Nuestra pequeña

7

—Me gusta este ¿Qué piensas tú?

Con Will estamos comprando algo de ropa de bebe, todo es tan bonito que es difícil elegir.

—Todo me gusta, todo es hermoso.

—Entonces llevémoslo todo —dice con simpleza.

—Estás loco... Por cierto te eh notado algo raro.

—Tengo un par o mejor dicho muchas cosas en la cabeza.

—¿Cómo qué?

—Sabes soy muy cercano a mi hermana, siempre nos contamos todo sin importar que....

—¿Le hablaste sobre mí? —lo miro a los ojos esperando un sí.

—Si lo hice... al principio se enojó por no contarle ¿Sabes? —sonríe divertido— Ella quiere conocerte.

—Si a ti te parece bien a mi igual.

—Gracias —me abraz — Ella es muy importante para mí.

—Escuchaste cariño, tu tía quiere conocernos —acaricio mi vientre.

Will se rodillas frente a mí y pone sus manos en mi vientre.

Qué vergüenza, las personas nos están viendo.

—Espero que tengas paciencia princesa, porque tu tía es muy loca e inquieta

BEN

Últimamente Emma ha estado ocupada, en distintas cosas, pero especialmente con Alejandro, el papa de Emily.

No es que no me alegre ver a Emma feliz ya que tendrá al padre de su hija a su lado, pero no puedo evitar sentirme enojado o hasta celoso que le dedique tiempo, yo quería ser un apoyo para ella..... Estar a su lado.

Al menos hoy día voy a poder estar con ella.

Hace unos días me pidió que decorara el dormitorio de Emily, cuando me lo pidió me hizo sentir especial de alguna manera.

—Hola.

—Hola, anda pasa —sonríe como siempre.

—Gracias por hacerlo, de verdad, no tenías por qué.

—Al contrario, gracias por pedírmelo.

—¿Quieres comer algo primero?

—No, mejor empiezo ahora, pero después si me gustaría algo.

—Te hare tu comida preferida.

—Veo que compraste todo.

—Si esta todo lo que pediste, ¿Qué harás?

—Eso es un secreto hasta que lo termine, asique señorita me entregaras la llaves del dormitorio y no entraras hasta que termine.

—Es injusto, quiero ver —digo como niña pequeña.

—Pues no lo harás.

Rie y se va a encerrar.

Malvado.

EMMA

Preparo algo pequeño para comer y voy a mi cuarto, estaba algo cansada.

Me cuesta mucho dormir por las tardes asique solo cierro los ojos. Tuvo que hacer pasado mucho tiempo porque Ben me estaba mirando desde el marco de la puerta con algunas manchas en sus manos y cara.

No lograba verlo muy bien ya que no podía abrir totalmente los ojos pero lo invite para que se acostara a mi lado.

No dijo nada y lo hizo, siento como la cama se hunde y acomoda mi cabeza en su pecho, lo último que siento antes de dormirme fue su mano rodeando mi cuerpo apegándome a él y un beso en la cabeza. 
...

No podía dejar de mirarlo se veía tan hermoso dormido, sin poder evitarlo acaricio su rostro que era muy suave y entierro mis dedos en su cabello.

Deseaba hacer eso desde ese día en la universidad.

Me quede observando sus labios en buen momento y solo deseaba juntarlos con los míos, no sabía si eran las hormonas por estar embarazada pero de verdad quería hacerlo.

Sus ojos se abren y me aparto un poco.

—Deja tu mano en mi cabeza es relajante.

No protesto y lo hago.

—Sabes —nos miramos a los ojos, me pone algo nerviosa, me alejo y me acuesto boca a arriba— leí por Internet que al cuarto mes puedo sentirla patear.

—¿Ya la sentiste? —se pune de lado acercándose a mí.

—No, pero sale que si hago presión en una parte de mi vientre puede llegar a moverse.

—Entonces hazlo, no esperes más —se ve entusiasmado.




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