Nuestra promesa de siempre

01|El roce de tus labios

Alistarme para una fiesta, no me había resultado una actividad tan agobiante. El hecho de haberlo invitado a él, lo cambia todo, lo pone todo patas arriba.

Una vez que lo ví, frente a mí tan igual que antes, no pude evitar pensar que una razón había. Si en tres años no nos habíamos encontrado viviendo en la misma ciudad. El hecho de que de repente nos encontremos pudiera ser una señal. El hecho de las mariposas revoloteando dentro de mí, es la prueba de ello.

Esa tarde al llegar a mi casa, usé mis contactos para recuperar su número telefónico. No tardé en enviarle un mensaje al WhatsApp.

Que estaba nerviosa, por supuesto.

Puesto que fue él que tuvo la iniciativa de terminar la relación, luego volvió arrepentido. Pero mi orgullo le dijo que no. Me negué a aceptar sus disculpas. Por ello tomamos distancias, por ello no nos volvimos a ver.

Que ahora, luego de tres años en los que como he podido ver nos hemos reconstruido de buena manera. Yo, por mi parte he creado esa juventud que siempre quise tener. Renovar la comunicación, que yo decida renovar la comunicación me causa nervios por si el no la acepta. Por si quedo mal ante su perspectiva.

Bueno.

Quien no arriesga, no gana.

Pero lo hice. Y salió bien.

Hoy, sábado dieciséis de marzo, es la fiesta de cumpleaños de una compañera del instituto. Saldré en unos pocos minutos con Aynala, mi mejor amiga. La más atrevida del grupo, esa la que es morena de ojos negros y cabello rizado, junto a mi hermana gemela Brianna que se encuentra alistándose en el baño y Danyel, al que me he tomado el atrevimiento de invitar.

Me he tomado la habitación que compartimos Brianna y yo, para mí sola.

La cama está hecha un caos llena de vestidos y prendas que podría ponerme mientras sentada en un taburete frente al espejo me esmero al máximo en maquillarme. Suelto el cabello que tenía recogido y decido que se verá mejor suelto sobre mis hombros.

Dos toques en la puerta me sobresaltan.

-¡Estoy lista!-vocifera Brianna desde el otro lado. Mis nervios aumentan porque no les he contado que he invitado a Danyel.

Miro por última vez la cama y los conjuntos que yacen sobre ella. Resoplo con cansancio. Me decido por ese azul, que enmarca tan bien mi delgado cuerpo. Voy hasta el armario y saco de él los tacones plateados que combinan a la perfección con el vestido que he elegido, y aunque son los más altos que tengo, no reprocho.

Tengo que estar cautivadora.

Me miro en el espejo que refleja mi cuerpo completo, sonrío por el resultado.

-Hora de salir.
 

***
 

Una vez que hemos bajado en el ascensor, salimos al exterior. La brisa del atardecer revuelve nuestros cabellos mientras nos dirigimos hacia la casa de Aynala, donde esperaré a Danyel.

Brianna se ha puesto un pantalón ajustado negro con un top del mismo color, lleva su cabello castaño recogido en una coleta alta y grandes argollas, también calza botines negros de tacón alto.

Toda una diva.

-Mira que se han esmerado en ponerse hermosas. Ya pareciera que esta es la última fiesta a la que asistirán-expresa Jimmy, el novio de Aynala cuando nos abre la puerta.

Aún vamos temprano para la fiesta por lo que tomamos asiento.

-Aynala aún se alista. Si ustedes se demoran frente al espejo, imaginen ella-bromea.

Desde que Aynala y Jimmy iniciaron la relación, lo conocimos. Es un muchacho agradable, algo gordito pero guapo, cabello negro, ojos claros, de piel blanca.

La combinación perfecta para nuestra morenita.

Miro mi móvil, en la espera del mensaje de Danyel de que ya se encuentra en camino. Aynala se acerca a nosotras con su maravilloso vestido verde que apenas le cubre los muslos.

-Te robas el show. -expreso en su dirección.

-Vengan tomémonos una foto. 

 

***
 

Danyel me ha pedido que salga a la esquina para poder orientarse mejor sobre mi ubicación. Es lo que hago. Aynala me asegura que una vez que halla terminado de alistarse nos alcanzará. Brianna se queda con ellos.

Me abrazo a mí misma por la brisa. Los altos edificios a mi alrededor lo apaciguan un poco, pero no evito que mi cabello se haga un completo caos. A lo lejos distingo la figura de Danyel. Viene hacia mí con ese caminar característico, como si fuese todo lo que alguna mujer quisiese. Y no dudo de ello.

Los nervios suelen sacar mi voz ronca, así que solo sonrió cuando llega a mi, me tomo unos segundos para analizarlo. Aún conserva su cabello rubio con rizos. Y su cuerpo está aún más desarrollado que antes por su afición por el fisicoculturismo. Presiento que por los nervios tampoco va a mencionar palabra alguna. Le reprimo una sonrisa para apaciguar la tensión del ambiente. Entonces me jala hacia él y me abraza.

Todo el calor que desprende su esbelto cuerpo es absorbido por mi cuerpo que acepta gustoso el aroma de su perfume. Apoyo mi cabeza en uno de sus hombros mientras sus manos afianzan el agarre en mi cintura y con mis manos rodeo su cuello.

He extrañado tanto esto.

El contacto de nuestros cuerpos, me transmite tanta paz. Es como si estuviese perdida y he encontrado después de tanto tiempo vagando, el camino a casa.

Suspiro su aroma y me da la impresión de que mi cuerpo empieza a temblar bajo su tacto. Tomo distancia a pesar de querer permanecer bajo sus caricias toda la noche. Aynala y Jimmy acompañados por Brianna se hacen visibles a medida que avanzan hasta nosotros.

Les miro maravillada. Aynala se ha maquillado a la perfección. Siempre con su talento tan notable. Y a pesar de la alegría que carga el ambiente, Brianna reprime lo que parecen ser sus pensamientos y no hace más que asentir con la cabeza a modo de saludo a mi invitado. Aynala se acerca y le da un apretón. Danyel suelta una sonora carcajada. Oírlo reír me transmite miles de emociones.

Jimmy que no lo conoce, se acerca y le estrecha su mano.




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