Nuestra Segunda Oportunidad. Saga: Nyc N° 3

Capítulo 26

Una semana había pasado y Hanna Kelly se sentía más inútil que el aire acondicionado en las motocicletas.

No sabía que le ocurría a Ehan pero era como si fuera una persona totalmente diferente y eso no le gustaba.

El nuevo Ehan la ignoraba la mayor parte del tiempo; le encargaba tareas simples y la trataba como si fuera nada indispensable para él.

Y la otra parte del tiempo pasaba en las oficinas de la empresa Hilton.

Desde que él y Sarah empezaron a salir todo cambio, ella sabía que le había dado bandera libre con Sarah pero eso no significaba que la ignorara. Con los gemelos era el mismo; era un padre tratando de conocer a sus hijos y establecer un vínculo con ellos pero con ella...

¿Cómo podía ser tan diferente con ella cuando con sus hijos era igual? ¿Qué había pasado?

Miles de preguntas se agolpaban en la mente de Hanna pero no encontraba ninguna respuesta.

Sera que... ¿Ehan al fin se dio cuenta de los mundos tan distintos de los que proceden? Al final de cuentas ella no es más que la pobretona que se enamoró de un Hilton.

Ese día era martes y ella no soportaba seguir en las sombras, callada; no había nadie con quien ella pudiera conversar sobre esos temas; Sebas estaba descartado por que...

¿Cómo le explicas a tu esposo que estas molesta por que tu ex no te presta atención porque está saliendo con tu mejor amiga?

Es imposible.

Las únicas veces que han hablado han sido referentes a la empresa o a los gemelos.

Ehan le dijo que quería esperar para reconocer a los gemelos ante la ley para qué no fuera muy brusco su cambio de apellido.

Ella estuvo de acuerdo pero ese cambio de acción la dejo preocupada. Ehan la había presionado tanto para que reconociera a sus hijos ante la ley lo antes posible pero ahora se echó para atrás.

¿Se habrá arrepentido de querer formar parte de la vida de los gemelos?

Tal vez estaba exagerando las cosas pero su actitud la llevaba a pensar lo peor. .

Ella se encontraba estaba sentada en su escritorio en BiTec mirando fijamente la pantalla cuando el teléfono interno sonó y su jefe la llamó a su oficina, se levantó dispuesta a no soportar más y pedirle explicaciones a Ehan; las cosas no podían seguir así.

Tomo su agenda y camino hacia la oficina y entró sin llamar, cerró la puerta y se acercó con paso decidido al escritorio.

—Necesitó que organice una reunión con el gerente de recursos humanos y con James Thomson para esta tarde— dijo sin ver a Hanna.

— Esta bien Señor Hilton. ¿Algo más? — le pregunto esperando que al menos la observará.

—Nada, se puede retirar Señorita Kelly.

—Antes de retirarme señor, me gustaría un par de minutos con el padre de mis hijos.

Esas palabras dejaron estático a Ehan antes de levantar la mirada y observar a Hanna ante a él con los brazos cruzados.

Él ha tratado cada día de tener el mínimo contacto con ella y verla en ese instante frente a él con esas estúpidas faldas de lápiz que no lo dejaba pensar, no era bueno.

Mantuvo su expresión sería tratando de mostrar indiferencia a lo que ella le decía.

—Estás hablando con él— dijo irónico.

—Eso no es cierto. Estoy hablando con el Señor Hilton, el dueño de toda la empresa y el cual ha estado ignorándome toda la semana. Yo quiero hablar con Ehan, ese que no me trata como si le estorbara...

—Jamás te he tratado así— se levantó Ehan molesto. ¿Cómo podía pensar eso? ¿Acaso no se daba cuenta que la amaba más que a nada? Él había decidido apartarse para que ella fuera feliz con ¡su marido!, había empezado a salir con una mujer para que ella se diera cuenta que su cambio iba de verdad, y de atrevía a decir ¿Qué le estorbaba?

¡Menuda Mierda!

— ¡Claro que sí! Toda la semana llevas evitándome desde que has empezado a salir con Sarah. ¡Por Dios Ehan! No soy estúpida...

—Sé que no eres estúpida pero estas viendo cosas que no son. Últimamente te trato como trataría a cualquiera de mis exs...

— ¿Ignorándome? ¿Esa es tu solución?

— ¿Y qué quieres que haga? — Dijo rodeando el escritorio y acercándose molesto a ella— Estas casada Hanna. Pero lo peor es que yo sé que sientes por Sebas lo suficiente para no dejarlo...

—Lo amó Ehan...

—Mentira— siseo entre dientes, pero se arrepintió al instante. El y Hanna se encontraban metidos en un círculo vicioso de discusiones. Se enojaban, discutían y se tentaban...

— ¿Disculpa?...

—Tú no lo amas— dijo el negando con la cabeza, esa conversación no era buena para ninguno de los dos pero...estaban solos. No había nadie y podía tener una pequeña probada del amor de su vida y de paso hacerla entender su conducta.

Ehan sonrió para sus adentros, tal vez esa discusión seria más interesante, ¿Qué tanto podría empujar a Hanna hasta que se lanzara a sus brazos?



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En el texto hay: hijos, celos, amor

Editado: 07.02.2019

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