— No ha querido tomarlo, ¿verdad? —. Pregunto sin despegar la vista de la computadora. Sé que Axel a cada de entrar, y sé que trae el biberón que fue a darle a Emilia.
— ¡ No ! ¡ Incluso escupió la tetilla cuando logre meterla en su boca ! —. Su frustración hace que me ría un poco. — Y no parece importarle que tengamos que ponerle suero intravenoso para evitar que se deshidrate —.
— Lo sé —. Murmuro. Emilia había dejado de hablarnos desde que tuvo que usar su pañal un día después de ponérselo, se había avergonzado muchísimo cuando Axel se lo cambió, en cambio, yo había tratado de distraerla lo más posible en el momento. . . no lo había logrado.
— Está mal que se haya aguantado tanto las ganas de orinar ayer —. Hablo cerrando la computadora. — Pero ahora veo que no quiere tomar ningún líquido para evitar usarlo —.
— Sí, eso también pensé —. Axel suspira mientras bate lentamente el contenido del biberón. — No quiero ser tan fuerte con ella. . . a pesar de lo que está haciendo se está portando muy bien —.
— Si, lo sé —. Suelto dejando silencio en la habitación. — Estaba pensando que podíamos darle algún dulce o ponerle algo en la comida para que le dé sed —. Suelto mi idea, la verdad no me hacía sentir cien por ciento seguro, a Emy no le gustaban mucho los dulces y ponerle más sal o más pimienta en su comida me parecía cruel. . . ella solo estaba evitando orinar.
— No lo sé —. Axel cierra sus ojos. — Ella solo no quiere usar su pañal —. Axel se queda unos segundo viendo el techo antes de levantarse del asiento.
— Sabes que ya han pasado casi tres meses que está con nosotros, ¿ no ? —. Divago observándolo. — No le hemos dado ningún premio de buen comportamiento y demonios, al principio no se portó nada bien, pero últimamente lo ha estado haciendo como una campeona —. Es inevitablemente que el orgullo que siento no se escape de mi boca.
— Si —. Axel lanza una media sonrisa — Estaba pensando y. . . ¿ Recuerdas que Nathanel nos comentó que si todo salía bien en los últimos exámenes y si la psicóloga la aprueba su cirugía se programaría para dentro de dos meses ? —. Pregunta mientras yo asiento. — Bueno. . . estaba pensando que sería una buena idea irnos de viaje antes de la cirugía —. Increíble idea.
— Y el viaje será una buena excusa para consentirla hasta más no poder —. Suelto aprobando su idea
— Exactamente —. Axel sonríe en grande. A veces tenía unas ideas geniales. . . otras no tanto, pero esta definitivamente era una muy buena.
[ . . . ]
— Hermosa, ven conmigo —. Pido en dirección a Emilia cuando llego a su cuarto. Ella estaba a punto de caer dormida.
Billy, nuestro mejor amigo, había regresado al país después de un congreso en Inglaterra, y justo se encontraba en la ciudad, él había sido quien nos habló para venir a visitarnos y por fin conocer a Emilia. Aprovechando el inesperado plan, le comentamos que Emilia no había querido tomar ningún líquido en más de 24 horas, él por su parte nos dijo que iba a traer sus " cosas de doctor " y la revisaría.
Billy había llegado hace unos cuarenta minutos, y luego de charlar un poco con él, llegaba el momento de que conociera y revisara a Emilia.
[ . . . ]
— Dame tu bracito, Emilia —. Billy habla lentamente viéndola. Le habíamos dicho que hablara como normalmente lo hacía, aunque un poco más lento, Emilia lo entendería y si esto no sucedía nosotros estábamos para explicarle. Ahora, después de una pequeña pelea para que Emy no se escapara, al ver a nuestro amigo y un pequeño regaño después que Billy nos confirmara que estaba un " poco " deshidratada. Estaba a punto de colocarle una vía intravenosa, pero Emilia no se mueve, incluso creo que no se esforzó en siquiera ver que le estaba diciendo. Moviéndome frente a ella, hago una seña para que me vea.
— Tu brazo —. Repito lo que Billy dijo, ahora en lenguaje de señas, Emilia estira su brazo lentamente, a pesar de mantenerse callada y poco cooperativa con su biberón, aún sigue obedeciéndonos, un poco a regañadientes pero lo hace.
— Muy bien, Emilia —. Billy habla con ella mientras busca algo en su bolso. — Ahora sentirás un pequeño piquetito en tu mano, ¿ vale ? —. Emilia asiente cabizbaja prestando su atención en las manos de Billy, él por su parte destapa una aguja un tanto grande, Emilia al verla se estremece un poco, puedo jurar que está a punto de decir algo cuando veo como un rápido escalofrío pasa por su cuerpo, manteniéndose en silencio observa como la aguja traspasa su piel.
Cuando el suero empieza a gotear, se recuesta en el sofá con las piernas un poco dobladas pero sin llegar a posición fetal. Un lado de la camisa se levan cuando usa sus brazos como almohada, el elástico de su pañal y un poco de su estómago queda expuesto.
Cuando el ceño de Billy se frunce, me preocupo. — Emilia, necesito que te recuestes completamente recta —. Ella parece dudar un poco, pero al final hace caso a su petición. — Será unos minutos, ya casi terminamos —.