Nuestro amor está muerto | Baeksoo

Capítulo 2.

La realidad es aquella existencia verdadera de algo o de alguien y una invención es lo que se crea. KyungSoo afirmaba la existencia de BaekHyun, todos los demás lo negaban y decían que su imaginación lo había creado. Siempre esa había sido la respuesta, aunque había ido subiendo de nivel; al principio era solo un amigo imaginario y se observaban a lo lejos, luego fue un invento o "cura" de su soledad; el señor Do le mencionó eso a su esposa explicándole que pasaban mucho tiempo fuera, finalmente decidieron—bueno, solo uno decidió— que Kyung padecía esquizofrenia. Y aunque fuera contradictorio a lo anterior, ¿Por qué BaekHyun parecía ser lo único real en la vida de Do KyungSoo?

—¡Eres muy lento! —chilló el menor entre risas.

BaekHyun se zambulló en el agua con sus ojos abiertos y comenzó a bucear. KyungSoo intentaba verlo, pero lo había perdido de vista y cuando quiso sumergirse en el agua, unas manos lo sujetaron de la cintura impidiéndoselo.

—Te atrapé.

KyungSoo se apoyó en el pecho del mayor. Le fascinaba estar con su novio a solas y el lugar al que BaekHyun lo había llevado está ocasión era increíble. Estaban en un oasis. El sol les quemaba y el agua los refrescaba, la arena ardía debajo de sus pies, pero lo valía. BaekHyun pasó sus manos por el abdomen de su pareja. En la tranquilidad del agua, nada les incomodaba.

—¿Quieres salir antes de convertirte en una pasa? —comentó burlesco el mayor.

KyungSoo viró los ojos, divertido. —Sería una sexy pasita.

—No lo dudo. —BaekHyun comentó mordiéndose el labio inferior y viendo como KyungSoo salía del agua.

Sentados sobre las toallas admiraron el paisaje.

—¿No te es familiar este momento?

—No quiero pensar en ello.

BaekHyun vio el sereno rostro de su amante; admirando su calma mientras él moría por dentro. O quizá KyungSoo también sufría, pero prefería ignorar los sentimientos negativos y disfrutar de aquella soledad compartida entre sus dos almas. BaekHyun tomó la mano del menor, entrelazando sus dedos y pensando en cómo sus propias vidas se entrelazan. Había un inicio y un final. ¿De qué parte estaban más cerca?

—Si yo hubiera respondido, no hubieras tenido el accidente y no estarías internado.

Una de esas era mentira.

—Deja de culparte, Baek. Yo fui irresponsable.

Y él sabía el engaño.

—No puedo seguir viéndote en ese lugar, Soo. Las pastillas te harán daño.

Eso era verdad.

KyungSoo se hundió de hombros. —Me haría más daño tu ida.

Y eso una confesión desde el fondo de su corazón.

Byun estaba entre la espada y la pared. Si se quedaba en la vida de Kyung; el resto del mundo lo dañaba, si se iba de su vida también lo lastimaría. ¿Qué estaban pagando ambos? ¿Los secretos y mentiras de quién? ¿Cuánto más resistirán?

BaekHyun se acercó y abrazó al menor con todas sus fuerzas.

—Entonces, me quedaré contigo.

KyungSoo le correspondió el abrazo. —Gracias.

Se quedaron abrazados hasta que anocheció, entre caricias se iban quedando dormidos, aunque uno de ellos luchaba consigo mismo para evitar caer en los brazos de Morfeo.

—Debes de estar cansado, Soo.

KyungSoo negó suavemente con la cabeza.

—Duerme. —susurró el mayor.

—Si duermo todo lo que está aquí desaparecerá; incluyéndote.

—Sabes que eso no es cierto, bebé. Yo siempre estoy contigo.

KyungSoo achinó sus ojos. —¿A dónde vas cuándo desapareces?

BaekHyun volteó a verlo. —¿A qué te refieres?

—No siempre te veo... —Se llevó el dedo índice a la boca y comenzó a morder su uña denotando nerviosismo. —¿Qué tal si eres producto de mi imaginación? ¿Si eres una invención mía?

—No lo soy, Kyung.

El nombrado lo miró fijamente a los ojos esperando ser respondido con sinceridad. —¿Por qué creen que estoy loco? —preguntó en un hilo de voz.

—No lo estás. —Byun sonrió con confianza. —No voy a ningún lado... A veces me vuelvo invisible a tus ojos.

Con cuatro meses tirando para cinco en el hospital psiquiátrico, KyungSoo comenzaba a dudar de todo a su alrededor.

—¿Cómo estarías aquí si no fuera por mí? —preguntó Baek.

Do no supo qué responder.

—Duerme. —Repitió el mayor.

—Prométeme que, al despertar, estarás ahí.

BaekHyun tomó la mano de su acompañante y le besó los nudillos. —Lo prometo.

El menor creyó en esas palabras porque era incapaz de aceptar la otra alternativa. Si fuera tan fácil como tragar una pastilla, KyungSoo olvidaría a BaekHyun. Cuando tu mente y tu corazón se encuentran en una inmensa disputa, ¿a cuál de los dos escuchas? Su mente le gritaba que confiara en su familia, en los médicos, que despertara de ese sueño, de esa fantasía, de esa ilusión, que dejara de oír y ver a Byun... Y su corazón, le suplicaba que lo mantuviera allí dentro, le rogaba que no le soltase la mano para que Baek no se evaporara. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.