza, más bien es que necesita primero ordenar sus pensamientos y así exponerlas de forma clara.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.