— ¿ Qué quieren de mí ? —. Sollocé un poco, Axel mantuvo su mano en mi espalda moviéndola de arriba a abajo. Me estremezco ante ese contacto, pero no lo alejo. No sé si por miedo a su reacción o porque no lo quiero hacer.
Sacándome de mi miseria interna, el otro tipo, Jonathan me toca un poco la cara, cuando mis ojos están sobre él, habla — ¿ Sabes qué es ddlg ? —. Jonathan preguntó de repente
— Daddy Dom y Little Girl —. Afirme, en la escuela una parte de la población está obsesionada con eso, otra parte solo quiere ganar dinero haciendo nada: Sugar Daddy le dicen.
Ante la extraña pregunta y el comienzo de un verdadero disconfort, me alejo de Axel y su tacto, quien me dejo ir solo al ver que me iba a sentar entre ambos y no escapar. Por ahora.
— Vale y ¿ sabes qué es abdl ? —. Esta vez fue Axel quien preguntó.
Mi mente se mantuvo procesando las iniciales que dijo: — no —.
— Es como una rama de ddlg, Se utiliza juego de roles donde la o el Little pretende tener una edad menor a la real, más como bebé —. Mis cejas se fruncieron, mostrando mi desconformidad. — Generalmente va acompañado por otras ramas, pero por ahora nosotros solamente tocaremos esta —. Se detuvo para que Jonathan hablara — El Abdl incluye muchos accesorios, como lo son el uso de biberones, chupetes, body's, ropa con estampado infantil… pañales —. Termina de articular y es cuando la gravedad me hace sentir mucho más pesada.
— ¿Por eso estoy aquí? —. Exploté — ¿ Quieren ponerme pañales, tratarme como bebe y que los llame Daddy ? —. Sus cabezas se mostraron de acuerdo con lo que acaba de decir. Qué mierda.
— Increíble —. Solté levantándome. Al intentar pasar por donde Jonathan tenía sus piernas, este me tomó, colocándome sobre ellas, evitando mi huida.
— Empezaremos lentamente para que te acostumbre. . .—. Empezó a hablar, y sin querer saber que iba a decir, moví mi cabeza viendo a otro lado, a veces agradecía estar sorda, solo a veces.
De pronto Axel apareció del otro lado del sofá, donde se encontraba mi vista — No te comportes de ese modo señorita —. Advirtió — Ahora, voltea tu bella carita y escucha lo que Jonathan tiene que decir —.
— Si pudiera escuchar —. Solté de mala gana, de forma rápida y un tanto fuerte, la mano de Jonathan choco con mi muslo dejando un ardor persistente. ¿ Ahora también golpean ?
— Deja de comportarte como una niña malcriada—. Advirtió nuevamente.
Un gran deseo de cerrar los ojos para burlarme de él me atravesó, pero no lo hice. No poder escuchar nada y no poder ver nada, en una situación como está, lo mucho que hacía era dejarme vulnerable. . . tal vez más de lo que ya me encontraba.
Voltee mi cara a Jonathan de nuevo, quien empezó a hablar como si nada hubiese ocurrido.
— Poco a poco iremos introduciéndote nuevas cosas, para que te logres aclimatar a este mundo —. Paro un segundo para continuar hablando — Si te comportas como La Niña buena que sabemos que eres tendrás recompensas. Un peluche, ropa, libros, Lo que quieras—.
— Pero si te comportas mal, y sigues respondiendo con esa actitud, recibirás castigos, estarás horas en el rincón de pensar, recibirás nalgas y olvidáremos ir despacio contigo, los pañales los empezarás a usar desde ya —. Amenazó.
— Ahora —. Se detuvo — Es hora de comer —. Avisó. Ciertamente, tenía mucha hambre — Te comportarás bien, sentándote en tu silla, comerás toda tu comida sin rechistar —. Axel continuó dando órdenes a diestra y siniestra, sin poder responder me levanto de las piernas de Jonathan colocándome en su costado, caminando me llevo directamente a la cocina, cuando creí que me iba a dejar en una de las sillas de la mesa, observé lo que era una silla de bebés, versión más grande. Rechistando un poco, comencé a moverme, ni de broma iba a comer en ese lugar. Otra palmada rebotó en mi muslo. — Compórtate —.
Gruñí ante eso. Rápidamente, levantó la mesa, tirándome en el asiento, la volvió a cerrar, impidiendo salir.
— Ni se te ocurra intentar bajar —. Amenazó.
Bufé irritada, todo lo que decían eran amenazas, ya me preguntaba, sí no saben hablar como personas normales. Ni siquiera eran normales.