— Emilia, ven para acá corazón —. Observé como la boca de Axel se movía, dudando un poco en acercarme a él, opte por ignorarlo, hacer como si no le hubiera entendido lo que dijo, volví mi vista al televisor. Ya habían pasado unos días, y yo seguía renuente a que ellos me trataran como un bebé, aunque siempre ignoraban mis quejas, y yo los ignoraba a ellos, no me habían obligado a hacer nada más. Cuando me bañaba me daban mi espacio. Y siempre trataban de hacerme sentir bien. A pesar de tenerme en contra de mi voluntad, apreciaba su buen trato, porque, podría ser peor.
Axel se había levantado de su asiento y se encontraba tapando el televisor, manteniendo mi vista fija en su abdomen, evite lo más que pude verle hablar. Este, al percatarse que no quería saber nada de lo que tenía por decir, soltó el aire. Llevando sus manos a mis axilas me levantó. Tenían una terrible manía de cargarme como si, mis piernas no funcionara. Mis pies ya no estaban lastimados y yo era completamente capaz de moverme por mi propia cuenta. Pero bueno, ellos no querían eso, y por menos que yo tampoco lo quisiera, los dejaba. Axel caminó a la sala conmigo en brazos, dejándome en el sofá, a un lado de Jonathan. Luego se fue para después aparecer con su computadora, adentrando su mano dentro del televisor saca un cable, el cual conecta a su computadora. Jonathan toma el control para encender el televisor, rápidamente puedo ver la pantalla de bloqueo de su computadora en el televisor. Colocando una cierta cantidad de dígitos, esta se desbloquea, después, entra en su carpeta de descargados y abre un archivo.
Jonathan pasa su dedo por mi cuello haciéndome temblar. Dirijo mi vista a él y comienza a hablar — Hemos conseguido este documental —. Explica lentamente — En él explica los aspectos más importantes del DDlg y abdl. Queremos que lo veas, para que logres entender sobre este estilo de vida —.
¿ Estilo de vida ? Más bien estilo de secreto.
— No te vamos a lanzar en el abismo, queremos que entiendas de que se trata. Si tienes alguna duda o quieres comentar o decir algo al respecto, Axel y yo somos todos oídos. No queremos que te cierres, tu opinión es muy importante para nosotros —. Recalca — Necesitamos que seas honesta —.
Con un asentimiento le indicó que estoy de acuerdo con lo que dice, no vale la pena comenzar a pelear, al menos no por ahora.
Media hora después mis pies están sobre el regazo de Jonathan, él tiene sus manos sobre ellos masajeándolos, mis ojos continúan en el televisor. Justo hace unos minutos comenzaron a hablar sobre las relaciones sexuales en este " estilo de vida ". Axel al notar mi incomodidad me explicó que ellos no van por ese lado del " fetiche ". La mayor parte de la hora pasó conmigo quejándome, prácticamente todo lo que hacían me daba pena ajena, me hacía sentir muy avergonzada el hecho de que ellos quisieran hacer eso conmigo, aún más por no ser yo quien de verdad eligiera todo esto. Estoy secuestrada, me recuerdo a cada rato.
A pesar de todas las cosas de las que me quejaba, el amor que se apreciaba entre los protagonistas me invadió. La envidia me atormento, haciéndome recordar a mamá y como era nuestra familia antes de que ella se fuera. Anhelaba poder sentirlo nuevamente; sin embargo, eso ya no sucedería. Sin papá, estaba sola ahora.
El documental terminó, pero yo me mantuve en mi puesto. En los últimos meses, no había caído en cuenta lo sola que estaba, literalmente sola, el silencio se había convertido en mi única compañía, mamá se fue, papá dejó que unos extraños que quieren tratarme como si tuviera tres años me llevaran. ¡Incluso me sacó de la escuela! Ya casi terminaba mis estudios, pero ya no. Todo se enlenteció mientras me adentraba a mis pensamientos, yo estaba sola.
La mano de Jonathan había parado de masajear mis pies para comenzar a subir y bajar por mi pierna, era, incómodo, mucho. Moviéndome retraje mis piernas a mi pecho. Tal vez des esta manera sería consciente que no me agradaba lo que estaba haciendo.
El falso sonido que solía percibir de vez en cuando inunda mi cabeza. Odio esto.
Levantando la vista y observo a Axel, está sentado en la pequeña mesa, viéndome.
Mi frente se arruga al sentir mis ojos arder, moviéndome quedo viendo el respaldar del sofá, con mi cabello en mi cara respiró. Mi cerebro comienza a pensar en todo lo que está ocurriendo, no quiero vivir así, no.
No puedo vivir así, tengo que irme lo antes posible. No me puedo quedar aquí, no cuando ellos quieren tratarme como un bebé, no soy un bebé que necesita cuidados. Soy una adulta atrapada en contra de mi voluntad.
Cerrando los ojos finjo que estoy durmiendo, dormir es el único momento que tengo a solas, y ahorita definitivamente quiero estar sola.
A los pocos minutos siento como suavemente tocan mi hombro, pero manteniendo mi plan de 'dormir' no hago caso a la llamada. Pocos minutos pasan cuando siento que quitan el montón de cabellos de mi cara, lentamente voy abriendo un poco mi boca para hacer más creíble esto de que estoy dormida. Al poco tiempo siento como una manta me cubre y como unas almohadas son colocadas sobre mi espalda, decido esperar unos minutos antes de siquiera hacer un movimiento.