Capitulo: 9. Un día de verano
Mientras más lo pensaba Darren deseaba que amaneciera y la chica del frente regresara a su casa, el estar cerca de ella lo hacía perder el poco control sobre sí mismo que tenía, aunque era la primera vez que su madre se inmiscuía en sus asuntos no podía obviar el hecho de que estaba algo enojado con ella, su vida ya estaba lo suficientemente de cabeza como para que se le agregara otro problemas más,
Es cierto que Grace era la única por la que no había podía ganar ninguna de sus peleas, pero estaba dispuesto en descubrir porque no lo soportaba si realmente él nunca le había hecho nada, si estaba de acuerdo en que todos los años que llevaban de conocerse siempre fue un completo imbécil que no le importaba lo que otros dijeran o pensaran de él, sin embargo no quería ayuda de nadie y mucho menos de la señora Merary para descifrar ese laberinto que era Grace Wilson.
El sueño lo venció mientras lo último en lo que pensaba en que su enemiga jurada estaba durmiendo frente a él.
― No sé por qué Tray aún no responde mi mensaje si lo envíe hace casi una hora ― Leo miraba de manera insistente el chat de WhatsApp que tenía con su novia la que aparecía en línea y lo había dejado en visto.
La historia de ambos era como las típicas en las que un chico rico, guapo y popular se hacía novio de una chica igual o parecida a él, no tenían mas de tres meses de estar juntos y aunque la mayor parte del tiempo se la pasaban de pelea en pelea, parecía que muy en el fondo estaban enamorados, ambos se parecían porque sus gustos eran muy parecidos, solo que Tracy no soportaba a su hermana por el simple hecho de ser más popular que ella.
Se conocieron en una fiesta de la escuela la que se hacían como una especie de comportamiento con escuelas del área, casualmente ella se transferiría al Saint Germain así que todo fue más fácil para ellos porque se podían ver más seguido, mas no obstante Tracy era muy celosa y posesiva y cuando se enojaba fácilmente podría pasar hasta una semana sin dirigirle la palabra lo que le incomodaba en demasía.
╞ Estoy por dormir osito //
Fue lo único que le respondió y se desconectó al instante.
¿Qué le pasaría esta vez?
Sin embargo no le dio importancia, simplemente cerró los ojos y se durmió.
Mientras tanto en otras habitaciones ya todos dormían apaciblemente lo que era normal después del día tan pesado que tuvieron, mañana seria otro día ms pesado aun solo debían esperar.
Algo lejos de donde se encontraban ambas familias, un chico bostezaba repetitivamente ese sábado por la mañana, bajo a tomar su desayuno porque debía viajar junto a su familia a una nueva ciudad en donde viviría por los próximos años. Cristian era solo un chico de 16 años quien vivía únicamente con su madre "Desiré Witman" y su pequeño hermano "Mark", su madre era viuda ya que años atrás por un fatal accidente su marido había fallecido, desde ese momento se dedicaba a la crianza de su hijo y esta vez debía hacer un nuevo sacrificio como era el mudarse por el nuevo trabajo que había conseguido.
No tenían los suficientes recursos económicos para vivir, pero de una u otra manera no les faltaba nada, aunque la oportunidad que se les estaba presentando no podían dejarla, no solamente era aún trabajo sino un buen colegio para cristina con beca incluida.
― Bue día mamá, ya casi estoy listo―saludo con una sonrisa y un beso en su mejilla.
―Buen día hijo, no te preocupes aún tenemos algo de tiempo ―sirvió el desayuno mientras Mark también se sentaba junto a ellos.
Era una pequeña familia en donde no faltaba amor, pero muy difícil para una madre que criaba dos adolescentes. Unos adolescentes que podían sacarla de quicio pero a los que ambos con todo el corazón. Las maletas ya estaban listas co anticipación y solo fueron bajadas para subirás al auto que los transportaría a Medelton una enorme ciudad y capital de Leinrain (país imaginario) con sus bellos colores tanto de día como de noche, las playas y lagos por doquier y esos bellos volcanes que podías encontrar a montón.
La residencia a la cual se mudarían tampoco estaba nada mal, tenía dos pisos pero no era tan grande ni tan pequeña como para que no tuvieran espacio suficiente para los tres, el camión de mudanzas ya se había ido y solo faltaba que los tres partieran a su nuevo destino, una nueva vida y mejores oportunidades. Subieron a l auto una vez y todo estaba acomodado y le dijeron adiós a su antigua vida, los amigos ya se habían despedido así no tenían por qué detenerse a hacerlo en ese momento, pero extrañarían su lugar, ese pequeño espacio en donde fueron muy felices.
El verano se sentía en el aire y el calor irradia por doquier así que las ventanas del auto estaban abiertas y Ed Sheeran y su "Beautiful People" sonaba en la radio, los tres compartían el gusto por ese artista y cantaban a pulmón mientras sonreían, no tenían tantos momentos así porque Desiré comúnmente trabajaba, pero cuando tenían oportunidad haciendo todo lo que se les ocurriera.
Eran aproximadamente dos horas de camino que serían para ellos algo tediosa porque el tráfico en la ciudad puede ser horrible cuando se lo propone. Cuando por fin llegaron y se encontraron con la casa que sería su nuevo hogar, sus ojos se iluminaron era más hermosa de lo que hubieran imaginado. Muy céntrica y por lo que habían notado quedaba solo a unas cuantas cuadras del colegio.
Bajaron rápidamente, desire abrió la puerta para que al fin todos pudiera entrar en ella, el camión de mudanzas ya estaba ahí e iniciaron por bajar todo lo que traían, sería un día demasiado largo para ellos pero la esperanza de comenzar una vida mejor estaba latente en sus corazones, aunque se les hacía difícil el recuperarse de la perdida de alguien tan importante para ellos, la vida les había enseñado que si se tiene a Dios en todo lo que hacemos, todo se puede.