De pronto Axel me levanta del sofá, dejándome sentada sobre la pequeña mesa, Jonathan toma mi lugar en el sofá, ambos quedan frente a mí, el bolso de oso está en el suelo.
— Corazón, sabemos que estabas cruzando último año de bachillerato antes de que vinieras con nosotros —. Jonathan es el primero en hablar, pasando mis dedos sobre la palma de mi mano, asiento con la cabeza.
— Y que tu padre te dio de baja… — Axel le siguió. Era cierto, al fin de cuentas había sido culpa de ellos. Todo esto que he estado viviendo es culpa de ellos, pero de muy extraña forma, en este instante, no los odiaba tanto como al principio cuando me hicieron venir a esta casa, secuestrada.
El hecho de que estuvieran en este instante hablado de estudios y todo eso me confundía un poco. Después del castigo por… bueno, eso. Traté de llevar todo en paz. Al menos ellos nunca habían sido violentos conmigo en ningún otro momento… incluso durante el castigo, no lo fueron de la forma que yo esperaba. Fueron firmes, pero no violentos, una extraña combinación que tarde días en procesar. Tal vez simplemente era la forma en la que un “daddy” se debía de comportar.
— Bebé, ¿estás prestando atención? —. Axel hace que salga de mis pensamientos. Negando con la cabeza intentó hacer mi mejor cara para no enojarlo, pero sus facciones me indican que no lo he logrado, así que pienso rápido.
— No… no entendí mucho de lo que decías —. Esta vez su mirada es de comprensión, botando aire me relajó, eso estuvo cerca.
— ¿Hasta dónde llegaste? —. Esta vez su pregunta es formulada con más movimientos faciales, haciendo que con más facilidad logre entender lo que dice, aunque se ve un poco gracioso.
— Eh... que papá me dio de baja —. Su pequeño asentimiento me da la confianza de voltear a ver a Jonathan rápidamente, luego vuelvo a él.
— Finalizarás tus estudios, nena —. Sus palabras me descolocan, ¿me dejarán volver a la escuela… sin ellos vigilándome? Esta es mi oportunidad, pienso.
— Hemos tenido una reunión con tu antiguo director, podrás terminar la escuela con tus antiguos compañeros, aunque lo harás desde casa —. Su anuncio me deja descolocada, adiós, oportunidad — Como es obvio estás atrasada en las actividades, y como terminarás tus estudios a distancia decidimos solicitar ayuda extra —. La escuela había hecho una adecuación escolar después del accidente. Me habían ayudado a no retrasarme mucho y también me permitieron continuar con los estudios a pesar de tener una pequeña deuda de unos meses que papá no había logra pagar en su totalidad.
Mi vista se aleja de él, Jonathan ya no está donde lo había dejado… moviéndome un poco lo logró verlo en la puerta de la casa, con una señora, levantándome observo mejor, ¿Quién es ella?
— Emy, corazón, ella es Susy, tu tutora —. Jonathan informa, volteó a ver a Axel, luego a Jonathan, Susy, Axel, Jonathan y después a mí.
Retrocediendo intentó esconderme, no estoy para nada presentable, el pequeño vestido azul marino que Jonathan me puso esta mañana me queda muy… infantil, me da mucha pena que me vean así, aún más si es alguien extraño, como ella.