Nuestra Segunda Oportunidad. Saga: Nyc N° 3

Capítulo 58

Después de dejar a los pequeños, Ehan fue a dejar a Hanna a la empresa ya que él tendría que cubrir la presidencia en las industrias Hilton. Estaba un poco preocupado por no poder acompañarla en ese día, pero sabía que su chica sabría qué hacer.

En lugar de dejarla en la entrada principal del edificio, Ehan entro por el estacionamiento para tener más privacidad.

—Gracias cariño.

—Vendre a recogerte para ir a almorzar, y llevar a los gemelos a casa.

— ¿Seguro que Cony no tiene inconveniente en cuidarlos?

—Claro que no. Ella fue mi nana y ahora lo será para mis hijos. Está encantada con la idea. Además, estarán más seguros en casa que en la guardería de la empresa.

—Tienes razón— le dio una sonrisa— gracias por traerme, nos vemos en el almuerzo.

Hanna tomo su bolso y cuando le iba a darle un beso de despedida, Ehan se adelantó tomando su rostro e introduciendo directamente su lengua en su boca besándola con ardor y ansia, Hanna al principio quedo un poco descolocada pero rápidamente le contesto con la misma pasión y entusiasmo.

Estaban en un lugar público y cualquiera podría verlos en el estacionamiento, pero como siempre...no les importaba.

Los dos lo disfrutaban con demasía. Cuando finalizaron, Hanna se quedó totalmente colorada mientras trata de recuperar la respiración.

—Desde que salimos de casa deseaba hacer eso— le dio un pequeño último beso— que pases un buen día, mi amor.

Hanna asintió con la cabeza, todavía un podo desorienta y bajo del vehículo tratando de controlar la sonrisa en su rostro.

Se despidió de el con la mano y subió por el ascensor más alegre de lo que esperaba, Ehan siempre sabia como sacarle una sonrisa y ese día no había sido la excepción. Al llegar a su piso. Trato de aparentar serenidad pero todo el mundo se giraba a observarla y comenzaba a hacer lo que más odiaba...a susurrar entre ellos.

Estaba consiente que eso pasaría ya que muchos todavía no superaban el shok inicial de enterarse que Ehan y ella están juntos. Fueron meses donde todos creían que entre él y Sarah había algo y cambiar esa imagen llevaría tiempo.

Cuando llego a su escritorio, se dio cuenta de un arreglo de rosas la estaba esperando, se acercó a este y lo observo con cuidado y alegría. Sabía exactamente de quien eran.

Tomo las flores y busco la tarjetita con emoción, ese era posiblemente uno de los detalles más tiernos que alguien le había hecho.

"Te amé. Te amo. Y te amare por siempre."

Ehan

Nueve palabras habían bastado para derretirla totalmente.

— ¡Ya llegaste!— dijo Vanessa llegando rápido hacia donde estaba Hanna— ¡Oh Por Dios! Desde que vi al mensajero colocarlas en tu escritorio me moría por ver cuando llegaras. ¿Quién te las manda? ¿Es el jefazo verdad?

—Respira chica— bromeo Hanna al verla más emocionada que ella— Sí, son de él.

—Esto es tan romántico, es mejor que una novela mexicana.

— ¿Si son del jefe?— pregunta Carly, llegando a su lado sin saludar.

—Sí, son de él — respondió Vanessa emocionada.

— ¡OMG! Lo sabía, ya quiero que llegue el jefe y vea tu cara, Hanna.

—Oh...No, chicas, Ehan no vendrá hoy. Tiene asuntos pendientes en las oficinas de las empresas Hilton.

—Ósea... ¿Qué no se verán hoy?, que triste.

—De seguro ira a visitarte por noche— dijo Vanessa.

Hanna las observo un poco confundida hasta que comprendió lo que ellas querían dar a entender.

—Eso no será necesario, Ehan y yo estamos viviendo juntos. Él fue quien me vino a dejar esta mañana.

— ¡¿Que?! Espera, tú y el jefazo ¿Viven juntos? ¿Desde cuándo?

—Oficialmente... desde ayer, pero llevamos así desde hace unas semanas.

— ¡Por Dios! es muy impresionante. Todavía no puedo creer que lo hayan ocultado por tanto tiempo—afirmo Vanessa— Pero... ¿Es cierto lo del compromiso?

—Sí que sois cotillas— Dijo Hanna cruzando de brazos sobre su pecho y observando a las dos chicas.

—Es curiosidad sana— defendió Carly— después del torbellino de mentiras de Sarah ya nadie sabe que creer. Pero según el periódico, en una entrevista que Ehan concedió el sábado por la noche, el confirmo el compromiso entre ustedes.

—Solo les puedo decir...—guardo silencio mientras observaba como las chicas se desesperaban— les puedo decir... que la boda es dentro de mes y medio.

El grito que pegaron las chicas fue lo suficientemente fuerte para que todo el piso girara a verlas, comenzaron a felicitar a Hanna emocionadas. A pesar de que nunca había sido amigas íntimas, siempre se habían llevado bien. Además de que todas la admiraban por haber puesto a Sarah en su lugar.

Después de las felicitaciones y una que otra pregunta se dispuso a iniciar con su trabajo. Ese día estaba resultando mejor de lo que imaginaba, pero como era de esperar, en esa empresa las noticias se esparcen como fuego y varios de sus compañeros ya la habían felicitado por su compromiso.



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En el texto hay: hijos, celos, amor

Editado: 07.02.2019

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