NARRADO POR KEVIN
Mi corazón se detuvo. No sabía qué decir. Ella me miró y me tomó de la mano. "Escúchame", me dijo. "No podemos seguir así. Nos están vigilando. Necesitamos darnos un espacio". La palabra "espacio" me dolió más que cualquier golpe. El mundo se detuvo. Mis oídos no podían creer lo que estaban escuchando. Mi mente se llenó de un torbellino de emociones: rabia, tristeza, y sobre todo, miedo. Tenía miedo de perderla.
"No", le dije. "No quiero perderte".
"No me vas a perder", me respondió. "Te lo juro. Solo necesitamos un mes, o hasta que las cosas se calmen. Nos vamos a ver en la escuela, nos vamos a hablar, pero sin que nadie se dé cuenta. Es la única forma de que podamos seguir con nuestro amor".
Me quedé en silencio, mi mente estaba en blanco. No podía entender por qué. La ira me consumió, la rabia contra mi ex-novia me inundó, pero al mismo tiempo, sentí una admiración por Sullys. Por su fuerza, por su determinación, por su valentía. Ella no quería huir, quería luchar. Y yo, que me sentía tan perdido, tan solo, supe que ella tenía razón. En ese momento, en el silencio del pasillo, sellamos nuestro pacto. Nuestra relación ya no era solo un secreto. Era una promesa. Y la íbamos a cumplir.
El viaje de regreso a casa se sintió largo. Cada segundo era un recordatorio de la distancia que ahora nos separaba. Pero en mi corazón, una nueva esperanza había nacido. Sabía que Sullys estaría allí, esperando. Y yo, que antes me sentía tan solo, ahora sentía que tenía un propósito. Luchar por nuestro amor.