Nuestra Segunda Oportunidad. Saga: Nyc N° 3

Capítulo 37

La película fue algo divertida.

Entre los gemelos adivinando que pasaría y el sosteniendo la mano de Hanna a escondidas, el tiempo se fue volando.

La película terminó y los chicos no terminaban de saltar y contar sobre lo que habían visto. Ehan no dejaba de impresionarse por la energía que demostraban.

El trato de tomar la mano de Hanna, pero esta lo evito y agarro a los pequeños. Eso lo dejo un poco confundido, pero no le quería preguntar frente a los niños.

Salieron del cine y caminaron hacia el estacionamiento sin notar una que otra persona que los estaba observando.

Antes de llegar al auto. Ehan los convenció de ir por un helado a Central Park. Los gemelos no dudaron en decir que sí y Hanna acepto un poco a regañadientes.

A ella le gustaba estar con Ehan, pero no quería que la situación fuera muy violenta para los niños. Acababan de perder a Sebas y tal vez la intromisión de Ehan en sus vidas era muy prematura.

Tal vez todo eso se estaba dando muy rápido. El escuchar a Matt llamar papá a Ehan la alegro, pero al mismo tiempo la ha dejado con diversos sentimientos encontrados.

Lo que Ehan y ella estaban haciendo... ¿Estaba bien? ¿Era muy rápido? ¿Podrían confundir a los gemelos?

Todas esas preguntas se encontraban en su cabeza haciéndola dudar sobre sus acciones. Ya no era una jovencita enamorada, ahora era madre de familia y debía poner el bien de los gemelos, ante todo.

— ¿Estás bien? — le presunto Ehan cuando pararon en un semáforo. Ella iba tan absorta en sus pensamientos que no se dio cuenta que estaban cerca del parque.

— ¡Si! Estoy bien... es solo... —soltó un suspiro— gracias por lo de hoy. Ha sido un gran día.

Ehan le regalo una sonrisa de lado y ella se quedó un momento atontada. Amaba cuando él hacía eso.

La compra de helados posiblemente fue lo más graciosos de todo. Cuando la familia se acercó al carro, tanto los gemelos como Ehan pidieron sabor pistacho. Hanna solo los observaba con asco y pidió uno de chocolate. Ella ya conocía los gustos de sus hijos, pero posiblemente era la primera vez que comía helado con Ehan.

— ¡Eso chicos! ¡Denme esos cinco! — dijo el, feliz a los gemelos chocando sus manos. Cada vez le encantaba más descubrir lo parecidos en gustos que eran sus hijos y él.

—No puedo creer como te gusta esa cosa verde— le dijo Hanna arrugando la nariz, a ella jamás le había gustado que los gemelos comieran de eso. Sentía que su sabor era raro.

—Es delicioso Hanna. Tú deberías de probarlo algún día.

— ¡Ni loca! Su sabor es raro.

— ¿Sabes? Cuando era pequeño, mamá siempre regaña a Cony porque me compraba un bote de pistacho solo para mí.

Llegaron al área de juegos y los gemelos corrieron para subirse al tobogán.

— ¡Cuidado! —Grito Hanna al ver a Matt jalar a Dony para subirse primero — ¡Mathew Kelly! ¡No empujes a tu hermano!

—Está bien mamá— dijo el pequeño bajando la mirada.

Ehan tomo a Hanna del brazo y la llevo a una de las bancas que estaban desocupadas.

— ¿Sabes? — Dijo Ehan acercando su boca al oído de Hanna— Me parece Sexy cuando te pones toda mandona.

— ¡Ehan! — lo reprendió empujándolo mientras comenzaba a reír.

— ¿Que? Es la verdad— dijo encogiéndose de hombros— es tan cierto como que el helado de pistacho es mejor que el de chocolate.

—Lo siento. Pero me quedare con el de chocolate.

—Vamos cariño, pruébalo— dijo Ehan tomándola de la cintura y acercándole el Helado — no te arrepentirás.

—Ehan... espera— dijo ella quitando la mano de él y alejándose un poco.

Esa actitud esquiva lo molesto. ¿Qué ocurría? ¿Por qué se alejaba de él?

— ¿Que sucede Hanna? Desde que salimos del cine, estas un poco rara, primero no me quieres dar la mano, después me evitabas y ahora... ¿Ni siquiera puedo tomarte de la cintura?

—Yo... escúchame Ehan. Tú escuchaste como te dijo Matt en el cine...

— ¿Acaso te molesta que me dijera papá? — dijo Ehan con el rostro horrorizado. Uno de los momentos más importantes de su vida y Hanna no estaba de acuerdo.

—No Ehan. Claro que no me molesta; es solo que... yo... ¡Estoy asustada! Si. En ese momento me di cuenta de que tal vez estamos apresurando las cosas. Por mucho tiempo, Sebas había sido el único padre que habían conocido y ahora...— ella tomo aire para terminar su oración— ahora estás tú en sus vidas y...y está bien, pero no quiero que todo esto sea muy brusco para ellos

—Hanna...

—Déjame terminar. Yo... solamente no quiero confundirlos con esto que... bueno, con lo que sea que tengamos— término de decir Hanna con el ceño fruncido.

Ella había tratado de evitar el ponerle nombre a lo que Ehan y ella eran.

¿Eran Novios?

¿Eran Amantes?

O simplemente dos adultos que les gusta disfrutar con el otro.



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En el texto hay: hijos, celos, amor

Editado: 07.02.2019

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