Nuestra Adolescencia From Juan Josh

4 LA MOVIDA DE BOLA DE GRASA Y UN OFICIO QUE APRENDER.

 

El romance que vivieran Linda y Oscarín, lo habían terminado de vivir un año atrás, justo cuando ambos desarrollaban al inicio de su segundo ciclo de estudios, en “La Gavino A. Palma”, motivo por el cual Oscarín ya llevaba sin  una novia, todo un periodo escolar.

 

Oscarín un adolescente que  nada más cuando se le miraba, le proyectaba sin buscar esto del todo, a todo aquel que así lo hubiera hecho, a un “Yo no te haría nunca ningún tipo de daño, por medio de mi fuerza física, si tú no me buscaras,  con el objetivo de que me tuvieras que provocar”. Ya que a Oscarín  le fascinaba el levantamiento de pesas, y por eso mismo Oscar presentaba un físico que se componía por un 100 % de músculos, y sin un gramo de grasas.

 

Oscar se diferenciaba de los demás, ya que no practicaba el “Bullying”, con referencia a algún otro alumno de aquel plantel escolar, no utilizaba a su fortaleza física, para amedrentar a sus compañe ros, esto se debía a su madurez psicomo triz.

 

Oscarin era muy completo como estu diante, destacaba en materias como la Física, la Química, Matemáticas, Biología, así como en Historia y Geografía. 

 

Los cuatro habían escogido como a la materia de Taller, al Taller de      “Estructu ras metálicas”, Taller en el cual fabrica ban monedas de diez pesos, con la fi nalidad de que las emplearían para com prar una mayor cantidad de alimentos, en aquella “Cooperativa Escolar”, e idea que se le hubo de ocurrir al “Bo la de grasa”, pues él quería saciar a la inimaginable hambruna de la  cual era preso, este mis mo peculiar personaje, de nombre Emilia no, y que pasara a experimentar dentro su gran, muy crecido, y abultado vientre:

 

-Chavos préstenme una moneda de un peso, rápido de cuates, ahora que no está él “Teacher”, “Bola de grasa” les hacia saber de su necesidad, a esa hora de las clases de aquel medio nublado, y medio asoleado día, en la # 68, y que estaba dotado con un viento bastante fresco, reconfortante y muy agradable pa ra todos ellos.

 

-¿Para que quieres un peso “Bola de grasa?, si la revista  cuesta $10 diez, si la revista cuesta un diego, y recuerda que te toca pagarla la próxima semana. Esto le preguntaba y le recordaba Asencio, al “Bola de grasa”, puesto que la revista de "muchachas encueradas" de “Locos por el sexo” salía quincenalmente, y al posterior día, tocaría “Quincena”.


-Ya lo se Asencio, pero yo no estoy pensando en la revista caliente, pues tengo ham bre, y la cochina revista solo me manda al baño para hacerme la chaira (Para “Masturbarse” “Bola de grasa” en el baño) y eso me provoca más hambre. Le respondía Emiliano o “Bola de grasa” a Asencio.

 

-¿Entonces para que necesitas ese peso,  “Bola de grasa”?. Se inmiscuía Toño en el diálogo entre Asencio y Emiliano.

 

-“Sonsos”, lo requiero para partirlo en la cortadora de metales del Taller, y así obtener un hexágono, tal y cual es la forma que tienen las monedas de diez pesos, pues así tendre diez pesos mx y no una moneducha de solo un pesos, ya me agarraron “la corneta”. Les contestaba “Bola de grasa” a Toño y a Asencio con un “albur”. 

 

-¿Y para que te servirá esa movida “Bola de grasa”?. Le cuestionaba por una primera ocasión Oscarín, quien también le entraba a la conversación que había entre sus cuates.

 

-Si recuerdan la “canija” cooperativa siempre está a tope, al igual que el lugar de venta del paletero, por lo que te reci ben casi sin fijarse por las prisas de tener a la chaviza encima, a las monedas con las que les pagas, y así no la diferencia ran, a esta, de entre de un peso , o una moneda de un diego, ¿Ya me agarraron “La confianza”, “sonsos” Contestaba a los impresionados de Toño, de Asencio, y de Oscarín, otra vez con otro “albur” él “Bola de grasa”.

 

Y es que la idea era bastante buena, bueno así les parecía a Oscarín, a Toño y a Asencio.

 

-A veces me impresiona lo que tu barri gota por hambre es que te hace pensar, y aportar a la humanidad, “Bola de grasa”. Afirmaba Oscarín.

 

La idea de “Bola de grasa” que había impresionado a los incrédulos de Osca rín, Toño y Asencio, la llevaría a la prac tica, al día siguiente, pues ya eran las 02:00 pm de aquel día del 2 de Septiem bre del año de 1984, ya perdido en el tiempo de ese universo, mas no en el tiempo de algún otro universo paralelo al mismo, en el que estos sucesos aquí narrados, estarían aún por llevarse aca bo, y como eran las 02:00 pm, pues había llegado la hora de fin de clases para aquel primer día de estas.

 

Oscarín solo pensaba en poder ver a una púber en particular, aunque fuera que de lejos, en esa la hora de la salida de todo el alumnado de la 68.

 

Era cierto que Oscarín ya tenía un año de haber finiquitado su relación amorosa con Linda, mas él ya se encontraba tan solo pensando en la niña más guapa de la escuela, en esa fase de la historia de la 68, él pensaba ya solo en Martha.




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