Manteniendo la cara de Emilia pegada a mi cuello, me muevo ligeramente. Ya había dejado de temblar, pero su llanto continuaba, podía sentir como sus brazos me apretaban firmemente. Meciéndola lentamente, intento hacer que se relaje, pero no sucede.
— Son las políticas del Hospital, Señor Jones — El técnico encargado de hacer la tomografía, réplica hacia Axel, quien gruñe en respuesta, dejándolo solo en la esquina de la habitación, se acerca hacia nosotros.
— ¿Crees que lo pueda hacer? —. Su pregunta sale con incertidumbre. Negando con la cabeza sigo arrullando a Emilia. La forma en la que el ataque de pánico la envolvió cuando estaba en plena tomografía nos devastó. El técnico había insistido en continuar, ya que según él era normal que algunas personas se pusieran nerviosas durante el procedimiento, pero Emy no estaba nerviosa, ella estaba sufriendo un ataque de pánico, uno grande.
— La tomografía es importante, con ella el doctor puede saber las cosas que pueden funcionar y las que no, así trabajará más rápido en su caso —. Uno de los enfermeros explica — De… —. Intenta continuar cuando, por fin, llega Nathanel.
— ¿Qué sucede aquí? —. Sus palabras salen confusas, voy a empezar a hablar cuando Emilia suelta un fuerte sollozo lleno de dolor. Indicándole rápidamente a Axel que se encargue, dirijo toda mi atención a mi bebe, quien, definitivamente, necesita de papi.
Escuchándolos hablar de fondo vuelvo a empezar el meneo que antes estaba haciendo para tranquilizarla, mi camisa se siente un poco húmeda por la parte donde Emy tiene su cabecita escondida, no la muevo, aunque sé que se encuentran en un lugar húmedo que la puede incomodar, evito agobiarla al cambiarla de posición.
Toda mi atención está en Emilia, cuando escucho al técnico hablar sobre las alternativas de la tomografía, ninguna.
— No —. Rechino, volteándome. — Por supuesto que no —. Negando con la cabeza pego más a Emilia a mí, en ningún momento detengo el meneo — No someteremos a Emilia a anestesia general por un simple examen —. Gruñó esta vez.
Soy consciente de la importancia del examen, pero no veía necesario tomar una medida tan fuerte, la anestesia general es un gran riesgo. Y definitivamente ni Axel ni yo estamos listos para decidir sobre algo tan… importante como lo es nuestra Bebita.
— Si ella no puede controlarse durante el examen, esa es la única alternativa —. La voz del técnico me irrita. Pero gracias a eso, tengo una idea.
— ¿En la cafetería venden sopa? —. Mi pregunta sale repentinamente haciendo que todos volteen a verme.
[ . . . ]
Tapando el biberón con el tibio caldo, me acercó a Axel quien tiene a Emilia recostada sobre su pecho, sus ojos siguen húmedos y aún puedo ver como unas cuantas lágrimas siguen formándose en ellos. Acercando la tetilla a su boca no peleo nada para que la tome. Mi princesa está muy mimosa. Haciendo pequeños rulos en su cabello con mis dedos, cruzo los dedos para que mi plan improvisado funcione.
Sonriendo levemente observo como sus ojos empiezan a cerrarse.
Suspirando de alivio me felicitó a mí mismo. Conozco bien a Emilia y sé que después de llorar, el sueño se apodera de ella, también sé que la sopa le da sueño y que si pasas los dedos sobre su cabello lentamente consigues el mismo efecto. Por lo que esperaba, que combinando aquellos tres factores el resultado fuera duradero, al menos hasta lograr terminar el examen. El cual, había logrado superar con éxito.