Nuestra Hermosa Melodía

Cap. 22

Lo habíamos logrado, fue emocionante saber que habíamos clasificado. Luego del evento, todos salimos a cenar por cortesía de nuestros padres. Ese día tuvimos una noche llena de risas y anécdotas por parte de todos.

Hoy, estamos practicando Linger, brindándole sus últimos retoques para las semifinales, las cuales son mañana. Según el profesor, las finales serían el mismo día de graduación, justamente entre la graduación y la fiesta. Si logramos clasificar, ese día será muy ajetreado, pero valdrá la pena.

—Bueno muchachos, acabaríamos ahí. Mañana nos veremos en el campo deportivo del instituto a las 16:30 para preparar todo, el evento es a las 17:00 y serán los últimos en presentarse. Eso sería todo el aviso. Hasta mañana.

Nos despedimos del maestro y fuimos a comer a mi cafetería favorita.

—Increíble, hacen excelentes batidos —admitió Jade mientras relamía sus labios.

—Les dije que es un buen establecimiento. Sabía que les gustaría.

—Siempre tendremos en cuenta tu opinión, tienes buenos gustos.

Asentí en respuesta y miré a Emma, disfrutaba su batido en completo silencio.

—Emma, estás muy callada —comencé a enlazar mi dedo índice con sus cabellos.

—Es que es tan delicioso —exclamó—. Pruébalo, tú sólo sabes pedir capuchinos. —Frunció el ceño y me extendió su batido de vainilla, levanté los hombros y comencé a tomar de su batido mientras miraba expectante, esperando una respuesta de mi parte.

—Es bueno.

—¡¿Bueno?! ¡Es delicioso!

—No soy muy fanático de la vainilla, prefiero el chocolate.

—Cierto —se levantó de su asiento y fue al mostrador para pedir un batido de chocolate.

Me obligó a beberlo. Admito que es delicioso.

—Este si es delicioso —sonreí.

—Deberías beber algo más que solo capuchinos, Dylan. Cafeína en exceso trae sus consecuencias —volvió a su asiento.

—Al igual que el azúcar.

—Pero tú, siempre tomas cafeína. Así que el que está mal eres tú —me señaló.

—Tal vez.

Luego de acabar nuestras bebidas, regresamos a nuestros hogares.

El resto del día transcurrió normal, hasta en mis últimos momentos de lucidez. Sus palabras siguen rondando mi cabeza.

“Soy muy vengativo, Dylan. La tendrás cuando menos la esperes.”

Allen es un peligro. Ya demostró que puede serlo, fue capaz de lastimar a Emma con el único fin de tenerla, ahora quiere venganza contra mí. Puede herir a mis seres queridos, puede meterse incluso con Emma para herirme a mí. Tengo miedo de él, tengo miedo de lo que pueda hacer.

 

 

Esa noche, no pude conciliar el sueño.

[…]

—Oye Dylan. Te veo mal, hombre ¿Qué pasó?

—No es nada, solamente no pude dormir ayer por culpa de la emoción —pestañeé un par de veces y dirigí la mirada al pizarrón.

—No creo que esa haya sido la razón Dylan —comentó Gwen.

—Chicos, valoro mucho su preocupación por mí, pero no es el momento. Ya acabaremos las clases y luego debo ir a prepararme para las semifinales —suspiré.

—Entendido, no volveremos a molestarte. Pero si quieres algún consejo, te escucharé —palmeó mi espalda y volvió a la clase.

—Yo creo que estaría de más decirlo, pero te aprecio bastante y no me quedaré de brazos cruzados mientras sepa que algo te angustia. Quiero apoyarte, pero tú no me dejas hacerlo, ya ni siquiera me dejas saber de ti —suspiró y regresó a su asiento.

Eso dolió y tiene toda la razón, últimamente la he apartado luego de haber sido una hermana mayor para mí, fui malagradecido.

La clase acabó y fuimos a la cafetería en completo silencio.

—Perdóname Gwen, no fue mi intención alejarme de ti. Pero he pasado por tantas cosas, tantos problemas y situaciones que no quiero abrumarte con todo eso, quiero que te preocupes por ti, por tu futuro y la relación que tienes con Zack. Nunca pienses que he dejado de quererte, idiota.

—Bueno, pero nunca olvides que si necesitas consuelo o alguien que te escuche. Estaré dispuesta a hacerlo.

—Lo tendré en mente.

Sonreímos y continuamos avanzando mientras Marcus seguía callado.

—Oye Marcus, ¿tienes algo?

—Eem, la verdad sí. Rompí mi relación con Evelyn —suspiró.

—¿Por?

—Al final, no éramos compatibles, ella prefirió dejar la relación. Dejó de sentirse feliz conmigo y creyó que era lo mejor.

—Lo sentimos Marc —comentó Gwen.

—No se preocupen chicos, no es culpa de ustedes. La verdad, también empecé a sentirme incómodo con ella, es…

—Simplemente no es tu tipo —reímos.

—Sí, eso. Pero siento algo extraño, siento un vacío dentro de mí.




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