Otro nuevo día se levantada para darnos la bienvenida a lo que sería un grandioso día, los buenos días nunca faltaban, preocupación, ambos hacíamos cosas y nuestro tiempo era reducido para conversar, cuando no podía responder; un mensaje de disculpa siempre llegaba, eso lo hacía súper tierno por el motivo de que él no había hecho nada malo.
Poco a poco el interés comenzó a surgir, estando atreves de una pantalla podía hacerme sentir mil emociones por minuto, conversar se hizo una rutina diaria y no molestaba era agradable.