Novios por accidente

Capítulo 6: el cuento no es color rosa

—No le prestes atención, solo te está molestando la mañana —dijo Cristian ya aburrido de los celos de Camilo.

—Como somos un grupo, nos gusta estar juntos —respondió Miguel.

—¿Y por eso desayunan aquí? —inquirió Lorena.

—Somos un grupo, es nuestro ritual —explicó Miguel con voz seria.

—Ah… Entonces yo estoy en medio de su ritual —Lorena quería soltar la carcajada, debería de hacerlo, ellos se habían burlado mucho de ella.

—Sí, eres la que quiere robarnos a Cristian —soltó Camilo.

—Pero, no soy nada de Cristian —refutó la joven.

—Dormiste aquí anoche, así que no entiendo mucho ese trato suyo, durmieron juntos —alegó Miguel mientras miraba su plato ya vacío.

—¿En serio están celosos? —Lorena se cruzó de brazos.

—¿Por qué? ¿No podemos? —discutió Camilo.

—Si a tu mejor amiga se le acerca un tipo raro ¿no te enojaría? —preguntó Miguel.

—Ella no tiene amigas —dijo Camilo.

—¡Claro que sí tengo! —se enojó Lorena.

—¿También es imaginario como tu supuesto novio? —inquirió Miguel.

—¡Oye! —gritó Lorena dándole un manotón a la mesa por su enojo.

—¡Basta! —gritó Cristian estresado. Todos se asustaron y rodaron sus miradas al joven— dejen de discutir, apenas son las seis de la mañana. Quiero desayunar tranquilo, ¿por qué no puedo hacer esa simple cosa en mi casa?

En ese momento la pareja de esposos entró al comedor.

—¿Qué está sucediendo aquí? —preguntó la señora Julieta.

—¿Tus amigos están celosos? —inquirió el señor Vides con tono de burla. Camilo y Miguel se sintieron avergonzados al escuchar al hombre.

—Lo siento mucho —se disculpó Lorena mientras inclinaba su mirada.

Cristian tenía un rostro de pocos amigos, nunca planeó tener una situación así, no le agradaba para nada.

—Chicos, deben aceptar que Cristian ahora tiene novia, sean gentiles con ella —dijo el señor Vides mientras se sentaba frente a la mesa.

—Esto me parece ridículo, pelear porque mi hijo tiene una novia —bufó la señora Julieta.

Mientras todos iban en el carro había un gran silencio, Cristian no dejaba de mirar por la ventana bastante serio, Camilo iba de copiloto y musitaba una canción, Miguel manejaba, Lorena estaba atrás con Cristian y se sentía muy incómoda con aquella situación.

—Cristian, lo siento mucho por lo que pasó en el comedor, fue algo infantil, además, yo en realidad no soy tu novia, ni tu amiga. Lo siento mucho —se disculpó Lorena.

—Olvídalo —soltó Cristian sin dejar de mirar la ventana.

—Miguel, por favor, déjame aquí, caminaré lo que falta al colegio. Es mejor que no nos vean juntos; serán más problemas —pidió Lorena.

Miguel enseguida detuvo el auto, Lorena se bajó y comenzó a caminar.

—¿En serio vamos a dejar que se vaya caminando? —preguntó Camilo.

—El trato es solo con mis padres, no se confundan —dijo Cristian.

—Sí, pero no se ve bien que ella camine hasta el colegio cuando nosotros la podemos llevar —explicó Camilo.

—¿Quién te entiende? —preguntó Miguel— primero me dices que le dejemos las cosas claras a la rarita, después la enfrentas en el comedor y ahora te preocupas por ella.

—Oye… es que no se ve bien que se vaya caminando, mira que siempre la molestan porque llega sudada al colegio —explicó Camilo.

—¡Ya…! —gritó Cristian bastante estresado— dejen que se vaya caminando, no quiero que me vean con ella, ese es el trato.

—Ay, no lo puedo creer, ¿qué tiene de malo? —criticó Camilo.

—Oye, Cristian, ella te está ayudando con tus padres, no seas tan malo —Miguel miró por el retrovisor e hizo una mala cara. Todos quedaron viendo a Lorena que caminaba ya bastante lejos de ellos.

—Eres un malagradecido —se enojó Camilo.

—Entonces, no te vayas al colegio con un malagradecido, bájate del auto —dijo Cristian.

—Perfecto —Camilo se bajó del carro y corrió hasta alcanzar a Lorena rodeando la cintura de la joven con sus brazos.

—Te pasaste, Cristian —soltó Miguel algo enojado.

Lorena se asustó al ver a Camilo tan sonriente molestándola.

—¿Qué haces aquí? —preguntó la muchacha comenzándose a fastidiar. “Qué chico tan molesto” pensó.

—Acabo de discutir con Cristian —Camilo comenzó a caminar al lado de Lorena.

—¿Qué?, ¿por qué?

—Me enojó que Cristian te utilice para su beneficio propio y no valore eso —explicó Camilo. Aquellas palabras impresionaron a la muchacha.

—¿En serio?

—¿Por qué hiciste ese tonto trato con Cristian? —Camilo sumergió sus manos en los bolsillos de su pantalón.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.