Nuestro contrato (editando)

Declaración

Narra (Ellise) 

Debo resumir esto perfectamente, han pasado ya ocho semanas desde mi boda, semanas en las que he experimentado el matrimonio en su más alto esplendor, he visto ha Dorian hacer frente a las tareas domésticas como práctica, a quien por cierto le he tomado tomado un cierto cariño, tenerlo todos los días en casa provoca tal reacción, comparto con él prácticamente todo, escuchar su voz al decirme buenos días, a cenar con él cuando vuelve del trabajo, compartir mis fines de semana con Marina, me he acostumbrado a ello. 

Y hace algunas semanas he podido notar que no es un hombre totalmente frío como se muestra, de hecho es totalmente lo contrario, el otro día sentí un pequeño bajón emocional lo que me llevó a recordar a mamá, cuando él llegó del trabajo me encontró llorando junto al álbum de fotos de mi familia que aún conservo, sin tener que preguntar lo que pasaba se acercó a mí y me abrazó suavemente, guardó silencio y se quedó allí hasta que caí rendida ante el sueño, me siento tranquila estando a su lado aún si no tenemos nada de qué hablar, sentir su presencia es algo suficiente para mí, sentía ese pequeño cariño. 

Hoy me encontraba en la sede de marketing de Hesseh Entertainment, sí, había aceptado el trabajo y después de pensarlo mucho, era lo que me gustaba hacer y tendría que trabajar como cualquiera de mis compañeros. Estaba enfrente de los modelos de la empresa, después de la capacitación y la introducción a la empresa, tenía que presentarme ante ellos y empezar a conocer a quienes trabajarían conmigo.

— Chicos, ella es Ellise Hesseh esposa del dueño de la empresa y será su nueva compañera a partir de hoy — Michael quién fue el ejecutivo que me atendió en aquella ocasión me presentó y acto seguido se retiró.

— Un gusto — dijeron todos en coro, eran cinco chicos de una edad similar a la mía y todos parecían ser bastante simpáticos.

— Nos presento, el guapo chico de cabello negro es Loan, la pelirroja a su lado es Rita, el chico de los ojos azules es Charles y su hermana Julia, y yo lindura, soy Paul mucho gusto — estrechamos las manos mientras observo a cada uno de ellos con curiosidad, mis antiguos compañeros ni siquiera se hubieran tomado la molestia de presentarse. 

— Es un gusto chicos — respondo enérgica, ellos toman sus pertenencias de sus casilleros y me invitan a caminar junto a ellos. 

— ¿Te parece si nos acompañas a comer? — pregunta Loan, Charles prosigue. 

— Así podremos conocernos mejor — acepté de inmediato, escogimos un restaurante a unas calles de la empresa, es bastante cómodo y la comida parece espectacular. No había podido permitirme un lujo como estos antes, ahora con una mejora en mis finanzas he podido darme pequeños gustos por mi parte.

— Y dinos Ellise, ¿Cómo has empezado tu carrera en el modelaje? — preguntó una curiosa Rita.

— Bueno, he comenzado desde que tenía dieciséis, en ese entonces un ejecutivo de Van's habló con mi madre para una sesión, al parecer les había parecido interesante y empecé con pequeños trabajos, en cuanto se me dio a conocer, marcas alrededor del país requerían modelos para sus anuncios y yo que ya contaba con un curriculum antes de los dieciocho, empecé haciendo trabajos con más renombre — todos me escuchan atentos, como si fuera la cosa más interesante.

— Charles y yo comenzamos así, éramos unos adolescentes cuando empezamos en esto del modelaje — comenta Julia mientras nos servían la comida.

— Creo que yo te he visto, cuando trabajé para Pull and bear, te vi cuando salió la revista pero no tuve la oportunidad de conocerte — añade Paul, es asombroso su comentario.

— Oh yo también te he visto, nosotros trabajamos para Zara y tú saliste después de nosotros — Charles se animó a compartir, eran chicos demasiado agradables, humildes de igual forma.

— Es una gran coincidencia, ustedes son grandes en la industria, es un honor trabajar junto a ustedes — bebo de mi copa, el dulce sabor a vino me invade la garganta de manera gustosa, adoro el sabor del buen vino de reserva.

— Y Ellise, ¿Cómo es el señor Hesseh? Nosotros lo hemos tratado pero nunca hemos tenido la oportunidad de conocerle más lejos de lo profesional — pregunta Paul observando mi anillo de matrimonio.

— Es un hombre muy reservado — añade Julia, hago una ligera mueca, todos suelen pensar eso de él, sin añadir los negativos comentarios que han salido en revistas locales.

— Es un hombre muy amable, muy entregado a su familia, es algo sobre protector pero es un excelente ser humano, no es tan intimidante como parece — sonrío por lo bajo, eso recién lo había descubierto hace unas semanas, aunque aún no tenía del todo claro el porqué suele ser tan intimidante para los demás, siento que desea protegerse de alguna manera, una autodefensa.

— Fue muy repentino que se haya casado, tampoco hemos visto a Marina en semanas — mencionan a la pequeña.

— ¿La conocen? — asienten enérgicos.

— Es una pequeña curiosa, el señor Hesseh solía traerla a las sesiones, nos hemos hecho amigos de ella desde hace algún tiempo — esa niña, siempre tan extrovertida, animada y amable, no es extraño que se gane el corazón de los demás en un corto plazo de tiempo.

Pasamos la tarde entre anécdotas del trabajo y la buena comida del restaurante, mis compañeros me hicieron pasar una tarde tan agradable que al salir no me había percatado que estaba lloviendo,  al no traer una sombrilla encima decidí de igual forma volver a casa caminando, en realidad no estaba tan lejos como pensaba, rebusco entre mi bolso buscando mis llaves pero no estaban adentro, me reprendo cuando recordé que las había dejado esta mañana sobre la mesa. Suelto pequeñas ofensas al aire sin saber que voy hacer ahora, el único lugar que podría cubrirme es el portal de la puerta y no lo hacía en su totalidad.

— Demonios — exclamo buscando mi teléfono, tal vez Dorian no tarde en llegar. 
 




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