Emiliano un adolescente de lo más rebelde, cosa muy natural y normal para su edad, tenía un físico nada agraciado, más bien obeso, de movimientos torpes y lentos, a la hora de practicar a la disciplina de la clase de “educación física”, clase en la que junto con la de “Música”, siempre se destacara Juan Hernesto, quien era de los pocos que diera la cara por la 68, en las competencias deportivas en las que participara esta, con respecto de otras escuelas de nivel de secundaria.
Lo de los movimientos torpes y lentos de “Bola de grasa”, eran debidos a la gran cantidad de ingesta de carbohidratos que le suministraba a su organismo, del diario, este mismo, y que por su aspecto físico se ganara el apodo de “Bola de grasa”.
-“Caray pero que hambre tengo”, las revistas de "muchachas encueradas" me calientan bien rico pero me dan unas “Hambrunas de campeonato”, que creo que me volveré a “Masturbar”, para devorar lo que hay en el “Refri de mama”, sin que tenga que subir de peso. “Bola de grasa” era consciente de su problema, ello se debía a que relacionaba sin ningún obstáculo, todo aquello que le sucedía, todo lo que le acontecía, óbice debido a su elevado coeficiente intelectual con que estaba dotado “Bola de grasa”.
Y era así que “Todos los que tienen un coeficiente intelectual por arriba de lo normal, también tienen un serio problema de vida, al estar llenos de calamidades que su propia mente por desgracia les consigue”.
Emiliano no obstante flojón a la hora de la estudiada, poseía una mente brillante, la cual la había puesto a la disposición de sus requerimientos personales,“Bola de grasa” quien había comentado en la plática anterior, que tuviera con sus otros tres cuates, aquello de la “retentiva” , que para él, para “Bola de grasa”,Oscarín, tambié yon tenía, pues “Bola de grasa” pensaba que todos tenían aquel “don”, con el cual estaba “dotado” este personaje pícaro y peculiar.
-Lo mío son las "preciosas chicas calientes" que me excitan y que “vicenteo” en la revista de “Locos por el sexo”, pues lo de la estudiada afirmaba sin equivocarse “Bola de grasa”, era según él, para “chavos” como Sergio, y también para él siempre alegre ante la vida, para Alberto, el Beto. padecería de una enfermedad sin cura, crónico degenerativa, progresiva y letal, que lo tomaría por sorpresa, a él, sus papasitos, y a todos sus cuates de la 68 que eran bastantitos, y quedando así “inmemorian”, recordaba no sin haberlo lamentado “Bola de grasa”, a Alberto, la versión corregida y aumentada de todo adolescente, y que él autor trata aquí de plasmar por medio de “Bola de grasa”, un niño audaz, panzón, regordete, si, así en vida lo fue, Alberto, pero un púber tan divertído, carismático, cordial en su trato, y siempre audaz y buen amigo, y lo inmortaliza de esta manera, él autor, al tiempo que “Bola de grasa”reflexionaba acerca de esta su obesidad, de Alberto, y de la suya propia a lo cual apuntalaba en sus reflexiones “Bola de grasa” con un : -Tal obesidad se debió, a la alta ingesta de carbohidratos, que no lo neguemos, que todas y cada uno de todos nosotros, consumíamos a esa edad, en particular, y ninguno se escapaba, a las donas de azúcar, chocolate, glaseadas, así como a los cazares (Fritangas para muchos deliciosas).
La mayoría le daba gusto a la botana chatarra, afirmaba “Bola de grasa”, pues el estar haciendo ejercicio y el estar en "modo adolescente caliente", sucedía que todo ello en todos generaba hambre, y la manera de mantener el peso, era el consumir fritangas y donas en la cooperativa de la escuela para fraseaba “Bola de grasa” : -Cuando se es adolescente con la mirada clavada en el éxito, reconocimiento, que desesperadamente, a tal edad, en la que cada una de ellas, y cada cual de ellos, buscábamos, y buscaban empoderarnos, y empoderarse del mundo entero, pero con una absoluta inocencia, belleza, y miles de buenos y preciosos “SUEÑOS”, y "BUENOS DESEOS", tan dueños de nuestra brújula, que nos mantenía en el viaje hacia nuestro destino, hacia la “LUZ DIVINA”, al poseer cada uno de nosotros y de ustedes "UNA LUZ EN SUS VIDAS",y con el pasar de la vida, hacia un cambio responsable y tan presente, en cada uno de nosotros los seres humanos, para poder mejorar y evolucionar, si así lo requerimos o lo necesita alguien más en su valiosa e increíble vida, solo si así lo quiere observar, analizar, y mentalizar, para mentalizar así a todo pensamiento, que le entregue el cambio que requiera de la espantosa vida, pero a la vez tan hermosa vida, hermoso plan de Dios.
Así sucedía que se retroalimentaba con tales reflexiones propias de sí, y tan auténticas y veraces, como el agua de la recurrente lluvia, de la pertinaz caída del agua de una cascada, así de reales y alejadas de la ficción, eran aquellas reflexiones de “Bola de grasa”, un excelso adolescente, claro, para él no tanto, pues se había acostumbrado a tales niveles de abstracción mental, y todo lo que archivaba, almacenaba, y creaba su mente, no era más que lo del día a día para “Bola de grasa”.
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Editado: 04.04.2022