Nuestra pequeña

20

KATY.

—Hermano —corro hacia a él— ¿Has visto a Emma? Tengo unas hojas que entregarle.

—No la he visto.

¿Qué sucedió ahora? Todo estaba bien.

—Iré a clases —se va sin decir más.

—Está bien.

Camino por ahí buscando a Emma pero no encuentro ni un rastro de ella ¿Cómo puede ser que una chica embarazada se pierda?

—¿Aún no la encuentras amor?

—Nop... Se hace tarde vamos a clases.

Pasa su brazo por mis hombros y caminamos hacia otro lado.

—Espero realmente que no estén peleados.

—Y yo.

—Lo sabremos cuando lleguemos a casa.

—¿Crees realmente que algo entre ellos funcione?

—¿Porque lo dudas?

—Es difícil despegarse del padre de tu bebe ¿No crees? Siempre va haber un sentimiento ahí.

—Pero ese sentimiento puede ser de distintas formas, el de Emma es solo porque es padre de su hija, pero nada más.

—Tal vez.

—Nada de tal vez, es así, Emma me dijo que ama a Ben y yo le creo.

—Solo espero que no se terminen dañando el uno al otro.

—No lo harán, mi corazón me lo dice.

O eso espero.

EMMA.

Ben está sumamente extraño y se por qué es, me vio abrazando a Will, quien sabe que se imaginó ¿Es que aún no entiende que solo lo amo a él?

Camino a casa todo está muy silencioso, vamos los dos solos porque Katy y Rodrigo decidieron salir juntos, a mí me parece que se dieron cuenta que pasa algo extraño y se arrancaron.

—Te amo —suelto de pronto.

Deja de mirar el camino para verme a mí con sorpresa.

—¿Qué?

—Que te amo ¿Me amas?

Mira hacia el frente sin decir una palabra.

—¿Que sientes por Will?

—Depende el momento, a veces felicidad después rabia, enojo, tristeza, depende de cómo se comporte.

—Sabes que no me refiero a eso.

—¿Aún dudas lo que siento por ti? ¿Solo porque lo abrace?

—¿Sabías que estaba ahí?

—Sí, quiero a Will como el padre de mi hija pero nada más.

—No sabes la rabia que me da verte con el —golpea con fuerza el volante.

—Pero confía en mí.

—No es eso....o tal vez sí, pero también cuando estas con el cambias tu forma de ser.

—No lo amo Ben, te amo a ti ¿Me amas?

—Emma.

—¿Me amas? —vuelvo a insistir.

Silencio total.

—Acepte verte como el padre de Emily, vivimos juntos ¿Y aun dudas de mí?

—Dudo de él.

—Hagamos algo, si debo ver a Will estarás presente a menos que inevitablemente no pueda ser así.

No me había dado cuenta que ya habíamos llegado, Ben se baja y da la vuelta al auto para abrirme la puerta.

—¿Él te dijo lo que siente por ti?

Caminamos hasta el ascensor y esperamos a que baje.

—Según él, me ama, pero no es así Ben, el solo ama la ilusión de una familia que no tiene.

El ascensor llega y nos subimos. Estamos solos.

Ben se gira y me arrincona en una pared.

—Los celos me matan.

—Crees que a mí no cuando las chicas te miran toda la mañana.

—Yo solo tengo ojos para ti.

Levanto mi mano y la apoyo en su mejilla.

—Los míos están solo para ti, te lo puedo jurar.

—No lo jures, te creo.

Apoyo un par de segundos mis labios sobre los de él.

—¿Me harás volver a preguntar?

—¿Qué cosa?




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