Nuestra Segunda Oportunidad. Saga: Nyc N° 3

Capítulo 3

—Te vez hermosa— le dijo Ehan a Giselle en un susurro una vez llego cerca de ella.

—Yo siempre me veo hermosa, cariño— aseguro con una sonrisa.

La cena se llevó a cabo según lo planeado y sin ningún contratiempo. Al pasar al salón grande, Giselle se alejó un poco de Ehan para hablar con Marco, ellos siempre han sido amigos, desde pequeños los tres siempre se han llevado bien.

Esa noche Giselle lo observaba un poco triste, no entendía porque su amigo estaba así, ella trato de hacerlo hablar pero Marco no le decía nada de lo que le ocurría.

Ehan aprovecho ese momento para preparar todo, dio la señal para que repartieran champán por la fiesta y llamo la atención de todos los invitados.

—Gracias por su atención— comenzó a decir Ehan ante la mirada de todos, nadie sabía lo que esa noche ocurriría— esta noche los he reunido aquí con un motivo— Dijo mirando a todos— Giselle— la llamo entre los invitados.

Ella no sabía que sucedía ya que nadie le había dicho nada; ella sorprendida camino hacia Ehan ante la mirada de todos y tomo la mano que esta tenia extendida para ella.

—Sé que tal vez es muy pronto; pero no quiero esperar más para esto— aseguro antes de arrodillarse y sacar el anillo de su chaqueta dejando a todos los presentes atónitos.

— ¿Quieres ser mi esposa Giselle McDaniels?

Ella estaba sin voz debido a la impresión, Ehan le estaba pidiendo casarse con ella.

—Sí, sí quiero— acepto eufórica, Ehan se puso en pie y le coloco el anillo antes de besarla.

Todos los invitados felicitaron a la feliz pareja.

Ehan estaba feliz de su decisión, tarde o temprano lo haría y de esa forma evitaría que Giselle quiera ir a controlarlo a la Universidad.

Alexander y Nick se acercaron a su amigo.

—La verdad nunca pensé que lo harías— bromeo Nick palmeándole la espalda.

—Déjalo Nick, ya mucho hizo echándose el lazo al cuello por sí mismo— rió Alexander.

—Déjense de bromas chicos—dijo Ehan, — Además, Giselle es hermosa y eso no lo pueden negar— aseguró con una sonrisa observando a su prometida al otro lado del salón hablar con su hermano.

—Eso no te lo niego— dijo Nick— pero prefiero a las castañas.

—Mientras que no te fijes en la hermana de Alex no hay problema— bromeo Ehan guiñándole un ojo a Nick, él había notado cierto interés de su amigo en Amanda Harrison.

—Amanda esta fuera de su alcance chicos— dijo Alex molesto— además, cuando estamos borrachos, ni notamos el color de pelo.

Los tres rompieron en carcajadas; parecían idiotas riendo sin ningún pudor entre varias personas de poder.

—Hola chicos— saludo Giselle llegando al lado de Ehan— les quería robar a mi prometido un momento— dijo cortes.

—No hay ningún problema— dijo Nick.

Ehan y Giselle se alejaron de todos para hablar un momento.

Ella no podía describir como se sentía por la sorpresa, todo había sido mejor que como lo había soñado, y sabía que ellos serían muy felices. Eran perfectos el uno para el otro, ella era la persona ideal para él; sería una buena esposa y su familia y la de él se unirían en los negocias antes de lo previsto.

—Gracias por esta sorpresa— le dijo ella mimosa.

—Me alegro que te gustara— dijo Ehan con una sonrisa, todo estaba saliendo perfecto.

—A cualquier chica le encantaría recibir este diamante Ehan— dijo elevando su mano enseñando su anillo de compromiso.

— ¿Solo el diamante?— le preguntó Ehan enarcando una ceja.

—Claro que no tontín— dijo tomándolo de las solapas del traje—tu eres la mejor parte— aclaro ella besándolo en los labios.

Ehan sabía que no era una relación perfecta pero podría funcionar, además de los beneficios económicos y la química entre ellos tal vez logren ser muy felices

Dos semanas después. Nick arrastro a Ehan y a Alexander a un viaje como solteros.

Obviamente a Giselle no le gustó mucho la idea pero ella sabía que no habría forma de evita que ellos fueran.

Durante ese tiempo a solas. Giselle pensó sobre inscribirse a la universidad junto a Ehan, pero decidió que no seria necesario, ese hombre era suyo y el anillo que lleva en la mano lo demostraba, no necesitaba ir a la universidad si su esposo ganaba lo suficiente para ambos.

Cuando ella le dijo a Ehan que no se inscribiría ese semestre, el fingió ponerse triste, la verdad ya se lo esperaba, el conocía muy bien a su chica, se podría decir que hasta la quería pero de momento amaba a su soltería.

El regreso a la Universidad fue lo mejor, volver a su ambiente si ninguna otra preocupación, únicamente él y sus mejores amigos estando en clases de día y de fiesta en las noches.

El lunes por la mañana, su alarma sonó despertándolo; cuando el levanto la mano para apagarlo noto la hora.

— ¡Demonios!, me quede dormido— dijo levantándose rápidamente de la cama y saltando a la ducha.



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En el texto hay: hijos, celos, amor

Editado: 07.02.2019

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