Para ser honesto, Emilia es muy valiente y a pesar de desconfiar un poco de lo que Nathanel está haciendo, hace todo lo posible de no interferir en el estudio. Su tranquilidad nos seguía sorprendiendo, desde aquel día donde fuimos a sacarle sangre, no chilló ni se inmutó… en nada, vio como su sangre salía y no armó ningún tipo de escándalo, nos sorprendió, bastante.
— Ya está listo, Emilia —. el doctor alejó sus manos de la parte de atrás de su oreja, donde había un aparato para escuchar. Moviendo sus manos. Emy asintió con la cabeza, pero no habló. Hoy había despertado extraña, un poco… decaída, queríamos darle su espacio y esperar que no fuera serio lo que su cabecita estuviera pensando.
— ¿Qué tal, como se siente? —. Nathanel pregunta, Emilia asiente de nuevo, Nathanel suelta un suspiro.
— ¿Puedo bajar? —. Su voz sale baja, pero comprensible. Nathanel asiente. Manteniendo paso firme se acerca a Jonathan, quien está a mi lado, dándole la espalda a Nathanel se recuesta en su hombro, fijando su vista en mí, le sonrío, es muy valiente.
Antes de siquiera alejar mi vista de ella, Nathanel habla: — Por lo poco que la he escuchado hablar hoy no puedo estar completamente seguro, pero — . Divaga anotando algo en el expediente de Emilia — ¿Han notado su forma de hablar? Tal vez cuando dice frases cortas no se den cuenta, pero con frases largas, ¿Han notado como su tono de voz disminuye o sus palabras se enredan? ¿Tal vez ha dejado de hablar como antes lo hacía? — . Sus preguntas forman el sentimiento de preocupación dentro de mí.
Volteando a ver a Jonathan, niego.
— Tal vez si — . Jonathan habla — No estamos muy seguros, ella casi nunca habla muy corrido, siempre toma una pausa cuando son más de seis palabras seguidas, pensábamos que era normal… — Termina de decir, Nathanel cambia su posición en la silla, acercando sus hombros a la mesa, se queda viendo un lugar fijo por unos segundos, luego habla.
— Emilia es un caso peculiar, a pesar de haber perdido la audición su habla continua como si no hubiera sucedido, según su historial recibió terapia con un logopeda, pero al no asistir al número de sesiones recomendadas, puedo suponer que ella logró volver a hablar por sí misma y eso está muy bien, su perseverancia es gigante — . La forma de la que habla de Emy me hace sentir orgulloso, nuestra bebé. — El único problema es que con el tiempo y al no recibir ayuda profesional, la memoria muscular que le permite habla 'normalmente' se va deteriorando — . Explica — La memoria muscular se mantiene con ejercicios especiales completamente diferentes al 'habla' — .
— Por ahora les recomiendo que Emilia reciba la ayuda de un especialista del lenguaje — Recomienda tomando una tarjeta de su escritorio, la deja al frente de nosotros — Él le puede ayudar a mantener la memoria muscular en funcionamiento, y como es de esperar, su habla —
Emilia estaba ocupada, bastante, con su tutora y la maestra que nos enseña lenguaje de señas a los tres no tiene mucho tiempo libre; sin embargo, tendremos que arreglar los horarios y hacer un cupo para su nueva 'clase', todo por nuestra princesa.
— Por otro lado, esperemos a ver que tal le va con los audífonos — . Indica levantándose de su silla, al igual que él, me levantó.
— Nos vemos de nuevo la semana que viene, hermosa — . Se despide de Emilia con media sonrisa.
— Hasta luego chicos —. Se despide de cada uno con un apretón de manos, Jonathan baja a Emilia de sus piernas para levantarse y tomarla de la mano cuando salimos del consultorio. Ella parece estar bien, aunque no le haya gustado esta consulta, su actitud sigue siendo la misma con nosotros, no ha cambiado, aunque su humor sigue apagado, su conexión con nosotros no se ha debilitado.
Caminando al elevar entramos en conjunto de unas señoras mayores, dos están hablando cuando las puertas se cierran, la otra está viendo a Emilia con cara de confusión, luego ve a Jonathan para después dirigir su vista de nuevo a Emilia, y a Jonathan posteriormente, antes de que pueda decir algo el elevador abre sus puertas, esperando que Jonathan salga de primero con Emilia les sigo colocándome detrás de ella, antes de que el elevar cierre sus puertas nuevamente, me volteo, y la veo, no conozco quien es, pero presiento que conoce a Emy y por ahora, no quiero distracciones para ella, que recuerde como era su vida antes de llegar a nosotros y que quiera volver con su padre…
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— A tomar tu siesta reina — . Axel me recuesta en la cuna dejando un beso, la mejilla, luego se aleja buscando algo, después de unos minutos hace que tome el chupete que acaba de sacar de uno de los cajones.
Dejando que me arrope, cierro los ojos, esperando que salga del cuarto antes de moverme y sacar el chupete de mi boca, el hecho de que lo tenía que atrapar con mis dientes me resulta incómodo, al menos sabía que no me iban a regañar por despertar sin él… siempre que dormía se caía, así que no había mucho problema con que no lo tuviera, cuando despertara.