Nuestro contrato (editando)

Primera confesión, la puerta del dolor.

Narra (Richard)
Mi verdadera pasión era la medicina, lo descubrí estando en la facultad de derecho en la universidad, quedé fascinado ante la idea de poder salvar vidas y el ganar la confianza de una persona en el proceso, cambié de facultad después del primer año de derecho, mi madre soñaba con tener un abogado en la familia, lástima que no fuese ese mi sueño.

Mi primer año como residente había sido una completa locura, la responsabilidad que se carga en los hombros es realmente complicada, eran jornadas completas de trabajo, inclusive doble turno en algunas ocasiones, gustoso tomaba los turnos dobles con evidente dedicación, después de todo amaba laborar en mi especialidad, emergencias fue mi primer puesto fijo de trabajo, al final se convirtió en un puesto indispensable para mi persona.

— Señor Wood, ha llegado temprano — la señora Hudson me esperaba en la barra de la cocina, es la mujer que se encarga de mi hogar en mi ausencia, una mujer muy dulce por cierto — Ha habido cambio de turno en el hospital, me han enviado a descansar — me siento sobre la silla enfrente suyo, cubro mi cara entre mis manos dando un suspiro de cansancio.

— ¿Ha hablado con su hermana? — pregunta, me ha sido mucho más difícil acercarme a ella, puede que me esté odiando en estos precisos instantes — Es algo complejo, debo darle un espacio prudencial, después de la cachetada lo he decidido — suelto una pequeña carcajada, esa pequeña y su carácter, nadie creería que esa tierna chica tenga un carácter del demonio.

— Es lo mejor, pero pienso que sería conveniente contarle sobre Clarisse — decide comentar, había estado pensando en ello no obstante, no creo que sea la mejor idea, no por el momento — ¿Cómo se ha comportado hoy — camino hacia su habitación, deseaba verla desde la mañana, he tenido que salir más temprano de lo usual.

— Es muy tranquila, nunca da problemas, a no ser de que tenga hambre — sonrío, su habitación está iluminada con una pequeña lámpara giratoria, la pequeña yace sobre su cuna en un profundo sueño, la tomo entre mis brazos dando un beso en su coronilla — Hola, pequeña hermosa de papá — sonríe aún dormida, a sus tres meses es la criatura más hermosa que han podido observar mis ojos, estaba completamente enamorado de mi pequeña hija.

— Pedirá leche dentro de un rato, ¿quiere que la atienda? — niego con rapidez — Prepara el biberón, hoy dormirá conmigo en mi habitación — La mujer asiente y se retira hacia la cocina, camino rumbo a mi alcoba dejando a la pequeña en la espaciosa cama, una que se consumía en un frío recuerdo tortuoso.

Me pongo cómodo esperando atender a mi hija, mi teléfono suena algunos instantes después de haberme sido entregado el biberón. Levanto la pantalla llevándome una pequeña sorpresa, el nombre de mi hermana me hizo ponerme nervioso, frunzo el ceño signo de consternación, había pasado algunos días después de mi última visita en su hogar.

— ¿Hola?

— Richard, hola — se detiene, inspira hondo y atreve a continuar, le escucho ansiosa detrás de la línea.

— ¿Cómo estás? — pregunto, coloco el teléfono entre mi oído y el hombro, debía de alimentar a Clarisse antes que decidiera llorar ante mi falta de atención.

— Estoy bien Rich, quería saber si estabas bien, yo...quería poder hablar contigo — responde con dificultad, tengo la impresión que desea decirme algo, conocía a la perfección a mi  hermanita menor.

— Adelante linda, de hecho también quiero comentarte algunas cosas — observo a mi hija, debía tener el valor de contarle a Ellise que tiene una sobrina que aún no conoce, ama a los niños desde pequeña, será una gran alegría para ella.

— Yo...quiero que arreglemos las cosas entre los dos, eres mi hermano y sigues siendo parte de mi familia, además que me gustaría recuperar el tiempo perdido entre ambos — sonrío, mi corazón se siente alegre ante su petición, me llena de orgullo su buen corazón, ha de ser posible perdonarme, aún cuando reconozco que he sido un completo idiota.

— ¿Estás disponible mañana?

— Tengo la mañana libre, podemos tomar un café en el centro comercial — mi cabeza ha formulado una idea inmediata, sería la mejor manera de presentarle a Clarisse, podría pasar de igual manera tiempo con mi hija.

— Quedamos a las nueve, de verdad te agradezco la oportunidad Ellie.

— Debemos ser sinceros Rich, será la única manera de volver a unir nuestro hilo de confianza — y estaba completamente de acuerdo con ello.

— Lo seré pequeña, te veo mañana, descansa.

— Descansa Richard, Dorian te envía saludos — suelto una carcajada ante su ironía, ninguno de los dos tenemos la tolerancia suficiente para tratarnos, ahora debía de intentarlo por el bien de Ellise y de su felicidad.

— Claro, espero que esté acatando mis órdenes, lleva un buen proceso de recuperación.

Nos despedimos con unas cuantas carcajadas, y las buenas noches, mañana sería el día decisivo, conocería a su sobrina por primera vez, espero que pueda reaccionar de la mejor manera. Acuesto justo a mi lado a la pequeña, ha quedado saciada con su cena y ahora podría descansar con toda tranquilidad, mi hija debía estar extrañado el calor de su madre, al igual que me consume el sufrimiento, se ha convertido en mi compañero de tiempo completo.

Después de la tempestad, llega la calma.

Espero que tenga validez para mí.

 

Narra (Ellise) 
— Dorian dame eso — intento quitarle la copa de las manos, había insistido en beber un vino después de la cena. — Te ves adorable, sigue intentando alcanzar la copa, no lo lograrás — se burla en mis narices ante nuestra evidente diferencia de altura, decido alejarme apuntando a su dirección.

— Dorian Hesseh, suelta la copa, no pretendas que te llevaré a emergencias si sufres de una intoxicación — estaba con una medicación prescrita sabia que no podía beber, divertido ante mi enojo, vierte el contenido en el lavabo de la cocina, me toma de la mano dejándose caer en el sofá. — Sufrí una en mi adolescencia, papá sufrió un paro cardíaco a causa de ello — me hace recostarme sobre su pecho, aprieta mi mano derecha con una ligera fuerza, me dedico a escucharle atenta a sus palabras.




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