Nuestra pequeña

2

Escucho el despertador, esa maldita cosa siempre suena cuando estoy en la mejor parte de mi sueño, mi hermoso y dulce sueño.

Estiro la mano y la apago como puedo, con varios golpes, me cubro por completo con las frazadas y doy vuelta por toda la cama quejándome y gritando que tengo que levantarme, como si alguien pudiera escucharme, para variar debo ir al lugar que más odio en el mundo, fantástico.

Cuando me calmo, me siento en la orilla de la cama y toco mi guatita que aun esta plana... Sonrió sin poder evitarlo, estoy feliz, pero aterrada ¿Cómo más podría estar?

—Hola cariño ¿Amaneciste bien? —Hago pequeños círculos con mi pulgar— Me gustaría que nos quedáramos en cama, pero tengo una prueba a la que no puedo faltar —sonrió con pena.

Me levanto y arrastro mis pies hasta el baño, no es tan grande, pero si me he encargado de hacerla muy cómoda y perfecta para mí, me doy una buena ducha y me visto, un jeans, una de mis poleras rojas favoritas y unas botas que amo, las adoro.

Al salir del dormitorio camino hasta cocina y me sirvo un rico desayuno de huevos revueltos y leche, no soy la mayor fan de ella, pero no me quedan bolsas de té. No he ido de compras.

Subo a mi hermoso auto, que la fin me pude comprar, aunque no siempre puedo usarlo, la bencina no es lo más barato del mundo. y conduzco hasta el infierno.

Mientras voy por los pasillos siento las miradas de algunos alumnos, se corre el rumor de mi supuesto embarazo, pero nadie ha logrado confirmarlo. Tengo exactamente un mes y una semana según el ultrasonido que me hice, fue emocionante y raro a la vez, no sé cómo los doctores logran ver algo, por mi parte todo es borroso y manchas extrañas.

Las primeras clases pasan normales, más o menos, ya que miran si tengo un pequeño bulto en mi vientre. A la hora de almuerzo como siempre entro compro mi comida y salgo a sentarme al pasto, también aprovecho de leer, es más silencioso.

Pero mi dulce paz es interrumpida por el idiota, egocéntrico y co-capitan de equipo de fútbol William.

—¿Se te perdió algo? —le digo antes de que hable, aun mirando mi comida.

—No te hagas la chistosa, te veo en el gimnasio —iba a irse, pero volvió a mirarme— Y más te vale que aparezcas —me amenaza apuntándome con su dedo índice.

Jura que me intimida.

No le tuve miedo a mis tíos, mucho menos a él.

—Podemos ir juntos —Me paro y camino a su lado.

—¿Y qué me vean contigo? ni loco.

—Pero acostarte conmigo no te molesto —Acelero el paso antes de que conteste.

No estoy al mandado de él, pero tampoco puedo andar lo evitando como una mocosa inmadura solo porque negó a su hijo, prefiero enfrentar las situaciones en vez de escapar de ellas.

Al llegar a nuestro encuentro no veo a nadie, sin ánimos de estar parada saco un libro de mi mochila, mi hermoso Beautiful disaster,
de Jaime Mcguire .

—Como siempre la ratona de biblioteca leyendo.

—Espero que nuestro futuro hijo o hija también ame leer —toco mi vientre con cariño.

—Quita el nuestro de tu vocabulario—dice enojado apretando los dientes— Ese bastardo no es mi hijo, además no lo tendrás, vas a abortar —dice seguro de sí mismo.

Intento controlarme para no gritarle y pasar un mal rato, lo que menos deseo ahora es andar amargada y llorando por lo insensible que es.

—Es mi cuerpo, yo decido que hacer con el —me levanto y camino hacia la salida— Lo tendré quieras o no... y no te preocupes no le diré a nadie que eres el padre, por si te preocupa.

—No estoy para juegos —toma de mi brazo con fuerza.

Lo miro a los ojos con odio y el a mí.

—No estoy jugando, dijiste que no quería saber nada de mi hijo, ese es tu problema, si quieres ignora todo, como si nada sucediera, no te forzare hacer que lo reconozcas —intento zafarme sin resultado alguno.

—Si no fueras mujer.... —aprieta con más fuerza— Haz lo que quieras, arruina tu vida si quieres.

Jala fuerte de mi brazo y me tira al suelo.

Por instinto protejo mi vientre, apenas veo a Will salir, me levanto y reviso mi brazo, tiene sus dedos marcados, dentro de un rato estará muy rojo si es que no se pone morado.

¿Cómo pude meterme con ese animal?

Saco un chaleco delgado de mi mochila y me lo pongo para cubrir mi brazo.




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