— Lamentamos haberlo molestado Señor Anderson —. La oficial se disculpa sosteniendo su cinturón.
Con mi mejor sonrisa respondo — No se preocupe oficial—. Antes de que su compañera volviera a hablar, la radio de su patrulla suena.
— Que tenga un buen día —. Se despiden corriendo a la patrulla. Espero unos segundos antes de cerrar la puerta.
Volviendo mi vista al sofá de la sala observo a Emilia, acercándome a Ella, muevo la manta, encontrándome almohadas, las mismas que coloqué contra su espalda para que no se cayera mientras dormía. Aún más enojado que antes volteó a ver toda la sala, quiero una explicación, y espero que sea buena.
Sin haber comenzado a buscar a Emilia, observo a Axel venir del patio con ella colgando de su hombro. Por sus movimientos deduzco que ha vuelto a intentar escapar.
— Nuestra princesa tenía tu celular —. Habla llegando a mí, entregándome a Emilia, la sujeto con fuerza para evitar que escape. Él en un rápido movimiento saca mi teléfono del bolsillo trasero de su pantalón.
Todo calza.
—¿ ¡ ELLA HIZO QUÉ ! ? —. Él gritó de Axel me pone alerta, los brazos de Jonathan me siguen sosteniendo fuertemente. Los vellos de mi brazo se ponen alerta y mi piel se eriza. No, no, no, ¿ Qué he hecho ?, mis pensamientos me empiezan a cohibir. Mi plan para nada planeado salió muy mal, y ahora temo las consecuencias.
El pecho de Jonathan deja de vibrar en mi espalda indicándome que ha dejado de hablar, levantando la vista, observo a Axel, la risa vacilona que tenía cuando me encontró en el jardín desapareció, su semblante está duro y tieso, su frente arrugada en confusión, sus ojos me piden una explicación. Observo como empieza a mover sus manos en lenguaje de señas. — Emilia —. finaliza en una torpe ' a ', sus ojos ven los míos, cuando se asegura que mi atención está en él habla.
— Estás en problemas —. Rápidamente trago en seco.
Hasta ahora ambos han sido buenos conmigo, por un segundo creí poder acostarme a vivir a su lado, pero al ver el documental, mi mente cambió, y más con el hecho de que yo no tengo un solo ' daddy ' como la chica del video, sino que tengo dos. Ah, y además, estoy aquí en contra de mi voluntad.
Aún apretada por Jonathan, siento como me eleva del suelo un poco y comienza a moverse. Axel va al frente de nosotros cuando subimos las escaleras. Por un momento una pequeña parte de mí quiere estar en aquel cuarto, dentro de esa fea cuna, segura del enojo de ambos, pero al pasar la habitación caigo en la realidad.
' Nunca conoces a las personas hasta que las ves enojadas '. La frase que mi abuela decía, se repite una y otra vez dentro de mi cabeza. El recuerdo fantasma de poder escuchar me sigue a todas partes.
Yo los hice enojar, y su reacción me asusta más de lo que puedo admitir. Pero al menos conocería quiénes son Axel y Jonathan en realidad. Y gracias a esto confirmaría cuáles eran sus verdaderas intenciones conmigo.
Solo espero que nada malo suceda.